La Policía sudanesa confirmó este viernes que al menos cuatro manifestantes murieron y más de 300 resultaron heridos durante las manifestaciones convocadas ayer contra el golpe de Estado del pasado 25 de octubre y la cúpula militar que está al mando del país.
«Hubo cuatro muertos en Um Durman y 297 manifestantes resultaron heridos, además de 49 policías, y fueron incendiados tres vehículos policiales», señaló el comunicado del Departamento de la Policía sudanesa, que confirma así la cifra de fallecidos dada ayer por el Comité de Médicos, un sindicato opositor que contabiliza las víctimas en las protestas desde 2019.
Los denominados comités de resistencia, quienes organizan las principales marchas en Sudán, convocaron ayer protestas que tuvieron lugar en la capital Jartum así como en los estados del río Nilo, Kasala y Al Yazira.
Además, indicó que las manifestaciones «fueron precedidas, como es habitual, de medidas preventivas para parar a quienes representan un peligro y amenaza para el movimiento pacífico».
La Policía justificó su actuación por «la participación de díscolos entre los manifestantes que llevaron las marchas a sabotear y atacar a las fuerzas con una táctica clara y organizada».
Por su parte, Taher Abu Haya, asesor de comunicación de Abdelfatah al Burhan, presidente del Consejo Soberano, aseveró ayer que la continuación de las manifestaciones en el país africano es un «desgaste material, psicológico y mental».
El Comité de Médicos afirmó que los cuatro civiles muertos fueron alcanzados por «munición real» y perecieron por balas en la cabeza y en el pecho, aunque la Policía no ha detallado en su comunicado cómo murieron los manifestantes.
Desde el golpe de Estado perpetrado en octubre, al menos 52 civiles han muerto en las protestas, entre ellos menores de edad.
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