2 practicantes de Falun Gong mueren por la persecución en China antes del Año Nuevo Lunar

Por Mary Hong
30 de Enero de 2023 8:04 AM Actualizado: 30 de Enero de 2023 8:04 AM

El régimen comunista chino no ha cesado en su persecución a los practicantes de Falun Gong durante los tres años de confinamientos por COVID-19.

A principios de 2023, dos ancianos seguidores de Falun Gong perdieron la vida tras años de sufrimiento por la brutal campaña de persecución del Partido Comunista Chino (PCCh) contra Falun Gong.

Los fallecidos son Cui Xiuzhen, de la provincia septentrional china de Hebei, y Liu Erli, de la provincia de Hunan, en el centro-sur de China.

Ellos fueron secuestrados, condenados ilegalmente y encarcelados en campos de trabajos forzados, y torturados en numerosas ocasiones por ser seguidores de Falun Gong.

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una antigua práctica basada en los principios universales de la Verdad, Benevolencia y Tolerancia. En 1999, el exdirigente del PCCh, Jiang Zemin, inició la persecución a Falun Gong, siguiendo a una larga historia de persecución por parte del régimen en contra de las religiones y creencias ortodoxas de China.

La practicante de Falun Gong Chunying Wang, que estuvo recluida en el campo de trabajo de Masanjia, en el noreste de China, durante un total de cinco años y siete meses, utilizó esta foto para demostrar las torturas que sufrió. Habló en el Club de Prensa de Washington el 24 de abril de 2013. (Gary Feuerberg/ The Epoch Times)

Campo de trabajos forzados de Gaoyang

Cui murió el 10 de enero. Ella había gozado de buena salud hasta que fue detenida y perseguida el 20 de julio de 1999.

En diciembre de 2000, fue secuestrada de nuevo cuando visitó Beijing para pedir el cese de la persecución de Falun Gong.

Primero fue encarcelada en la quinta brigada del campo de trabajos forzados de Shijiazhuang y luego trasladada a la quinta brigada del campo de trabajos forzados de Gaoyang, el 8 de abril de 2001.

Muchos seguidores de Falun Gong fueron enviados al campo de Gaoyang cuando el régimen no pudo obligarles a renunciar a su fe.

El campo de trabajos forzados de Gaoyang es famoso por su “gran eficacia” a la hora de obligar a los adeptos a renunciar a Falun Gong. El campo posee más de 100 porras electrónicas de alto voltaje y utiliza más de 50 métodos crueles e inhumanos con sus víctimas encarceladas para cumplir su objetivo de destruir la creencia del adepto, según un informe de investigación de la Organización Mundial para Investigar la Persecución de Falun Gong (WOIPFG).

Dentro del campo de Gaoyang, la “posición en cuclillas” es un método de tortura utilizado habitualmente contra los seguidores de Falun Gong.

Según las descripciones de los sobrevivientes, a la víctima se le quitan los zapatos y los calcetines y se le obliga a ponerse en cuclillas mientras los guardias tiran con fuerza de ambos brazos hacia los lados y los sujetan firmemente. Con el tiempo, la cintura y las piernas de la víctima quedan doloridas, entumecidas, amoratadas e hinchadas.

Las porras eléctricas son otra herramienta habitual en el arsenal de tortura del PCCh. Varios policías atacan a la víctima con porras eléctricas, dándole descargas repetidas de la cabeza hasta los pies, hasta que la víctima sufre quemaduras graves.

El 22 de marzo de 2003, cuando Xiuzhen fue liberada del campo de Gaoyang, estaba demacrada y demasiado débil para caminar. En 2014, quedó paralítica y afásica. Tras más de 8 años de tormento, falleció el 10 de enero.

Secuestrado 18 veces

Liu, practicante de Falun Gong de 81 años, fue sometido a más de 22 años de encarcelamientos, tortura y acoso por parte del régimen.

A finales de 2022, la policía intentó de nuevo secuestrarlo desde su domicilio, pero desistió porque estaba demasiado enfermo para moverse.

Desde el comienzo de la persecución en 1999, la policía comunista lo detuvo ilegalmente 18 veces. Fue recluido ilegalmente en campos de trabajos forzados cuatro veces, por un total de cinco años. También fue condenado a 3 años y 6 meses de prisión a la edad de 75 años.

Durante la detención y el encarcelamiento, fue sometido a palizas y descargas de porra eléctrica.

El 21 de julio de 2018, cuando salió de prisión, su salud ya se estaba deteriorando. El régimen le suspendió la pensión y la vigilancia y el acoso no cesaron. Liu falleció el 2 de enero.

Persecución de ancianos

En 2022, el PCCh secuestró y acosó al menos a 7331 practicantes de Falun Gong, según un informe de Minghui.org, una plataforma en línea con sede en Estados Unidos que registra e informa sobre la persecución de Falun Gong en China por parte del PCCh.

Entre las 7331 víctimas confirmadas había 971, o alrededor del 13 por ciento, que tenían 60 años o más en el momento de la detención o acoso, incluidas 327 de 60, 438 de 70, 197 de 80 y 9 de 90 años.

Cui Jinshi, de 88 años, de la ciudad de Harbin, en el norte de China, fue secuestrada el 13 de abril de 2022 y torturada hasta la muerte ese mismo día. Cuando su hijo vio su cadáver en el hospital, estaba degollada.

Zhang Siqin, seguidor de Falun Gong, de 69 años, de la ciudad de Dalian, en el noreste de China, fue secuestrado en su domicilio el 19 de enero de 2022. Su familia se enteró de que había muerto en el Centro de Detención de Dalian el 27 de enero, solo 8 días después de ser detenido.

Tras 23 largos años de persecución, algunos seguidores de Falun Gong no han tenido ni un día de paz. “Algunos fueron expulsados de la escuela, otros fueron despedidos de sus trabajos, y algunos todavía se enfrentan a un acoso constante, incluso después de haber quedado incapacitados debido a la persecución”, según Minghui.org.

Con la contribución de Li Jiesi.


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