El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken anunció este martes que canceló la reunión prevista para el jueves con su homólogo ruso, el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, por la decisión de Moscú de reconocer las regiones separatistas de Ucrania como territorios independientes.
Poco después de una reunión con el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, en Washington, Blinken dijo a los periodistas que, dadas las circunstancias, la reunión entre él y Lavrov no seguiría adelante como estaba previsto.
«Ahora que vemos que la invasión está empezando y que Rusia dejó en claro su rechazo total a la diplomacia, no tiene sentido seguir adelante con esa reunión en este momento», dijo Blinken. «Yo consulté con nuestros aliados y socios: todos están de acuerdo».
La decisión se produjo después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunciara el lunes que reconocería a las autoproclamadas República Popular de Donetsk y República Popular de Luhansk, dos territorios respaldados por el Kremlin que acusaron a las fuerzas armadas ucranianas de bombardear y avivar las tensiones, afirmaciones que Ucrania ha negado categóricamente.
Estados Unidos y funcionarios ucranianos advirtieron que esperan que Moscú pueda fabricar «pretextos» para justificar una invasión de Ucrania.
Putin firmó el lunes un decreto emitido por el Kremlin que autoriza la entrada de tropas militares rusas en la región de Donbas, en el este de Ucrania, diciendo que «mantendrán la paz». Las fuerzas de operaciones especiales rusas fueron reportadas en el Donbas en numerosas ocasiones desde la crisis de Crimea en 2014.
Blinken dijo que Estados Unidos sigue comprometido con la diplomacia «si el enfoque de Moscú cambia» y si Rusia está «dispuesta a tomar medidas demostrables para proporcionar a la comunidad internacional cualquier grado de confianza que es serio acerca de la desescalada y en la búsqueda de una solución diplomática».
El secretario añadió que haría todo lo posible «para evitar un escenario aún peor, un asalto total a toda Ucrania, incluida su capital».
«Pero no permitiremos que Rusia reclame la pretensión de la diplomacia al mismo tiempo que acelera su marcha por el camino del conflicto y la guerra», dijo Blinken a los periodistas.
Blinken indicó que informó a Lavrov en una carta sobre su decisión de cancelar su reunión.
El martes, Rusia recibió una nueva oleada de sanciones por haber ordenado la entrada de tropas en las regiones separatistas de Ucrania.
Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y Gran Bretaña anunciaron planes para sancionar a los bancos y a las élites, mientras que Alemania detuvo un importante proyecto de gasoducto procedente de Rusia.
Moscú ha negado repetidamente que esté planeando una invasión, a pesar de que los funcionarios occidentales estiman que Rusia ha concentrado más de 150,000 soldados cerca de sus fronteras con Ucrania.
Según la empresa estadounidense Maxar, las imágenes de satélite de las últimas 24 horas muestran varios despliegues de tropas y equipos nuevos en el oeste de Rusia y más de 100 vehículos en un pequeño aeródromo en el sur de Bielorrusia, que limita con Ucrania
«Esto es el comienzo de una invasión rusa», dijo el martes el presidente Joe Biden.
La Casa Blanca también dijo el martes que una reunión entre Biden y Putin «ciertamente no está en los planes». La secretaria de prensa Jen Psaki había dicho el domingo que Biden había «aceptado en principio» una reunión con Putin, pero sólo «si no se produce una invasión».
Con información de Reuters
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