La famosa conductora de TV argentina dijo estar “maravillada” y que nunca vio nada igual.
Amante del arte y de la cultura tradicional china, la conductora de TV Susana Giménez tuvo por fin su noche soñada al asistir al espectáculo Shen Yun: pudo ver cinco mil años de civilización en poco más de dos horas a través de un arte escénico que calificó como “fabuloso”.
Shen Yun Perfoming Arts, con sede en Nueva York, está estrenando en el teatro Opera Citi de Buenos Aires su Gira Mundial 2013, con un programa totalmente nuevo, interpretado por más de sesenta bailarines y cantantes, además de una orquesta de más de treinta músicos, que combina magistralmente una base de instrumentos occidentales con los más particulares instrumentos chinos milenarios.
Este gran elenco despliega historias conmovedoras a través de la expresividad de la danza clásica china, con coreografías sorprendentes, saltos, volteretas, vestuarios complejos y coloridos, música orquestal y proyecciones de fondo que hacen de escenografía y que interactúan con los artistas.
“La técnica, la perfección, el vestuario, nunca vi una cosa igual”, comentó Susana Giménez a los medios de prensa.
La conexión de Susana con Shen Yun fue amor a primera vista. “Cuando vi la publicidad, yo estaba corriendo en mi máquina –veo la tele mientras corro porque si no, me aburro–, y veo esto y digo: ‘Ay, tengo que ir’, y enseguida llamé para decir: ‘mira, quiero ir a ver este ballet’, porque me pareció impresionante”.
Susana encontró aun más de lo que fue a buscar en Shen Yun. “Maravilloso, maravilloso”, expresó la diva en una entrevista con La Gran Época en el intervalo del espectáculo. “Me pareció de un buen gusto, y hay que estar realmente ‘focus’ para hacer todo lo que hacen, porque es increíble. Aparte, me encantó saber que ese es el baile clásico chino, que es totalmente diferente al occidental. Realmente me sorprendió muchísimo, es algo fabuloso. Aparte, las pantallas atrás te hacen ver lugares increíbles. Estoy muy contenta de haber venido”.
La interacción de las tramas con la pantalla gigante de fondo, tal como elogió Susana, sumerge a la audiencia en las historias y aventuras. Así, el espectador se adentra en una nueva aventura del rey mono, en un palacio de la Luna, comparte la belleza y bondad de las diosas fénix, entre muchos otros números conmovedores.
A Susana le gustó particularmente el número ‘13 monjes shaolin defienden al emperador Tang’. “Me encantó el acto de los pelados con el abad. Me encantó, me encantó cómo defendían al emperador”.
Los vestuarios originales tienen un rol protagónico en las danzas: mangas largas y sedosas en algunos números generan una atmósfera celestial. Las polleras despliegan un colorido ilimitado que varía según los movimientos de las bailarinas.
“Todo eso de las mangas y las polleras de las mujeres, es una cosa divina, la verdad que divina”, comentó Susana Giménez.
Apoyo a un arte prohibido en China
Shen Yun gira por todo el mundo, pero curiosamente no puede actuar en China, la tierra donde nació la cultura que esta compañía asume la misión de recuperar. Allí, la cultura tradicional y su espiritualidad inherente fueron destruidas sistemáticamente por el régimen comunista en los últimos sesenta años. Además, la disciplina espiritual ancestral Falun Dafa, que inspira a los artistas, es perseguida brutalmente desde hace más de una década allí.
Susana Giménez se refirió específicamente a este punto. “Me encantó que protesten contra el gobierno, que me parece que no tiene derecho a prohibir la cultura china, que es milenaria. Todo el mundo puede ver esto, y en China también les encantaría. No entiendo por qué se puede prohibir el arte”.
También elogió la disciplina Falun Dafa. “Es una técnica buena para practicar, parece que es una cosa buena”, dijo.
Volviendo al espectáculo, Susana lo recomendó para todo el mundo. “Yo les diría que no se lo pueden perder, es algo diferente. Nosotros estamos acostumbrados a ver otro tipo de musicales, y es algo que no se puede perder.”
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