Quince restaurantes de Denny’s están cerrando permanentemente después de que cientos de sus tiendas cerraron temporalmente durante la pandemia COVID-19.
Hay casi 1700 restaurantes de Denny en Estados Unidos.
Los 15 restaurantes están en el estado de Nueva York. Según los documentos presentados ante el Departamento de Trabajo del estado, 524 trabajadores perdieron sus empleos debido a los cierres. Ninguno de los empleados está representado por un sindicato.
La razón de los cierres es «circunstancias comerciales imprevisibles provocadas por COVID-19».
COVID-19 es una enfermedad causada por el virus PCCh (Partido Comunista Chino).
Las direcciones de las tiendas cerradas son:
2890 W. Ridge Road, Rochester, NY 14626
911 Jefferson Road, Rochester, NY 14623
160 Eastern Blvd., Canandaigua, NY 14424
4240 Lakeville Rd, Geneseo, NY 14454
813 Canandaigua Rd, Geneva, NY 14564
6591 Thompson Road, Syracuse, NY 13206
201 Lawrence Road E., Syracuse, NY 13212
103 Elwood Davis Road, Syracuse, NY 13212
3414 Erie Blvd, Syracuse, NY 13214
176 Grant Ave., Auburn, NY 13021
5300 W.Genesee St., Camillus, NY 13031
7873 Brewerton Rd., Cicero, NY 13212
118 Victory Highway, Painted Post, NY 14870
950 Chemung St., Horseheads, NY 14845
1142 Arsenal Street, Watertown, NY 13212
Las ubicaciones cerraron temporalmente el 20 de marzo debido a la pandemia, según un documento.
En ese momento, había 683 empleados en la lista.
Las 15 ubicaciones son operadas por Feast American Diners, que opera cientos de ubicaciones de Denny’s, además de algunas ubicaciones Jack in the Box y Corner Bakery Cafe.
Denny’s y Feast no respondieron las solicitudes de comentarios.
Un empleado de recursos humanos le dijo a CNY Central que las disputas sobre los acuerdos de arrendamiento llevaron a algunos de los cierres.
Trescientos doce locales dejaron de operar temporalmente debido a la pandemia, dijeron ejecutivos a principios de mayo.
La compañía dijo que cerró permanentemente una tienda, propiedad de la compañía en el primer trimestre. Mientras tanto ocho franquiciados abrieron en el trimestre.
El CEO John Miller dijo a los inversores en una llamada en el primer trimestre que los franquiciados no sabían si podían confiar en el Programa de Protección de Pagos, un programa de préstamos federales que distribuye miles de millones en préstamos que se pueden perdonar si se usan para pagar a los empleados. Aproximadamente el 90 por ciento de los franquiciados recibió préstamos del gobierno federal o los solicitó.
Algunos franquiciados tienen balances realmente buenos, pero pueden haber hecho inversiones recientemente en los restaurantes.
«La liquidez jugó un papel», dijo, añadiendo más tarde: «Y entonces algunos son sólo pequeñas áreas realmente apagadas o algunas son áreas de resort que se apagaron muy rápido.»
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