En agosto de 2016, el exdirector de la CIA, John Brennan, informó a los representantes demócratas Nancy Pelosi y Adam Schiff sobre la explosiva operación de inteligencia de Rusia, y luego dejó pasar casi tres semanas para informar a los republicanos y al resto de la Banda de los Ocho, según el Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos.
En la primera semana de abril, Brennan comunicó sobre la situación de la inteligencia al presidente Barack Obama y a los funcionarios de la Casa Blanca, y luego el 11 de agosto de 2016 brindó una sesión informativa individual a Pelosi, entonces líder de la minoría en la Cámara de Representantes. Más tarde, el 17 de agosto, informó a Schiff, el miembro de mayor rango del Comité Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes, según el informe sobre Rusia del Comité de Inteligencia del Senado, en su Tercer Volumen.
Más adelante, el 6 de septiembre de 2016, después de un retraso de 20 días, el exdirector de la CIA informó al resto de la Banda de los Ocho del Congreso, incluyendo a los principales republicanos de la Cámara y el Senado, en una serie de reuniones individuales.
Esta secuencia de sesiones informativas es una gran excepción al procedimiento estándar de las sesiones informativas de la Banda de los Ocho, que incluye a los ocho miembros. Es probable que la decisión de Brennan de retrasar tres semanas la información a los republicanos del grupo suscite la preocupación de que la política haya desempeñado un papel en la difusión de la operación de inteligencia, lo que el informe del Senado describió como «la llamada de atención» para la respuesta del gobierno de Barack Obama a la presunta operación rusa para influir en las elecciones de 2016.
«Debido a que estos acontecimientos se desarrollaron en agosto, coincidiendo con el receso del Congreso de agosto, la oportunidad de convocar una sesión de la Banda de los Ocho en un entorno clasificado no se habría producido hasta septiembre», afirma el informe.
El contenido de los informes de Brennan sigue siendo clasificado y parte se dio a conocer por fuentes de origen anónimo en The Washington Post y The New York Times. El presidente Barack Obama reaccionó a la situación de inteligencia con «grave preocupación», según Susan Rice. Las acusaciones coincidían estrechamente con algunos de los contenidos del expediente Steele.
Según The Washington Post, Brennan transmitió la operación de inteligencia a Obama a principios de agosto a través de un sobre enviado a la Casa Blanca. El contenido del sobre —atribuido a una fuente de alto rango dentro del Kremlin— afirmaba que el presidente ruso Vladimir Putin había dado personalmente instrucciones de interferir en las elecciones de Estados Unidos, para perjudicar a la entonces candidata Hillary Clinton y ayudar al entonces candidato Donald Trump.
Otros reportajes de New York Times revelaron problemas con la credibilidad de la fuente que estaba detrás de esa operación de inteligencia, incluidas las sospechas de que la persona podía ser un doble agente. The Epoch Times no ha verificado independientemente las afirmaciones hechas por Post y New York Times.
La operación de inteligencia de Brennan desencadenó una oleada de actividad en el Consejo de Seguridad Nacional, que celebró una serie de reuniones de «pequeños grupos» para coordinar una respuesta.
Antes de que las reuniones se ampliaran para incluir los departamentos del Tesoro, Defensa y Estado a principios de septiembre, la lista limitada de asistentes incluyó a Brennan, el Director del FBI James Comey, el Director de Inteligencia Nacional James Clapper, la Fiscal General Loretta Lynch, el jefe del Gabinete de la Casa Blanca Denis McDonough, el director de la NSA Almirante Michael Rogers, el director del Departamento de Seguridad Nacional Jeh Johnson, la asistente adjunta del presidente para Asuntos de Seguridad Nacional Avril Haines, y la asistente del presidente para Seguridad Nacional y Antiterrorismo Lisa Monaco.
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