El profesor de ciencias aeroespaciales y decano emérito de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Princeton, Robert G. Jahn, comenzó a estudiar los fenómenos psíquicos de forma inesperada hace unos 30 años.
Una de sus mejores estudiantes le pidió que supervisara su investigación sobre la psicoquinesis. Pensaba utilizar su experiencia en informática e ingeniería eléctrica en el estudio. Aunque Jahn no tenía experiencia personal ni profesional con los fenómenos psíquicos, aceptó y la ayudó a forjar un camino académico.
«Mi papel inicial de supervisión en este proyecto me llevó a un grado de implicación personal con él, y eso a una creciente perplejidad intelectual, hasta el punto de que, para cuando esta estudiante se graduó, estaba convencido de que éste era un campo legítimo para que lo estudiara un alto tecnólogo y que me gustaría seguir haciéndolo», escribió en un artículo de 1982 titulado «La persistente paradoja de los fenómenos psíquicos: Una perspectiva de ingeniería».
Describió con una mirada poética el viaje hacia los misterios de la conciencia humana en las embarcaciones (a menudo inadecuadas) de la ciencia moderna. Su estilo único arroja la luz dramática del escenario de la historia humana sobre los desafíos de reconciliar científicamente los fenómenos físicos y psíquicos.
He aquí algunas de sus conclusiones, recogidas de su artículo de 1982 y también de un artículo de 2005, coescrito con B.J. Dunne, titulado «Conciencia, información y sistemas vivientes».
1. No se puede esperar que los científicos en un laboratorio produzcan una obra maestra artística
Jahn aborda algunas críticas comunes contra los estudios de los fenómenos psíquicos. Escribió: «La evasión de los fenómenos bajo un estudio cuidadosamente controlado y observado puede ser la crítica más condenatoria de todas, o también puede constituir una característica fenomenológica válida e iluminadora».
Afirmó que el endurecimiento de la observación puede en realidad inhibir los resultados positivos. Dijo que puede ser como crear una obra de arte:
No hay que discutir que los procesos creativos de la composición artística, musical o literaria, o del pensamiento filosófico elevado en general, no suelen verse facilitados por restricciones rígidas o por la presencia de un cuerpo de observadores poco comprensivos. La importancia de un ambiente y un estado de ánimo favorables para tales esfuerzos es intuitiva y demostrablemente clara, y es probable que se produzcan pocos logros creativos en entornos excesivamente estériles u hostiles.
Los experimentos de física cuántica demostraron que el observador puede afectar a los resultados de un experimento mediante el acto de observación.
«Los resultados experimentales rara vez son replicables en el sentido científico estricto», escribió. «Pero los rendimientos anómalos están muy por encima de las expectativas de la casualidad y una serie de características comunes enhebran la amplia gama de efectos reportados».
2. El «pantano cubierto de niebla»: Una analogía poética para estudiar lo extraño
El prólogo del artículo de Jahn de 1982 describe poéticamente el camino del científico a través del fango para recuperar las valiosas ideas perdidas en la niebla:
El mundo de los fenómenos psíquicos podría compararse con un vasto pantano envuelto en niebla, en el que se dice que habita una desconcertante serie de extrañas criaturas fenomenológicas, todas ellas ajenas a nuestros catálogos perceptivos y analíticos normales.
Algunos estudiosos que exploraron este dominio nublado vuelven para anunciar categóricamente que toda esa vida es ilusoria, simples restos hundidos y sombras arremolinadas en el subsuelo, que invitan a la percepción errónea por parte de los crédulos y a la tergiversación por parte de los proveedores. Sin embargo, otros con una convicción comparable describen con minucioso detalle sus observaciones de una variedad de seres extraordinarios de dimensiones y capacidades asombrosas.
Se afirma que algunos de ellos aparecen de forma inesperada, surgiendo de las profundidades de la naturaleza para destellar momentáneamente a la luz del sol de la experiencia humana, para luego desaparecer de nuevo antes de que se pueda realizar cualquier calibración sistemática de sus características.
Se dice que otros son atraídos hacia un comportamiento más replicable y controlado, pero solo por personas con un talento especial o un amplio entrenamiento. Los exploradores de estos misterios presentaron muchas pruebas inválidas, incluso fraudulentas, de tal actividad, lo que arroja profundas sospechas sobre todos los demás testimonios.
Una vez examinados a fondo, solo parece que se capturaron unos pocos ejemplares legítimos, mediante un tedioso y deliberado trolling en el dominio fangoso, o mediante una invasión más incisiva de su turbio interior, e incluso estos resultaron ser tan incomprensibles y tan delicados de exponer, y los criterios impuestos para su credibilidad han sido tan severos, que no son del todo persuasivos. Sin embargo, el objetivo sigue siendo atractivo y la búsqueda continúa.
3. El fundador del método científico, Sir Francis Bacon, instó a los estudios psíquicos
Jahn mencionó el apoyo que Sir Francis Bacon y otros prominentes científicos expresaron para el estudio de los fenómenos psíquicos:
Tal vez los primeros comentarios científicos importantes sobre el tema fueron ofrecidos a finales del siglo XVII por Sir Francis Bacon, ampliamente considerado como el creador del método científico. En «The Advancement of Learning» sugirió que «las supersticiones y cosas parecidas» no debían excluirse del estudio científico, y en su libro póstumo, «Sylvia Sylvarum», propuso la investigación deliberada de los sueños telepáticos, la curación psíquica y la influencia de la «imaginación» en el lanzamiento de los dados.
El psicólogo y filósofo de Harvard, y uno de los fundadores de la Sociedad Americana de Investigación Psíquica, William James, fue también un importante contribuyente a «la evolución del pensamiento crítico sobre este tema», escribió Jahn.
Citó a James:
Cualquier persona con un sano sentido de la evidencia, un sentido no entorpecido metódicamente por el sectarismo de la ‘ciencia’, debería ahora, me parece, sentir que las sensibilidades y los recuerdos exaltados, los fantasmas verídicos, las casas embrujadas, los trances con facultades sobrenormales, e incluso la transferencia de pensamiento experimental, son tipos naturales de (fenómenos) que deberían, al igual que otros eventos naturales, ser seguidos con curiosidad científica.
4. El crecimiento de los estudios psíquicos se asemeja a los días de formación de otras ciencias
Después de revisar la historia de los estudios psíquicos, Jahn concluyó:
En muchos aspectos, el patrón de crecimiento de este campo se asemeja al de las ciencias naturales en sus primeros días, o quizás aún más a la incubación de la psicología clásica, en términos de la ausencia de experimentos básicos replicables y de modelos teóricos útiles, el bajo nivel de apoyo financiero y de coordinación profesional interna, y la poca credibilidad en el establecimiento académico y en los sectores públicos. Al igual que esos campos, la supervivencia y el crecimiento temprano de la investigación psíquica pueden atribuirse en gran medida a los esfuerzos de unos pocos estudiosos con la suficiente convicción, estatura y coraje para resistir el rechazo de las comunidades ortodoxas.
El papel de la conciencia humana en el mundo físico debería ser una de las nuevas fronteras de la ciencia, dijo. Desde la década de 1940 hasta 1982, unas 50 tesis sobre temas psíquicos habían sido aceptadas en universidades de renombre.
5. ¿Proceso psíquico común en un pasado lejano?
Curiosamente, Jahn escribió: «La Biblia, al igual que la mayoría de los textos teológicos básicos, trata el proceso psíquico como un ingrediente central, en un tono tan práctico que uno se inclina a creer que la gente de aquellos tiempos aceptaba tales eventos de forma bastante rutinaria».
6. El valor de los estudios psíquicos en la era de la información
En su artículo de 2005, Jahn señaló:
La aparición de la información como una tercera corriente científica importante, junto con el desarrollo de herramientas cada vez más sensibles y complejas para su aclaración y despliegue, introducen ahora cuestiones sobre cómo acomodar las cuestiones de contexto y significado, ambos aspectos inherentemente subjetivos pero críticos de la información pragmática.
Escribió: «Los factores subjetivos no solo pueden ser relevantes para la percepción de la realidad física, sino que pueden ser componentes críticos de su naturaleza esencial».
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