Los funcionarios de salud de California notificaron a casi 200 personas que podrían haber estado expuestas al virus del PCCh en un reciente servicio religioso celebrado que rompió la estricta orden del estado de quedarse en casa.
Más de 180 personas asistieron al servicio del Día de la Madre en una iglesia del condado de Butte al norte de Sacramento, dijo el departamento de salud del condado.
Uno de los asistentes recibió al día siguiente los resultados que muestran que dio positivo para COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Esa persona está aislada en su casa. Los oficiales encontraron a las personas que asistieron al servicio y les notificaron de su exposición, según un comunicado de prensa de la Salud Pública del Condado de Butte.
Además de ser instruidos para la autocuarentena, un término que significa aislarse en su casa, se le indicó a la gente cómo controlarse por los síntomas, cómo contactar a los oficiales de salud, y qué hacer si comienzan a mostrar síntomas.
El nuevo virus, que surgió en Wuhan, China, el año pasado, causa síntomas similares a los de la gripe. Los síntomas incluyen fatiga, fiebre, dolor de cabeza y molestias.
Los funcionarios de salud señalaron que están trabajando con los centros de salud para examinar a cada persona que asistió al servicio religioso.
«En este momento, las organizaciones que celebran servicios en persona o reuniones están poniendo en gran riesgo la salud y la seguridad de sus congregaciones, el público en general y nuestra capacidad local para abrirse», afirmó en un comunicado Danette York, directora de salud pública del condado.
«Todos necesitamos hacer nuestra parte para seguir las órdenes y los esfuerzos de mitigación para que nuestro plan de Reapertura del Condado de Butte pueda continuar avanzando». Avanzar demasiado rápido en el proceso de reapertura puede causar un gran revés y podría requerir que volvamos a medidas más restrictivas».
The Epoch Times no pudo contactar con la iglesia en cuestión porque los oficiales no han identificado a la congregación.
Bajo la orden del gobernador demócrata Gavin Newsom del 19 de marzo, las reuniones de cualquier tamaño están prohibidas.
La fase dos del plan de reapertura del condado de Butte no libera esa dura restricción.
Aflojar el límite de las reuniones «puede ser considerado a medida que avanzamos a la fase 3 en el futuro», los funcionarios de salud del condado de Butte aseguraron en el comunicado antes de volver a condenar a la iglesia.
«A pesar de la orden del gobernador, la organización optó por abrir sus puertas, lo que resultó en exponer a toda la congregación a COVID-19. Esta decisión tiene un costo de muchas horas y una carga financiera para responder eficazmente para frenar o detener la propagación de la enfermedad», explicó el departamento.
El condado de Butte tiene una población de casi 220,000 habitantes. Se han confirmado 22 casos de virus del PCCh. Los funcionarios del condado no han registrado ninguna muerte relacionada con el COVID-19.
Por su orden, Newsom ha sido demandado por varias iglesias, argumentando que la prohibición viola «los derechos fundamentales» protegidos por las Constituciones de Estados Unidos y de los estados. Un pastor que forma parte de una de las demandas, el reverendo James Moffatt, del condado de Riverside, fue multado con 1000 dólares por celebrar un servicio.
Los jueces se han puesto del lado del estado. El juez de Distrito de EE.UU. John Méndez mencionó la semana pasada que los demandantes no probaron que los funcionarios del estado y de la ciudad apuntaron a la iglesia aparte de violar la ley, escribiendo que las órdenes «son ejercicios permitidos de poderes policiales de emergencia especialmente dada la extraordinaria emergencia de salud pública que enfrenta el Estado».
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