Uno de los mercados de carne de perro más conocidos de Corea del Sur fue cateado por las autoridades el 1 de julio como parte de una campaña de mano dura en Seúl, la capital del país.
Un total de 85 perros atemorizados, en su mayoría mezclas de Jindo coreanos, fueron rescatados por trabajadores sociales del lugar. Los caninos fueron encontrados acurrucados en jaulas estrechas, tan asustados que a veces se negaban a salir, y tuvieron que ser persuadidos, consolados o retirados físicamente por los rescatistas.
Ese infame mercado, llamado Gupo, en Busan era simbólicamente significativo por el comercio canino, exhibiendo abiertamente animales enjaulados afuera de las carnicerías de perros en un lugar visible al público. La carne de perro descuartizada se presentaba allí, expuesta, en las puertas transparentes de los congeladores.
«El cierre del mercado de carne de perro Gupo significa el fin de una era espantosa en la historia de la carne de perro de Corea del Sur, y una señal de que las autoridades locales y policiales están tomando medidas enérgicas contra esta industria cada vez más impopular con la que la mayoría de los coreanos no quieren tener nada que ver», dijo Nara Kim de Humane Society International.
«Sé que tenemos un largo camino por recorrer para acabar con el comercio de carne de perro aquí, pero incluso hace dos años nunca hubiera creído que veríamos tal progreso.»
Kim agregó que estaba complacida de haber podido cooperar con las autoridades para rescatar a estos últimos perros sobrevivientes del Gupo.
Era en Gupo donde se sacrificaban estos perros por encargo para los clientes en el lugar. Los animales serían electrocutados hasta morir a plena vista de los demás perros, un método que normalmente tarda cinco minutos antes de que el perro muera. Ha habido casos en los que los vendedores de carne de perro han tardado hasta 20 minutos en matar a un perro por electrocución, reportó Daily Mail.
La electrocución es una forma común de matar perros para comer, aunque a veces son ahorcados.
«El olor era abrumador», dijo Nara. «HSI ha cerrado 14 granjas de carne de perro en Corea del Sur y ha rescatado a casi 1.800 perros, todos los cuales habrían terminado en un lugar terrible como éste».
«Todos los perros en Gupo han sido trasladados a un refugio temporal donde se recuperarán de su terrible experiencia.»
Al igual que otros 2 millones de perros en Corea del Sur, estos caninos nacieron y se criaron en granjas específicamente para el comercio de carne de perro.
La reciente serie de medidas enérgicas a gran escala en Seúl forma parte de un proyecto de planificación urbana para un parque público. En su apogeo durante los años 70 y 80, había unas 60 carnicerías de perros en Gupo. El infame comercio comenzó a declinar después de los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988. Muchos granjeros de carne de perro también han abandonado el negocio debido al creciente estigma que rodea al comercio.
Sin embargo, muy pocos surcoreanos consumen carne de perro, se sirve en una sopa llamada bosintang, un plato popular durante los meses de julio y agosto.
Kim dice que algunos de los perros rescatados permanecerán en Corea del Sur para ser adoptados. Mientras tanto, HSI enviará el resto a Canadá y a los Estados Unidos para que los cuiden y encuentren hogares amorosos para siempre.
¡A estos perros se les ocurre de todo!
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