BUENOS AIRES, ARGENTINA – El domingo por la tarde El Rey Mono se despidió de Buenos Aires, poniendo fin a la gira que lo llevó por varias ciudades de Latinoamérica. Al igual que en toda la gira, el público se mostró maravillado con el espectáculo y manifestó su deseo de que la compañía neoyorquina Shen Yun vuelva el año que viene.
La reconocida actriz Betiana Blum, por ejemplo, había visto espectáculos de Shen Yun y dijo que “Siempre que vienen los vuelvo a ver porque me parece un espectáculo celestial, la palabra es celestial, porque realmente pasan de los mundos, ¡y está hecho tan bien!”
También destacó el trabajo de las bailarinas y recomendó al show: “Siempre lo digo, que vengan a verlos que es algo absolutamente extraordinario, es un espectáculo puro, es muy bello, es muy inocente, tiene algo… ¡una pureza! Y bueno, artísticamente ni hablar, ¡es una maravilla!”
El Rey Mono es el nuevo espectáculo de Shen Yun, el primero en contar una misma historia de principio a fin, a diferencia de los shows de años anteriores que estaban compuestos por diversos actos de historias y estilos diferentes.
El Rey Mono está basado en la novela clásica china ‘Viaje al Oeste’, que cuenta la historia de un monje de la Dinastía Tang que debe viajar a la India en busca de las escrituras sagradas, y lo acompañan tres discípulos, entre ellos, el Rey Mono. La historia persiste a través de los siglos no sólo por las aventuras de sus divertidos personajes, sino también por su significado más profundo que implica una búsqueda espiritual personal.
Ana Carpentieri, comerciante, se sintió muy emocionada por el mensaje que percibió en el espectáculo. “Es una enseñanza espiritual muy profunda, es milenaria pero sigue vigente a través de los siglos, de los años. O sea, la esencia de la divinidad humana es la misma a través de los años”, dijo y agregó: “Llega mucho al corazón, llega mucho a los sentimientos dentro. Hay un antes y un después de ver el espectáculo, es muy conmovedor”.
Ana también elogió a los bailarines de Shen Yun, no solo por su destreza, sino por el corazón que ponen al bailar.
“Son increíbles, transmitían una sensibilidad, una pasión por lo que hacen, un amor por lo que hacían, que era increíble. Realmente vi muchos espectáculos pero este me dejó una enseñanza y un amor fantástico”.
Los artistas de Shen Yun—bailarines, músicos, coreógrafos, compositores y todo el equipo– siguen la noble tradición de contemplar a lo divino como inspiración. Para ellos, esta conexión espiritual es la motivación para lograr la excelencia, es el corazón detrás de cada movimiento de los bailarines y cada nota de los músicos. Es la razón por la que el público puede sentir que Shen Yun es algo diferente, explica la compañía en su sitio web.
Esto mismo también percibió la artista plástica Stella Maris Quintana, quien dijo: “Estoy realmente maravillada. He visto musicales, obras de teatro, pero esta me llegó muy pero muy adentro. No sé cómo explicarlo. Realmente es algo nunca visto”.
También destacó la puesta en escena, el uso de la pantalla de fondo y la presentadora del espectáculo que explicó varios aspectos de la danza clásica china. “De los colores, el verde fue algo que iluminó el escenario y el rosa al final fue algo espectacular. Fue una combinación de colores realmente excepcional”.
Stella Maris comentó que su familia le regaló la entrada por su cumpleaños, y al respecto dijo: “Le agradezco a mi familia por haberme hecho este maravilloso regalo porque realmente me llegó muy profundamente”, y agregó que le dejó una gran enseñanza.
Para mantenerse informado sobre Shen Yun y sus próximas presentaciones, consulte su sitio web aquí.
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