En medio de intensas y a menudo caóticas protestas en China por las normas autoritarias y punitivas contra COVID-19 por parte del régimen, la empresa californiana Apple Inc. está enfrentando críticas por aplicar políticas que dificultan a los ciudadanos chinos el uso de algunos de sus productos para hablar, enviar mensajes de texto y compartir contenido.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, que recientemente ganó la reelección en su estado natal por casi 20 puntos en las elecciones de medio período, dijo a Fox News el martes que la política de limitar el uso de la aplicación AirDrop de Apple en los iPhones en China juega a favor del Partido Comunista Chino (PCCh) al hacer que las protestas sean menos unificadas y menos efectivas.
«Si observamos lo que está ocurriendo en China en estos momentos, el PCCh ha estado imponiendo estas políticas de cierre de Cero COVID. Ellos llevan tres años haciéndolo de forma intermitente y hay gente en China que está realmente comprometida en un noble esfuerzo para protestar contra lo que es básicamente un gobierno leninista», dijo DeSantis.
«Así que [Apple] está sirviendo básicamente como vasallo del Partido Comunista Chino».
DeSantis parece haber tomado nota del sospechoso instante del 9 de noviembre, en que Apple publicó una nueva versión de su sistema operativo móvil bajo la rúbrica de iOS 16.1.1. La actualización incorporó un cambio que solo afecta a los usuarios de 9to5Mac con sede en China, proporcionando a estos usuarios una ventana de tan solo 10 minutos para recibir mensajes de otros, cuando antes existía un ajuste que permitía la entrada de mensajes de cualquiera durante un tiempo indefinido. La imposición de esta norma ha mermado obviamente la capacidad de los manifestantes para coordinarse a tiempo y compartir entre sí información muy sensible sobre sus propias ubicaciones y actividades, así como las de las fuerzas de seguridad que acorralan a los manifestantes.
Las críticas de DeSantis a Apple por limitar el uso de su herramienta para compartir contenidos se produjeron en uno de los momentos más tensos del largo conflicto entre los funcionarios del PCCh y los ciudadanos de toda China, quienes se quejan de las duras restricciones a sus movimientos y a sus actividades en el marco de la política de «Cero COVID» del régimen.
El miércoles se informó de escenas caóticas en la ciudad de Guangzhou. Los vídeos de Twitter han captado imágenes de policías con equipo antidisturbios que sostienen escudos para desviar los escombros que les lanzan mientras avanzan hacia los manifestantes, imágenes de personas que huyen de los botes de gas lacrimógeno y de policías que se llevan a los manifestantes esposados.
Un artículo de The Epoch Times del miércoles señala que una de las protestas más contundentes contra las políticas duras e intimidatorias del régimen tuvo lugar en el distrito de Haizhu a mediados de noviembre, cuando más de un millar de residentes se manifestaron para exigir más alimentos y suministros médicos. En el último fin de semana, las protestas se han extendido por todo el país como consecuencia de un incendio en la provincia de Xinjiang en el que murieron unas diez personas que, según los informes, no pudieron escapar ni recibir ayuda a tiempo, en parte debido a las restricciones a sus movimientos por COVID-19.
Apple Inc. no respondió a una solicitud de comentarios al cierre de esta edición.
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