5 graves represiones a los derechos humanos ocurren ahora mismo, la más cruel es la menos conocida

Por Jocelyn Neo
07 de diciembre de 2019 8:00 PM Actualizado: 07 de diciembre de 2019 8:00 PM

Desde junio de 2019, todas las miradas del mundo se han centrado en Hong Kong tras el estallido de protestas para descartar un proyecto de ley de extradició, y en los últimos seis meses la violencia se ha intensificado. Sin embargo, el 27 de noviembre, el presidente Donald Trump firmó dos proyectos de ley de derechos humanos en apoyo a los manifestantes de Hong Kong.

El 21 de noviembre, los medios de comunicación informaron de manifestantes escondidos dentro de la Universidad Politécnica de la ciudad, desafiando el asedio de la policía para dejar un mensaje de advertencia a la comunidad internacional.

«Querido mundo, el PCCh (Partido Comunista Chino) se infiltrará en su gobierno, la organización china interfiere con dinero en tu postura política, China se apoderará de tu casa como si fuera Xinjiang. Estén atentos o serán los siguientes», decía la declaración.

Un mensaje dejado por los manifestantes en la Universidad Politécnica de Hong Kong en el distrito de Hung Hom en Hong Kong el 21 de noviembre de 2019. (DALE DE LA REY/©Getty Images )

Con el mundo presenciando la situación actual en Hong Kong, no se pueden olvidar otras severas persecuciones que están ocurriendo ahora mismo y que atentan contra los derechos humanos de las minorías y los grupos religiosos en China. Aquí hay cuatro ejemplos de grandes represiones que los países del mundo deberían conocer, una de las cuales aún no está tan ampliamente difundida por los medios de comunicación.

1. Falun Gong

Entre las listas de represiones que el mundo está presenciando hoy en día, Falun Gong, una práctica tradicional china de cultivación de mente y cuerpo, podría ser una de las que menos cobertura mediática recibe.

Cuando Falun Gong fue presentado por primera vez en China en mayo de 1992, la práctica se popularizó rápidamente debido a sus sorprendentes beneficios para la salud y su filosofía del mundo que coloca los valores morales tradicionales por encima de las ganancias materiales.

Cientos de practicantes de Falun Gong haciendo ejercicios en la Plaza de Geología de Changchun una la mañana de mayo de 1998. (©Minghui)

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, se centra en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Sin embargo, cuando el número de personas que lo practicaban se disparó a por lo menos 70 millones más que los miembros del Partido Comunista Chino (PCCh) dentro de los cinco años posteriores a su presentación, el régimen comunista chino lanzó una brutal persecución el 20 de julio de 1999.

En los últimos 20 años, la persecución ha visto a numerosos practicantes de Falun Gong ser arrestados, detenidos y sometidos a torturas brutales. Algunos de los métodos de tortura más comunes usados para estos prisioneros de fe incluyen golpizas, descargas con bastones eléctricos, alimentación forzada, exposición a calor y frío extremos, confinamiento en jaulas pequeñas, esposas por largos períodos de tiempo, e inyecciones de drogas peligrosas.

Un método de tortura: encadenamiento articular de manos y pies. (©Minghui)

Además, se ha confirmado que más de 4000 practicantes han muerto en la persecución.

«El Partido Comunista Chino ha intentado erradicar la práctica de Falun Gong [en] China», declaró el congresista Christopher Smith en una carta dirigida a un acto en Washington, D.C., en 2017. «Su brutal campaña para erradicar a Falun Gong es uno de los mayores crímenes de las últimas dos décadas. La culpa de estos crímenes recae directamente sobre los hombros del Partido Comunista Chino».

En los últimos años, ha habido numerosos informes que indican que el PCCh sustrae órganos de prisioneros de conciencia, la mayoría de ellos practicantes de Falun Gong.

Según el informe en 2016 «Cosecha Sangrienta/ El matadero: una actualización» llevado a cabo por David Kilgour, exsecretario de Estado canadiense para Asia-Pacífico, Ethan Gutmann, candidato al Premio Nobel de la Paz, y David Matas, abogado de derechos humanos, se ha estimado que el número de órganos que se sustraen al año fluctúa entre los 60,000 y los 100,000, a pesar que las autoridades chinas afirman que se llevan a cabo 10,000 trasplantes de órganos al año.

2. Los cristianos

En los últimos años, los medios de comunicación también han informando ampliamente sobre la persecución a cristianos que se agrupan en iglesia en China. Los cristianos, al igual que Falun Gong, fueron vistos como una amenaza por el PCCh, que es ateo debido a sus diferencias ideológicas.

Según el Consejo de Relaciones Exteriores, algunas estimaciones independientes sugieren que hay más de 100 millones de cristianos en China, una cifra que excede el número de miembros del PCCh, lo que lleva a un aumento de la represión contra la religión.

Los fieles católicos chinos se arrodillan y rezan durante la Misa del Domingo de Ramos durante la Semana Santa de Pascua en una iglesia «clandestina» o «no oficial» el 9 de abril de 2017, cerca de Shijiazhuang, provincia de Hebei, China. (Kevin Frayer/© Getty Images)

Por ejemplo, para controlar el creciente número de personas que se vuelcan a la fe cristiana en la provincia de Zhejiang, el régimen chino instaló cámaras de vigilancia en las iglesias en 2017, con el argumento de que la lucha contra el terrorismo es la razón para hacerlo, a pesar de la confusión y el descontento de los creyentes.

El régimen también ha impuesto restricciones a las cruces desde 2014. El New York Times informó que, bajo una ordenanza de 36 páginas, las cruces no deben instalarse sobre los edificios, sino en las fachadas, y el color de la cruz debe mezclarse con el edificio. La cruz no debe superar «una décima parte de la altura de la fachada del edificio».

En 2018, alrededor de la temporada de Navidad, algunos feligreses y un pastor de la Iglesia del Pacto Antiguo de la Lluvia, una iglesia protestante independiente en Chengdu, provincia de Sichuan, fueron puestos bajo custodia policial porque la iglesia no estaba registrada ante las autoridades chinas. El régimen comunista llama oficialmente a estas iglesias no registradas en China como «iglesias clandestinas».

Los miembros de la iglesia también fueron forzados por la policía a firmar una promesa de no volver a asistir a la iglesia.

La iglesia publicó una carta de oración en su página de Facebook, declarando que los tres miembros que más tarde fueron liberados fueron golpeados por la policía mientras estaban detenidos. Un miembro añadió que se le privó de alimentos y agua durante 24 horas.

3. Tibetanos

Desde que el Tíbet quedó bajo el dominio del PCCh en 1950, los tibetanos están experimentando la represión por su credo en el budismo tibetano. Durante las últimas cinco décadas, han ocurrido muchos levantamientos en la región autónoma, con una manifestación popular que comenzó el 10 de marzo de 1959, y que vio al decimocuarto Dalai Lama huir a la India, donde vive desde entonces.

El 14 de marzo de 2008, los manifestantes liderados por monjes budistas tibetanos gritan consignas y llevan la bandera nacional tibetana después de ser bloqueados por la policía antidisturbios en una protesta cerca del histórico Monasterio Labrang. (MARK RALSTON/AFP/©Getty Images)

Además, debido a la «reforma» forzada del régimen chino que incluye la eliminación del liderazgo monástico, de las tribus y la erradicación del sistema social tibetano, muchas personas fueron golpeadas, torturadas, asesinadas y encarceladas.

En 2009, algunos tibetanos comenzaron a incendiarse en protesta por las políticas del régimen chino, pidiendo la libertad en el Tíbet y el regreso del Dalai Lama. Según la Campaña Internacional para el Tíbet, hasta la fecha, más de 150 tibetanos, incluidos monjes y monjas, se han prendido fuego a sí mismos.

«Lo están haciendo porque han llegado al límite», señaló Steven Marshall, asesor principal de la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China, según informó The Atlantic en 2012. «Lo han intentado todo. Cientos de monjes están en prisión y cárceles, o fueron detenidos [por la policía] y nunca más se supo nada de ellos».

Según el informe «Freedom in the World 2018″ de Freedom House, numerosos escritores, intelectuales y músicos tibetanos también fueron encarcelados porque las autoridades consideraban que la expresión cultural tibetana estaba relacionada con el separatismo.

«Durante 2017, según se informa, los tibetanos continuaron detenidos o sentenciados a prisión por acciones como difundir volantes o expresar verbalmente su apoyo al Dalai Lama y a la libertad del Tíbet, compartir imágenes del Dalai Lama o de la bandera tibetana en WeChat, o enviar información al extranjero sobre las recientes protestas de autoinmolación», indica el informe.

Los tibetanos también corren el riesgo de perder su cultura tradicional, y los que intentan dar clases de tibetano a sus estudiantes se enfrentan a la represión del PCCh.

Un aviso del gobierno obtenido por el Tibet Watch en diciembre de 2018, afirma que los funcionarios locales van a «poner fin a los monasterios que dirigen escuelas» que no están autorizadas por el PCCh en la ciudad de Nangqen, en el este del Tibet. Esto es en realidad una violación de la propia constitución de China, afirmó John Jones, director de campaña de Free Tibet para The Epoch Times.

4. Uigures

Los uigures, una minoría étnica turca que vive principalmente en la Región Autónoma de Xinjiang Uyghur, o comúnmente conocida como Xinjiang, en el noroeste de China, se han enfrentado a una creciente persecución por parte del régimen chino en los últimos años.

Policías chinos empujan a mujeres uigures que protestaban en una calle el 7 de julio de 2009 en Urumqi, la capital de la región autónoma de Xinjiang Uyghur, China. (Guang Niu/©Getty Images)

Los uigures, la mayoría de los cuales practican el islam, han sido arrestados y enviados a centros de detención donde son sometidos a adoctrinamiento político y obligados a denunciar su religión. Las Naciones Unidas estiman que hay alrededor de un millón de uigures y otras minorías musulmanas detenidas en los llamados «centros de reeducación profesional».

Los uigures fueron detenidos por razones tales como ponerse en contacto con amigos o parientes en el extranjero, viajar a un país extranjero, dejarse barba y asistir a reuniones religiosas, dijeron a The Epoch Times los uigures que tienen familiares en los campos de trabajo forzados.

Los exdetenidos también han relatado abusos de los derechos humanos dentro de las instalaciones, tales como tortura, drogadicción y violación.

Otros uigures tampoco se libran de la persecución: sus identidades culturales están en peligro debido a las políticas de educación bilingüe implementadas por el PCCh.

Dos mujeres de etnia uigur pasan por delante de policías militares chinos que hacen guardia frente al Gran Bazar en el distrito uigur de la ciudad de Urumqi, en la región china de Xinjiang, el 14 de julio de 2009. (PETER PARKS/AFP/©Getty Images)

Según un informe de 2015 publicado por el Uyghur Human Rights Project (UHRP), el mandarín se convirtió en el principal idioma de instrucción en las escuelas primarias y secundarias de Xinjiang en 2004.

Como resultado de esta política, se impidió a muchos jóvenes uigures adquirir un dominio adecuado de su lengua materna.

«Antes de siquiera decir dos frases [en uigur], de repente mis palabras ya se habían vuelto incoherentes, e incluso las palabras simples tardaron mucho tiempo en comprenderse», escribió en chino un autor uigur anónimo sobre su experiencia en el marco del programa bilingüe que se incluyó en el informe.

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