El régimen chino anunció recientemente que el 80% de todas las empresas dirigidas por el gobierno central reanudaron sus operaciones el 18 de febrero, después de una pausa del Año Nuevo Lunar prolongada por mandato, a fin de evitar que la gente se reuniera y potencialmente propagara el coronavirus.
Sin embargo, los puntos de referencia indicaron que muchas más empresas chinas no regresaron a trabajar, a pesar del deseo de las autoridades centrales de evitar una desaceleración económica debido al brote del virus.
¿Cuál ha sido la tasa de regreso al trabajo?
Economistas chinos dijeron en la revista de negocios Caixin que, del 2 de enero al 16 de febrero, la energía eléctrica generada en el país estuvo aproximadamente al 60% de los niveles de años anteriores.
Asimismo, el 13 de febrero, el consumo diario de energía de carbón en toda China fue de aproximadamente 50% menor en 2020 en comparación con los promedios de 2016-2019 durante el mismo período, según una investigación del banco de inversiones Morgan Stanley.
Por otra lado, Lu Ting, economista jefe de la sucursal china de Nomura Securities, dijo que solo una cuarta parte de todos los trabajadores migrantes regresaron al trabajo para el 16 de febrero. Estos trabajadores suelen trasladarse de sus pueblos natales a las principales ciudades chinas para trabajar con salarios bajos.
Huachuang Securities publicó un informe en el que se estimó que solo dos tercios de todos los trabajadores migrantes podrían volver a trabajar a finales de febrero.
El medio estatal Xinhua, con base en los datos del gobierno provincial de Jiangsu, informó que 3.24 millones de trabajadores en esa región volvieron a trabajar para el 16 de febrero, correspondiente al 57% del número durante los períodos normales.
Además, el informe dijo que esos 3,24 millones de trabajadores constituían el 17% del total de trabajadores que volvieron a trabajar en China. Bajo ese número, eso significa que solo unos 19 millones de trabajadores volvieron a trabajar en toda China.
Según las últimas estadísticas oficiales de China, el país tenía 805,7 millones de trabajadores a finales de 2018. Cerca de 213,9 millones de ellos trabajaban en las industrias manufactureras.
En el ámbito de las empresas estatales, la Comisión de Supervisión y Administración de Activos de Propiedad Estatal de China (SASAC) organizó una conferencia de prensa el 18 de febrero para tratar el tema de la reapertura de las empresas. Se trata de una agencia gubernamental bajo el Consejo de Estado, tipo gabinete, que gestiona las 20.000 empresas estatales del país.
El portavoz y secretario general de SASAC, Peng Huagang, dijo en la conferencia de prensa: «Más del 80% de los fabricantes estatales reanudaron la producción (…) Más del 95% de las empresas de petróleo y petroquímica, comunicaciones, red eléctrica y transporte reanudaron sus operaciones».
Peng no proporcionó detalles como cuántas líneas de producción dentro de estas empresas han reiniciado, o cuántos trabajadores regresaron a sus puestos.
Sin embargo, la empresa de inversiones China International Capital Corporation dijo al medio de comunicación chino Caixin que ha habido «un descenso significativo» en la tasa de funcionamiento de: empresas estatales que producen carbón coquizable (utilizado para fabricar acero), altos hornos, fabricantes de neumáticos semiderruidos de acero para automóviles y productores de cemento».
Informes locales
En varias ciudades importantes, muchas empresas permanecieron cerradas.
El periódico estatal chino Securities Times informó la situación de la ciudad de Shenzhen, en la provincia de Guangdong, al sur de China, un centro tecnológico.
«El parque industrial de Baiwangxin solía tener 12.000 personas que trabajaban en su interior. Ahora, solo 2.500 están trabajando. En varias fábricas de gran tamaño, menos de 200 personas están trabajando en los talleres», dice el informe. «La mayoría de las empresas en el Parque Científico Nanshan Kexing le han pedido a sus empleados que trabajen desde casa». Este último es el hogar de docenas de desarrolladores de videojuegos para móviles.
El informe explica que la mayoría de los trabajadores migrantes no tienen propiedades en Shenzhen, pero los propietarios de los edificios de apartamentos que han alquilado se han negado a dejarlos entrar, porque les preocupaba que los trabajadores pudieran estar infectados con el virus.
Un internauta compartió en la red social china Pearvideo la situación en una fábrica de Foxconn en la ciudad de Zhengzhou, provincia de Henan, el 18 de febrero.
A pesar de ofrecer un bono de regreso al trabajo de 3.000 yuanes (430 dólares), Foxconn todavía no ha podido tener suficientes trabajadores. «Han pasado cuatro días [desde que Foxconn reabrió] (…) Hoy tenemos más trabajadores. Tenemos más de 200 trabajadores (…) Las dos líneas de producción necesitan 1.050 trabajadores. Los trabajadores veteranos no quieren volver», dice el guardia de seguridad de Foxconn en el video.
El ciudadano también filmó frente al dormitorio de Foxconn para los trabajadores de la fábrica de Zhengzhou, donde un aviso en el tablón de anuncios estipula que todos los trabajadores deben informar de su paradero durante los últimos 30 días. Los trabajadores que vienen de otras ciudades deben estar en cuarentena durante 14 días.
La Cámara de Comercio de Estados Unidos en Shanghai también publicó recientemente los resultados de una encuesta en la que entrevistó a 104 de sus empresas miembros con operaciones de fabricación en Shanghai, Suzhou, Nanjing y la región del delta del río Yangtsé.
El 78% de las empresas no tenían suficiente personal para dirigir una línea de producción completa. La falta de personal, los problemas de logística y el hecho de no tener suficientes mascarillas faciales fueron algunas de las mayores preocupaciones de las empresas.
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