Según la inspectora general independiente de la ciudad, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, no ha pagado los gastos de seguridad que se produjeron durante su campaña presidencial y ha hecho un uso indebido de su servicio de seguridad en beneficio de sus invitados o de su familia.
Margaret Garnett, comisionada del Departamento de Investigación de la ciudad, nombrada por De Blasio, emitió este jueves un informe (pdf) en el que detalla el uso indebido de fuentes públicas por parte del alcalde o de sus familiares que el departamento encontró en una investigación iniciada desde agosto de 2019.
«Ninguna persona razonable discute que el alcalde de la ciudad de Nueva York debe tener protección de seguridad y que proporcionar dicha protección, en consonancia con las normas de ética de la ciudad, es en el interés de la ciudad», dice el informe. «Sin embargo, debido a la naturaleza del trabajo de protección (que incluye tanto la inevitabilidad del tiempo de inactividad como la intimidad de la relación entre la persona protegida y el empleado a lo largo del tiempo), la provisión de un destacamento de seguridad permanente es potencialmente vulnerable a la corrupción y al mal uso de los recursos públicos».
El organismo de control descubrió que el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) pagó aproximadamente 319,794.20 dólares para que el destacamento de seguridad del alcalde se desplazara fuera de la ciudad en sus viajes de campaña. Pero el alcalde no ha reembolsado el gasto ni su campaña.
El 16 de mayo de 2019, el alcalde de Blasio anunció su candidatura a las elecciones presidenciales de 2020. Su campaña terminó el 20 de septiembre de 2019.
De acuerdo con las orientaciones emitidas por la Junta de Conflictos de Intereses de la ciudad, cualquier uso del tiempo o los recursos de la ciudad para actividades políticas es una violación de las orientaciones, excepto que ciertos funcionarios electos pueden usar vehículos de propiedad de la ciudad para viajes políticos en o cerca de la ciudad de Nueva York, señaló el informe.
El informe también detallaba casos en los que el alcalde o un miembro de su familia utilizaron los equipos de seguridad para beneficio personal.
Por ejemplo, la Oficina de Inteligencia de la Policía de Nueva York proporcionó una furgoneta Sprinter y asistencia física para trasladar los muebles a la hija del alcalde, Chiara de Blasio, cuando se trasladó de su apartamento a la Mansión Gracie, la residencia oficial del alcalde.
El informe también afirmaba que el personal de seguridad de de Blasio llevó a su hijo, Dante de Blasio, a o desde la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut, sin que el alcalde o la primera dama estuvieran presentes. El alcalde había solicitado directamente en varias ocasiones que Dante de Blasio fuera trasladado a lugares de la ciudad de Nueva York, como estaciones de tren o autobús.
Desde diciembre de 2019 o enero de 2020, el personal de la policía de Nueva York había proporcionado viajes diarios para Dante desde la Mansión Gracie hasta su lugar de trabajo en Brooklyn hasta que la pandemia llegó en la primavera de 2020.
La investigación identificó unos ocho casos en los que de Blasio solicitó directamente que sus invitados fueran transportados, sin su acompañamiento, por miembros de su personal de seguridad.
Según el informe, una revisión limitada de las comunicaciones del personal de seguridad identificó aproximadamente 36 casos en los que transportaron a empleados de la alcaldía sin que el alcalde o la primera dama estuvieran presentes. En aproximadamente 12 de los 36 casos, los empleados hacían recados para el alcalde, como llevarle café o comida.
El informe también concluye que Howard Redmond, el inspector de la policía de Nueva York encargado de la seguridad de la primera familia, «obstruyó activamente» la investigación al negarse a entregar un teléfono del Ayuntamiento e intentar destruir el teléfono que le dio el NYPD.
Redmond fue remitido a la oficina del fiscal del distrito de Manhattan para su posible procesamiento.
De Blasio se defiende
El alcalde se defendió durante una rueda de prensa el jueves.
«Me siento honrado de ser el alcalde de la ciudad, pero mi primera responsabilidad fue como padre y esposo. Y por eso, pienso en la seguridad de mi familia todo el tiempo», dijo de Blasio. «Las decisiones finales sobre cómo alinear la seguridad, cómo proteger a quienes han sido elegidos por el pueblo para liderar tienen que ser tomadas por la policía de Nueva York».
«No recurrieron a los expertos en seguridad, a pesar de que dejé muy claro a quiénes recurro para que me orienten», añadió de Blasio. «Para mí, esa omisión es simplemente poco profesional, e injusta, e inexacta; hace un daño a la gente de esta ciudad porque no se puede, como otra agencia, hablar de lo que está bien o mal con la seguridad pública sin consultar realmente a los expertos en seguridad pública. No tiene ningún sentido para mí. Y no creo que sea correcto».
«He actuado de buena fe, siempre. He seguido todas las orientaciones que me han dado. También he pensado constantemente en el impacto que todo esto está teniendo en mi familia y he pensado en su seguridad, y me he remitido, siempre, a la policía de Nueva York en términos de cuál es la forma correcta de abordar eso».
En cuanto a los gastos de casi 320,000 dólares que debía a la ciudad, de Blasio dijo que había presentado una apelación a la Junta de Conflictos de Intereses. «Ciertamente los respeto y tengo fe en que revisarán cuidadosamente estos hechos y luego llegarán a una determinación final».
John Miller, el comisionado adjunto de Inteligencia y Antiterrorismo de la Policía de Nueva York, también apoyó al alcalde durante la conferencia de prensa.
Miller dijo que la policía de Nueva York había detectado 308 amenazas distintas contra el alcalde en los últimos ocho años, 33 de las cuales han hecho referencia específica a su familia dentro de la amenaza.
«La posición de la Oficina de Inteligencia de la Policía de Nueva York era, antes de este informe, desde hace varios años, y sigue siendo, que los hijos del alcalde están designados como protegidos, y les proporcionaremos la protección que podamos cuando podamos, si la aceptan», afirmó Miller.
En una entrevista con PIX11 el viernes por la mañana, Garnett rebatió la afirmación de de Blasio y Miller.
«No hay duda de que la policía de Nueva York ha recibido amenazas contra la familia de Blasio y que esas amenazas, según la Oficina de Inteligencia, podrían merecer protección», dijo Garnett. «Pero los hijos de De Blasio se negaron a ello. Tenían un encargado de seguridad propio; cuando se hicieron adultos lo rechazaron».
«Así que lo que tienen actualmente no está determinado por las necesidades de seguridad, está determinado únicamente por su preferencia», dijo Garnett. «No es la forma adecuada de hacerlo. No hay un solo papel en el departamento de policía que documente cuáles son las amenazas, el análisis, cualquier determinación de seguridad que se corresponda con la situación».
Garnett también dijo que sí se puso en contacto con la policía de Nueva York durante la investigación, contrario a lo que afirma el alcalde.
Garnett fue nominada por de Blasio en noviembre de 2018 y confirmada por el Consejo de la Ciudad el mismo mes. Antes de eso, se desempeñó como fiscal federal durante 12 años. El alcalde la elogió por décadas de trabajo protegiendo el interés público en ese momento.
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