El secretario de Estado Antony Blinken reveló el domingo que 300 estadounidenses permanecen en Afganistán y están a la espera de ser evacuados mientras las alertas están encendidas por la amenaza terrorista cerca del aeropuerto.
“Nos quedan unos 300 ciudadanos estadounidenses que nos han indicado que quieren irse. Estamos trabajando muy activamente para ayudarlos a llegar al aeropuerto, subirse a un avión y salir de Afganistán”, dijo el domingo el principal diplomático del presidente Joe Biden durante una entrevista con ABC News.
Tras reunirse el sábado con Biden y otros funcionarios de la Casa Blanca, Blinken dijo que los funcionarios estadounidenses están haciendo importantes intentos por sacar a los estadounidenses que quedan en Afganistán, cuando se cumplen dos semanas desde que los talibanes se hicieron con el control del país tras una ofensiva que duró sólo unos días.
Biden y otros funcionarios fijaron el 31 de agosto como fecha límite para que todas las tropas abandonen Afganistán, lo que plantea dudas sobre si la administración puede evacuar con éxito a los estadounidenses restantes en el país para ese momento.
El sábado, mientras tanto, la Embajada de Estados Unidos en Kabul emitió advertencias a los estadounidenses para que se alejaran del aeropuerto debido a un ataque inminente, aparentemente de presuntos terroristas de ISIS. Días antes de eso, ISIS se atribuyó la responsabilidad de un ataque que dejó 13 miembros del servicio militar de EE.UU. y muchos más muertos civiles en el aeropuerto.
Varios portavoces del Comando Central de Estados Unidos les confirmaron a los medios de comunicación, el domingo, que se llevaron a cabo ataques aéreos contra un presunto terrorista que conducía un vehículo cargado de explosivos hacia el aeropuerto.
Refiriéndose al aumento de la amenaza terrorista, Blinken añadió a ABC News que el hay un “riesgo muy alto” de otro ataque en el aeropuerto de Kabul.
«Este es el momento más peligroso en una misión que en estos últimos días se ha vuelto extraordinariamente peligrosa», le dijo al medio de comunicación. “Por eso, haremos todo lo posible para mantener a las personas a salvo. Pero el riesgo es muy alto”.
Durante la retirada, la administración Biden recibió fuertes reproches bipartidistas por su manejo a las evacuaciones y por no predecir que los talibanes tomarían el control del país, incluido Kabul, en solo unos días. Algunos también han cuestionado las declaraciones hechas por Biden, y por sus principales ayudantes, de que los funcionarios estadounidenses están trabajando con, e incluso, según los informes, compartiendo inteligencia con los talibanes, un grupo que varias agencias federales han catalogado como terrorista.
Sin embargo, Blinken dijo el domingo que Estados Unidos tiene una «importante influencia» sobre los talibanes «para que cumplan sus compromisos».
«Si los talibanes se toman en serio los compromisos que han asumido repetidamente en público, incluso a nivel nacional, en todo el país, así como en privado -compromisos que la comunidad internacional pretende hacer cumplir a los talibanes-, entonces encontraremos la manera de que lo hagan», dijo Blinken.
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