NUEVA YORK—Más de 150 grupos en unas 60 ciudades de todo el mundo se manifestaron en protesta por los abusos contra los derechos humanos por parte del régimen chino mientras este celebraba su 71º año de gobierno.
El 1 de octubre—día del aniversario de la toma de China por parte del Partido Comunista Chino en 1949—se formó una coalición global con una mezcla diversa de tibetanos, hongkoneses, taiwaneses, mongoles étnicos, musulmanes uigures, kazajos y disidentes chinos exiliados, cada uno con quejas contra el régimen por perseguir a sus comunidades. La represión que enfrentaron ha revelado al mundo el verdadero rostro del régimen chino: uno que ignora los derechos humanos y representa una amenaza para el mundo, dijeron a The Epoch Times.
“Al PCCh [Partido Comunista Chino] no se le puede dar un pase, no se le puede absolver de la justicia, solo porque gobierna China”, dijo el representante Scott Perry (R-Pa.) en un discurso frente al Capitolio de Estados Unidos.
«Se les permite salirse con la suya con la opresión, los campos de concentración, todo tipo de cosas horribles que ya conocen, ya sea Falun Gong, nuestros amigos en Mongolia, o si se está apoderando del Tíbet», continuó Perry, refiriéndose a la persecución por parte de Beijing de la antigua práctica espiritual, la erosión de las costumbres culturales de Mongolia, y la supresión de los budistas tibetanos, respectivamente.
«Todo esto tiene que terminar, y es una actividad criminal que debe ser reconocida y enfrentada por toda la comunidad mundial, y Estados Unidos debe liderar», agregó.
Perry presentó un proyecto de ley el jueves por la mañana para designar al PCCh como una “organización criminal transnacional” y eliminar la inmunidad soberana de los funcionarios chinos, lo cual permitiría que sean juzgados en un tribunal estadounidense para un enjuiciamiento penal.
“Debemos ser la generación que confronta y derrota y acaba con el malvado régimen del PCCh”, dijo el representante.
A diferencia de los últimos años, los activistas dijeron que sintieron un nuevo sentido de solidaridad cuando diferentes grupos presenciaron la reciente represión autoritaria de Beijing, como la eliminación propuesta por el régimen de la enseñanza del idioma mongol en las escuelas de Mongolia Interior, los arrestos masivos de activistas prodemocracia en Hong Kong, y las políticas represivas en el Tíbet y Xinjiang.
Pema Namgyal, un estudiante tibetano de 26 años graduado con especialización en psicología, pidió que el régimen chino sea llevado ante la justicia.
“No tiene nada que ver con el pueblo chino personalmente, sino con el gobierno mismo”, dijo mientras asistía a una manifestación cerca de la sede de las Naciones Unidas. Namgyal nació y se crió en India, y luego emigró a Nueva York con sus padres como refugiados.
Nicole Sara, una activista que vivió en Hong Kong durante 11 años, llamó al «Día Nacional» de China un «día de luto».
«En lo que respecta a todas estas personas, no hay nada que celebrar», dijo a The Epoch Times, y agregó que «es el comienzo de la devastación para muchas, muchas personas».
“Los regímenes malvados van y vienen”, dijo, y agregó que ella cree que el régimen chino colapsará pronto. «Algún día miraremos hacia atrás y veremos la mancha en la historia de China».
Con información de la reportera de The Epoch Times, Nicole Hao.
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