Comentario
El Partido Comunista Chino (PCCh) presentó una carta abierta pidiendo a sus aliados y a los partidos subordinados de todo el mundo que se reúnan en torno a Beijing y aprovechen la crisis del virus del PCCh para hacer avanzar la causa socialista internacional.
El 2 de abril, el sitio web del Departamento Internacional del Comité Central del Partido Comunista de China publicó una «Carta abierta pidiendo una cooperación internacional más estrecha en la lucha contra el COVID-19″. Según un informe del mismo día en el medio de comunicación de propaganda del PCCh, Xinhua, al menos 230 partidos políticos de más de 100 países han dado su respaldo o vuelto a publicar la carta.
Mientras se minimiza la gravedad del virus a nivel interno, la estrategia del PCCh es exagerar masivamente el problema a nivel internacional. En la carta abierta del PCCh se califica el brote de la enfermedad como «el desafío más urgente y grave» —¿quizás el propio PCCh podría ajustarse mejor a esa descripción?
«Hoy en día, como el Covid-19 se está propagando rápidamente por todo el mundo, éste constituye el desafío más urgente y serio tanto para la salud de la humanidad como para la paz y el desarrollo mundiales».
«Ante esta situación sin precedentes, nosotros, los principales partidos políticos de diversos países, a los que se nos ha encomendado la importante responsabilidad de mejorar el bienestar de la población, promover el desarrollo nacional y salvaguardar la paz y la estabilidad mundiales, emitimos nuestro llamado conjunto de la siguiente manera:»
La carta, presentada abiertamente por el PCCh, pide «políticas coordinadas» y «movilización de recursos y fuerzas a nivel mundial» antes de permitirse un desvergonzado autoelogio:
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«Somos conscientes de que el virus no respeta fronteras, y ningún país puede responder solo a los retos que se presentan ante el brote. (…) Una cooperación internacional más estrecha, políticas coordinadas, acciones concertadas y la movilización de recursos y fuerzas a nivel mundial nos permitirán derrotar este virus, un enemigo común de toda la humanidad».
«Tomamos nota de los importantes avances en la lucha contra el COVID-19 en China, (…) que han permitido ganar tiempo y ofrecer experiencia al resto de la comunidad internacional. Elogiamos mucho a los países, incluida China, por adoptar una actitud abierta, transparente y responsable para revelar información relacionada de manera oportuna, compartir la experiencia sobre la respuesta y el tratamiento de los pacientes y, en particular, proporcionar suministros médicos y de otro tipo en la medida de sus posibilidades a otros países afectados. (…)”
Luego viene un mensaje en clave al movimiento comunista internacional —proteger al PCCh de la culpa y las represalias internacionales, proteger a los miles de agentes del PCCh en los países occidentales del escrutinio o la expulsión, y trabajar por una mayor integración con la ONU, la Organización Mundial de la Salud y otras organizaciones internacionales antioccidentales:
«Nos oponemos firmemente a todos los comentarios y prácticas discriminatorias contra cualquier país, región o grupo étnico, y exhortamos a los gobiernos de todos los países a que adopten medidas proactivas para proteger la salud, la seguridad y los intereses legítimos de los extranjeros y los estudiantes que albergan. (…)»
«Consideramos que el brote del COVID-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de que todos los países sigan fomentando la perspectiva de la gobernabilidad mundial de lograr un crecimiento compartido mediante el debate y la colaboración, y apoyen la función rectora de las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud en la gobernanza mundial de la salud pública. Pedimos a todas los partidos que mejoren la coordinación y la cooperación en el marco del G20 y otros mecanismos internacionales para la prevención y el control internacionales eficaces, mientras nos esforzamos por construir una comunidad mundial con un futuro compartido para la salud pública».
Hasta la fecha, el PCCh no ha publicado una lista de los 230 firmantes «de los principales partidos políticos». Podría ser porque muchos no son » principales» y la mayoría de ellos son comunistas.
Los partidos políticos importantes que se conoce que firmaron la carta del PCCh hasta ahora incluyen el gobernante Partido Comunista de Cuba y el Partido Comunista de Nepal. El Partido Comunista de Sudáfrica, que semigobierna ese país en asociación con el Congreso Nacional Africano, respaldó la carta. El Partido Progresista de los Trabajadores de Chipre, que a menudo está en el poder y es abiertamente comunista, también la firmó.
Más abajo en la jerarquía socialista, el Partido Comunista de Estados Unidos, el Partido Comunista de Australia, el Partido Comunista de Inglaterra y el Partido Comunista de Gran Bretaña (Marxista-Leninista) también prestaron su buen nombre al esfuerzo.
Entre los partidos menos conocidos que respaldan la iniciativa del PCCh se encuentran el Partido Comunista de Bangladesh (marxista-leninista), el izquierdista Partido Pheu Thai de Tailandia y el militante Frente Patriótico de Ruanda.
Granma, el periódico del Partido Comunista de Cuba, utilizó la carta abierta del PCCh como vehículo para promover el globalismo socialista, defender al PCCh y aumentar la coordinación comunista internacional:
«El texto, firmado por 230 partidos políticos de más de cien países, reconoce que el COVID-19 ha puesto al mundo frente al más apremiante y grave desafío para la salud humana y el desarrollo mundial pacífico. (…)»
«Conscientes de que el virus no conoce fronteras, los firmantes dijeron que ningún país es capaz de hacerle frente por sí solo y, por lo tanto, pidieron que se mancomunaran recursos y fuerzas a nivel mundial mediante la cooperación internacional, políticas integradas y acciones coordinadas.
«Ellos reconocen a las naciones, incluida China, por su actitud abierta, transparente y responsable en la publicación de información epidemiológica y el intercambio de experiencias en materia de prevención y tratamiento, especialmente por su ayuda con los suministros médicos a los países afectados. (…)»
«Los firmantes también se comprometieron a mantener una estrecha comunicación en esta coyuntura única, para dar impulso a la batalla contra la epidemia, honrando su papel político de guía».
El periódico afiliado al Partido Comunista de Gran Bretaña, «Morning Star«, utilizó la carta abierta como trampolín para elogiar al PCCh y a sus aliados rusos y cubanos, mientras atacaba fuertemente a Estados Unidos:
«China, Rusia y Cuba han estado entre los países que lideran la lucha, enviando equipos médicos y ayuda a los lugares más afectados por la pandemia. (…)»
«Pero EE. UU. fue acusado de actuar como un ‘matón del Salvaje Oeste’ al bloquear la ayuda médica esencial a Cuba y enviar buques de guerra hacia Venezuela».
«Washington ha aumentado las sanciones a Irán, impidiendo que compre suministros médicos en el mercado mundial, y ha puesto en marcha una guerra de propaganda contra China que los críticos han descrito como una ‘cortina de humo’ para eludir los fracasos de EE. UU.».
No se debe desestimar el intento del PCCh de aprovecharse de la pandemia del virus.
Aunque la mayoría de los 230 partidos son sin duda pequeños, todos tendrán una influencia importante en los más de 100 países que representan. Algunos son partidos gobernantes y tienen todo el peso de sus estados detrás de ellos. Otros tienen control sobre federaciones sindicales locales, alianzas de mujeres y jóvenes, el mundo académico y organismos religiosos. Todos forman parte del mayor movimiento político coordinado que existe hoy en día en el mundo.
Occidente ya está en guerra con el PCCh y sus aliados. El objetivo de ellos es crear un caos social, impulsar las economías de Occidente y destripar el gasto militar de EE. UU. Cuando eso ocurra, el PCCh, Rusia, Irán y Cuba dirigirán este planeta.
Hoy en día, estamos en un conflicto principalmente de información —un lado apenas está luchando. Si se le permite al PCCh ganar esta etapa de la guerra, Occidente no estará en posición de resistir lo que venga después.
Trevor Loudon es escritor, cineasta y orador público de Nueva Zelanda. Durante más de 30 años, ha investigado la izquierda radical, los movimientos marxistas y terroristas y su influencia encubierta en la política general. Es más conocido por su libro «Enemies Within»: Comunistas, Socialistas y Progresistas en el Congreso de Estados Unidos» y su película documental de temática similar «Enemies Within». Su próximo libro es «Rojos de la Casa Blanca: Comunistas, socialistas y riesgos de seguridad para el presidente de EE. UU., 2020».
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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