Una creciente coalición de gobiernos estatales está presionando contra el administrador de activos más grande del mundo, diciendo que está anteponiendo su agenda política a los intereses de los clientes e, incluso, a la seguridad nacional de EE.UU.
La semana pasada, un grupo de 19 fiscales generales estatales de estados de tendencia republicana envió una carta enérgica (pdf) al director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, exigiendo el fin de esta agenda y el regreso al cumplimiento de sus deberes fiduciarios, sugiriendo que las medidas de la compañía podrían ser ilegales.
Los funcionarios estatales implicados le dijeron a The Epoch Times que es posible que se realicen investigaciones y se tomen nuevas medidas legislativas.
«Nuestro estado invierte mucho en organizaciones como BlackRock, y esas organizaciones tienen el deber fiduciario con el estado de Montana de invertir nuestro dinero de la mejor manera posible para obtener beneficios», dijo el fiscal general de Montana, Austin Knudsen, en una entrevista telefónica. «Eso no incluye impulsar una agenda liberal».
Al decir que la compañía y sus aliados no lograron convencer a las legislaturas para que respaldaran sus ideas, Knudsen criticó lo que, según él, era el esfuerzo de la compañía por imponer «pensamientos idealistas, verdes, utópicos y progresistas» a los estadounidenses a través de la presión económica.
“Creo que compañías como ésta realmente están al borde de violar sus obligaciones fiduciarias”, agregó Knudsen, y dijo que los próximos pasos serían investigaciones y acciones por parte de la legislatura.
De hecho, numerosas leyes estatales requieren que los fiduciarios como BlackRock operen “únicamente” en interés de sus beneficiarios, con el “propósito exclusivo” de beneficiar a esos beneficiarios, señalaron los funcionarios. En otras palabras, su único trabajo es ganar dinero, no promover agendas alternativas.
Pero en lugar de centrarse simplemente en el riesgo y el rendimiento de las inversiones, como se requiere, la carta acusa a BlackRock de participar en el «activismo» y de sacrificar los mejores intereses de los clientes, contribuyentes y jubilados al centrarse en su «agenda climática» y otros objetivos políticos.
«Si los motivos mixtos surgen del deseo de salvar el mundo o de atraer inversiones de fondos de pensiones europeos o de izquierda, eso es en última instancia irrelevante ante una transgresión legal», dijeron los fiscales generales de los estados de Arizona, Nebraska, Alabama, Arkansas, Georgia, Idaho, Indiana, Kansas, Kentucky, Luisiana, Mississippi, Missouri, Montana, Ohio, Oklahoma, Carolina del Sur, Texas, Utah y Virginia Occidental.
«Nuestros estados no se quedarán de brazos cruzados mientras se sacrifican las jubilaciones de nuestros pensionistas por la agenda climática de BlackRock», advirtieron.
El fiscal general de Indiana, Todd Rokita, uno de los firmantes, le dijo a The Epoch Times que tiene la obligación de intervenir.
“Como fiscal general, tengo la responsabilidad de proteger a los consumidores de las restricciones a la producción y la manipulación ilegal al mercado”, dijo Rokita en un correo electrónico.
“Los grandes bancos y los administradores de dinero están coordinando esfuerzos para suprimir la inversión en energía”, agregó. “Su objetivo es cerrar plantas de carbón y gas natural para impulsar su agenda política”.
Según Rokita, las propias declaraciones y compromisos públicos de BlackRock indican que ha utilizado los activos de los ciudadanos con el propósito de “presionar a las empresas para que eliminen los combustibles fósiles, aumenten los precios de la energía, impulsen la inflación y debiliten la seguridad nacional de Estados Unidos”.
«BlackRock y otras empresas de gestión de activos pregonan afirmativamente este dominio del mercado», añadió.
BlackRock: Un gigante económico
Con más de USD 10 billones en activos bajo su gestión, BlackRock es una de las entidades más poderosas del mundo. Gestiona más riqueza que el PIB anual de todos los países del mundo excepto Estados Unidos y China, según los datos citados en la carta.
BlackRock también posee grandes participaciones -en muchos casos la mayor- en una enorme variedad de empresas en Estados Unidos y en todo el mundo. Eso incluye a menudo la posesión de participaciones en empresas que son competidoras ostensibles.
Como tal, la firma con sede en Nueva York tiene una gran influencia en la determinación de las políticas de esas empresas, además de las políticas gubernamentales en todo el mundo.
Los funcionarios actuales y anteriores de BlackRock también tienen una relación muy estrecha con altos funcionarios de la administración Biden y del Sistema de la Reserva Federal. Algunos críticos incluso argumentan que existe una “puerta giratoria” entre la empresa y el gobierno.
Biden seleccionó a Brian Deese, director global de inversiones sostenibles de BlackRock, para dirigir su Consejo Económico Nacional. Deese se desempeñó anteriormente como asesor principal del presidente Barack Obama y de la exsecretaria de Estado Hillary Clinton.
El exestratega jefe global de inversiones de BlackRock y exfuncionario de Obama, Michael Pyle, ahora se desempeña como asesor económico principal de la vicepresidenta Kamala Harris.
Otro alto funcionario de la administración Biden, el subsecretario del Tesoro, Adewale Adeyemo, se desempeñó anteriormente como jefe de gabinete del actual director ejecutivo de BlackRock, Fink.
Fink, un demócrata desde hace mucho tiempo, también está muy bien conectado, ya que forma parte de la junta directiva del inmensamente poderoso Consejo de Relaciones Exteriores, que reúne a funcionarios gubernamentales, compañías de medios y los principales intereses comerciales. Fink también forma parte de la junta directiva del Foro Económico Mundial. Ambas organizaciones impulsan políticas de sostenibilidad apoyadas por la ONU y alineadas con la agenda de BlackRock.
La empresa ha sido criticada durante mucho tiempo por dañar la seguridad nacional y la competitividad económica de EE.UU. al dirigir la inversión extranjera a la China comunista.
BlackRock también fue criticado por su papel en el manejo de varios programas de la Reserva Federal que, según los críticos, arrojaron dinero de los contribuyentes a empresas bien conectadas dispuestas a impulsar la agenda de la empresa.
Por ejemplo, el brazo de consultoría de BlackRock supervisó el programa de compra de activos de emergencia de 2020 de la Reserva Federal en lo que parecía ser un contrato sin licitación. BlackRock también supervisó el programa de la Fed que se ocupa de los activos de Bear Stearns y AIG durante la crisis económica que comenzó en 2007.
Sin embargo, actualmente los funcionarios estatales están arremetiendo contra los líderes de BlackRock que utilizan la influencia de la compañía para imponer sus puntos de vista políticos y económicos en las empresas estadounidenses y en la economía estadounidense en general.
En particular, los principales legisladores de sus estados criticaron los esfuerzos de BlackRock para promover las métricas «ESG», que se centran en el perfil «ambiental, social y de gobierno» de una empresa en lugar de solo en su rentabilidad y riesgo.
La influencia ejercida por BlackRock y un puñado de otros titanes corporativos ha provocado una proliferación global de inversión e interés en las ESG, además de un fuerte cambio en las posturas políticas y ambientales adoptadas por empresas de todo el mundo.
En una declaración proporcionada a The Epoch Times por correo electrónico, el director general de comunicaciones corporativas de BlackRock, Ed Sweeney, defendió a la empresa y sus políticas.
“Somos un fiduciario para nuestros clientes, ayudándolos a manejar los riesgos y oportunidades de inversión para que puedan alcanzar sus objetivos financieros a largo plazo”, dijo.
“El dinero que manejamos no es nuestro”, continuó. “Pertenece a nuestros clientes, muchos de los cuales toman sus propias decisiones de asignación de activos y construcción de cartera. Ofrecemos una gama de productos y estrategias para lograr los resultados deseados. Es su elección. Muchos de nuestros clientes eligen invertir en una combinación de empresas de energía tradicionales, infraestructura de gas natural, energías renovables y nuevas tecnologías de descarbonización debido a las oportunidades de inversión derivadas de su papel crucial en la economía”.
“A principios de este año, ampliamos aún más la capacidad de elección de los clientes al ofrecer a los clientes institucionales interesados, incluidos todos los clientes de pensiones públicas de Estados Unidos, la posibilidad de someter a votación directamente sus acciones”, concluyó Sweeney. “Los clientes que nos confiaron USD 530,000 millones, más de una cuarta parte de los activos del índice de acciones de nuestros clientes institucionales, han tomado esta opción”.
Violaciones Legales
Sin embargo, los legisladores estatales no estaban convencidos. El fiscal general de Montana, Knudsen, dijo que la compañía aún no había emitido una respuesta formal a la carta.
Cuando se le preguntó a Knudsen sobre los comentarios de la firma a The Epoch Times, Knudsen dijo que una declaración como esa “no era del todo sorprendente”. Aun así, dijo que era una “distracción bastante buena” y una “respuesta ausente”.
“Estoy seguro de que se enfrentan a mucha presión por parte de Montana y de muchos otros estados que están analizando lo que están haciendo”, le dijo Knudsen a The Epoch Times. “Ese es un riesgo bastante grande para BlackRock, así que espero que intenten retroceder todo lo que puedan”.
En la carta, los fiscales generales del estado advirtieron acerca de una amplia gama de posibles violaciones legales, sobre las que le pidieron a Fink y a BlackRock que se hicieran responsables, entre ellas, considerar factores fuera de los mejores intereses financieros de los clientes en su toma de decisiones.
«Aunque el lenguaje de BlackRock se basa en el valor a largo plazo, la alineación de las prioridades de compromiso con los objetivos ambientales y sociales, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, sugiere, como mínimo, un motivo mixto», dijeron en la carta.
Operar con un «motivo mixto», advirtió la carta, indica una «violación desenfrenada» a las leyes que requieren que un fiduciario opere únicamente en interés de los clientes.
“Una responsabilidad fiduciaria requiere anteponer los mejores intereses de su cliente a cualquier agenda política”, dijo el fiscal general de Arizona, Mark Brnovich, el republicano que ayudó a organizar la iniciativa ante BlackRock. “Ayudar a garantizar jubilaciones financieramente seguras debe ser la primera prioridad de este administrador de activos”.
Específicamente, la carta citaba el papel de BlackRock en una red corporativa global conocida como Net Zero Managers Alliance, que le pide a sus miembros que ayuden a lograr emisiones netas cero de los llamados gases de efecto invernadero para ayudar a alcanzar los objetivos establecidos en el Acuerdo de París de las Naciones Unidas.
De hecho, la propia alianza describe en su sitio web la visión de que «todos los activos bajo gestión alcancen cero emisiones netas para 2050 o antes».
La firma también está trabajando para «sofocar por completo los puntos de vista opuestos a cuestiones climáticas y al Acuerdo de París de la ONU”, dijeron los fiscales generales.
“En lugar de ser un espectador apostando en el juego, BlackRock parece haberse puesto una camiseta de mariscal de campo y apropiado activamente del campo”, dijo el fiscal general en la carta del 4 de agosto. “Aplastar el discurso político es la acción de un activista cuya mente está decidida, no la de un fiduciario neutral que busca el ‘diálogo’”.
Además, la coalición de los principales funcionarios encargados de hacer cumplir la ley advirtió sobre posibles violaciones antimonopolio por manipulaciones al mercado energético. Entre otras preocupaciones, dijeron que los «boicots grupales», la «restricción al comercio» y las «negativas concertadas para negociar» están «claramente» en conflicto con las leyes antimonopolio.
Todos estos problemas han afectado negativamente a los estados y sus fondos de pensiones, dijeron los jefes policiales.
El fiscal general de Montana, Knudsen, señaló, como ejemplo, la devastación que afecta a la industria del carbón y a los productores de energía en su estado debido a las políticas “verdes” aplicadas por las instituciones financieras.
“Según la ley de Montana, nuestra Junta de Inversiones y aquellos que tienen contrato con ella tienen la obligación legal de ganar dinero”, dijo Knudsen. “No hay obligación de preocuparse por las emisiones de carbono, eso no es lo que dice nuestra ley”.
“Cuando comienzas a sacrificar tus obligaciones para impulsar ideas ecológicas y agendas climáticas, es cuando los fiscales generales como yo tienen problemas”, agregó.
Advirtiendo que “hablar es fácil”, Knudsen dijo que él y otros fiscales generales esperan recibir una respuesta de BlackRock y obtener más información.
“El próximo paso es la investigación”, continuó, y agregó que las políticas provenían del liderazgo de BlackRock. “Necesitamos ver qué tan lejos han ido en este agujero de conejo. Ahí es donde entra mi oficina; podemos investigar algo de esto”.
Es probable que la legislatura también actúe. “Me sorprendería si nuestra legislatura estatal no abordara esto en la próxima sesión y tomara alguna medida al respecto”, dijo Knudsen, y agregó que hubo conversaciones con el gobernador y la junta estatal de inversiones.
“A BlackRock le digo: Dejen de interferir con estas empresas y hagan su trabajo”, concluyó.
Rompiendo los lazos financieros
Si bien los fiscales generales lanzaron su salva inicial contra BlackRock la semana pasada, una coalición de 16 tesoreros estatales ya había comenzado a trabajar en estos temas a principios de 2022.
Dirigidos por el tesorero de West Virginia, Riley Moore, los principales funcionarios financieros de más de una docena de estados advirtieron que sus estados dejarían de hacer negocios con BlackRock y otras instituciones financieras importantes a menos que dejaran de seguir políticas «woke», como librar una guerra contra las fuentes de energía tradicionales.
El mes pasado, la oficina de Moore colocó a cinco instituciones financieras líderes en la «Lista de instituciones financieras restringidas» de su estado. Ahora tienen prohibido los contratos bancarios con West Virginia debido a «conflictos de intereses» que involucran ataques a compañías de energía.
Las instituciones en la lista son BlackRock Inc., Goldman Sachs Group Inc., JPMorgan Chase & Co., Morgan Stanley y Wells Fargo & Co. Un banco importante evitó ser incluido en la lista al poner fin a su prohibición de otorgar préstamos a empresas que negocian con energía de «combustibles fósiles», una industria crítica en West Virginia.
En una entrevista telefónica con The Epoch Times, Moore elogió a los fiscales generales del estado por su carta y por sus esfuerzos para hacer cumplir la ley.
Secundando a los fiscales generales estatales, Moore dijo que las instituciones financieras deben hacer lo que les exige la ley: Ganar dinero para los clientes, que en muchos casos incluyen gobiernos estatales y fondos de pensiones, en lugar de perseguir agendas políticas.
“No deberían preocuparse por todas estas tonterías”, dijo Moore, refiriéndose a lo que él describe como políticas “woke” impulsadas exclusivamente por la izquierda política. “Están jugando a la política con nuestro dinero, tratando de impulsar su agenda política en el país”.
«Nuestro propio dinero está siendo convertido en un arma contra nosotros», añadió.
El objetivo de la coalición de tesoreros es que “los bancos actúen como bancos”, continuó Moore, y pidió a las instituciones que “salgan de las tonterías políticas y dejen de intentar matar nuestras industrias”.
“Están recibiendo dinero de los impuestos de la industria de los combustibles fósiles y, al mismo tiempo, intentan acabar con la industria”, dijo.
Las consecuencias de las acciones de los bancos incluyen el aumento de los precios de la energía, lo que contribuye al rápido aumento de la inflación, la creciente dependencia al Partido Comunista Chino (PCCh) para las baterías de vehículos eléctricos y los equipos de energía eólica y solar, menos puestos de trabajo disponibles para los habitantes de Virginia Occidental y los estadounidenses, y más.
Incluso las iniciativas en Virginia Occidental para extraer minerales de tierras raras, un sector industrial crítico que actualmente es dominado por el PCCh, no pueden acceder al capital debido a las políticas «woke» de los bancos, dijo.
«Todos estamos pagando este experimento social que nos están imponiendo», añadió el Tesorero del Estado de Virginia Occidental. «Prefieren que dependamos de China».
Los bancos han emitido declaraciones condenando a Moore y sus acciones. “Eso no me molesta”, dijo Moore, restando importancia a los ataques.
Al igual que los fiscales generales detrás de la carta, Moore dijo que espera que muchos más estados, incluidos estados importantes como Texas, sigan políticas similares.
“Fuimos los primeros, pero hay un ejército detrás de mí”, dijo. “Las próximas sesiones legislativas en todo el país tendrán muchos proyectos de ley sobre este tema”.
BlackRock tiene hasta el 19 de agosto para responder a la carta de los fiscales estatales.
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