California se ha convertido en el primer estado de Estados Unidos en prohibir a las veterinarias la venta de gatos, perros y conejos que no provengan de algún refugio o grupo de rescate.
El gobernador Jerry Brown aprobó el pasado viernes el proyecto de ley AB 485, por el cual los dueños de veterinarias que deseen vender estos animales tendrán que trabajar en conjunto con refugios de animales y grupos de rescate para hacerlo, y no podrán vender animales criados comercialmente en criaderos.
La ley entrará en vigor en 2019 y los partidarios han elogiado la medida.
«El problema es los criaderos, y esta ley se dirige específicamente a cerrar y no apoyar a los cachorros fabricados en condiciones inseguras, insociables y terribles», dijo Elena Bicker, directora ejecutiva de la Fundación Animal Rescue de Tony La Russa, a ABC News.
Los criadores privados aún pueden vender animales de forma independiente.
En California existen 36 ciudades (entre ellas, Los Ángeles, San Francisco y Sacramento) que ya cuentan con restricciones de venta, sin embargo con esta nueva propuesta se busca contar con el respaldo estatal.
Ante la nueva reglamentación, el club canino American Kennel Club lanzó una declaración que se opone directamente a la nueva ley.
«No solo interfiere con las libertades individuales, sino que también aumenta la probabilidad de que una persona obtenga una mascota que no sea una buena combinación para su estilo de vida y la probabilidad de que ese animal termine en un refugio», dijo la organización.
Los defensores de mascotas han ayudado a aumentar las protecciones para perros de cachorros en más de 200 ciudades y condados en todo el país que ya tienen ordenanzas similares a esta, de acuerdo con la Humane Society de los Estados Unidos.
Treinta y seis ciudades en California, incluyendo Los Ángeles, San Diego y San Francisco, ya tenían prohibiciones en las operaciones de cría masiva.
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