China evita que los peticionarios protesten durante el reciente brote del virus

Por Olivia Li
02 de febrero de 2021 7:51 PM Actualizado: 02 de febrero de 2021 7:51 PM

En todas las ciudades chinas, las autoridades locales consideran que es una tarea política importante interceptar a los peticionarios que apelan al gobierno central para que atienda sus quejas. Con frecuencia viajan a Beijing, la sede del gobierno del Partido Comunista Chino (PCCh), para que se escuche su voz.

No obstante, después del último resurgimiento del virus del PCCh, los funcionarios chinos se volvieron aún más frenéticos a la hora de interceptar a los reclamantes, porque pueden enfrentar un castigo serio si alguno de los solicitantes «importa» el virus a Beijing.

Shijiazhuang, la capital de la provincia de Hebei, se ha convertido en un foco de virus desde principios de enero. La ciudad está a 200 millas de Beijing.

Los documentos confidenciales obtenidos por The Epoch Times revelan que las autoridades de la ciudad han endurecido sus medidas de «estabilidad social» para hacerle seguimiento a los solicitantes. Cada peticionario debe ser monitoreado las 24 horas del día, y algunos «miembros clave» son monitoreados por cinco personas.

Los ciudadanos chinos que se convierten en peticionarios suelen ser víctimas de adquisiciones forzosas de tierras, vacunas falsas o defectuosas, fraude de inversiones u otros tipos de presuntos malos tratos. A menudo se organizan en grupos para viajar juntos a Beijing. Tras sus esfuerzos para hacer las reclamaciones, con frecuencia son acosados y arrestados por agentes de policía o por personal de la oficina de peticiones.

Seguimiento a los peticionarios

El primer paciente de COVID-19, del último brote en Shijiazhuang, fue confirmado por las autoridades el 2 de enero. En los días siguientes, se reportaron más y más casos. El 6 de enero, la oficina de peticiones de Shijiazhuang emitió un documento interno anunciando nuevas medidas de control dirigidas a los peticionarios.

Un documento confidencial de la ciudad de Shijiazhuang exige que los funcionarios locales realicen seguimientos a los reclamantes que pueden viajar a Beijing. (Proporcionado a The Epoch Times)

“Los miembros clave que a menudo van a Beijing para apelar son la prioridad de nuestro trabajo de estabilidad social. Cada uno de ellos será monitoreado por cinco personas. Debemos asegurarnos de que estén a la vista las 24 horas del día, para que no tengan oportunidad de escapar e ir a Beijing”, decía el documento. Mantener la «estabilidad social» es un eufemismo utilizado por las autoridades para referirse a sofocar la disidencia.

La segunda prioridad para el monitoreo de las autoridades son las víctimas de dos demandas colectivas locales: La primera demanda se realizó contra un esquema de financiamiento colectivo (crowdfunding) local y la segunda contra una plataforma de préstamos entre pares, Qingyidai.

Según el documento, cada víctima debe ser monitoreada por dos personas contratadas por el PCCh. En caso de que alguno de los peticionarios objetivo desaparezca, el personal de la oficina de peticiones debe «coordinar todos los recursos disponibles y hacer todo lo posible para localizarlos y asegurarse de llevarlos de regreso a la ciudad de Shijiazhuang».

Demanda contra el esquema crowdfunding de la empresa Zhuoda

Zhuoda es un desarrollador inmobiliario con sede en Hebei. En 2015, los medios estatales chinos cuestionaron los productos de inversión de alto rendimiento de la compañía, diciendo que eran demasiado buenos para ser verdad.

Por ejemplo, según el portal chino de noticias, Sina, uno de los productos de Zhuoda, llamado proyecto de gestión de patrimonio de Sun City, estaba vinculado a un nuevo desarrollo inmobiliario llamado Sun City. Zhuoda afirmaba que se podían reclamar retornos de inversión de entre 100,000 yuanes y un millón de yuanes (entre USD 15,500 y USD 155,000) después de cuatro años, además de un apartamento de Sun City de igual valor. La mayoría de los demás productos de Zhuoda ofrecían un rendimiento anual del 20 al 30 por ciento.

Aunque Zhuoda era una empresa privada, funcionaba como un gigante inmobiliario local y sus productos financieros fueron respaldados por los gobiernos central y local.

«Zhuoda es el promotor de muchos rascacielos residenciales y centros de negocios en Shijiazhuang. Los inversores de la ciudad han visto los proyectos inmobiliarios de Zhuoda por todas partes. Piensan que es imposible que un día este promotor desaparezca de repente e incumpla su contrato», dijo una persona con información privilegiada al Beijing Times.

Muchos inversores ponen los ahorros de toda su vida en los proyectos de inversión de Zhuoda. Según los medios estatales chinos, la empresa recaudó casi 100,000 millones de yuanes (15,500 millones de dólares) de más de 400,000 inversores.

El descalabro financiero con la empresa se produjo en mayo de 2019 cuando los controladores reales de Zhuoda, Yang Zhuoshu y Yang Hanqing, un equipo de padre e hijo, se entregaron a la policía, admitiendo que estaban involucrados en la «absorción» ilegal de depósitos públicos.

Los inversionistas primero intentaron presentar demandas contra Zhuoda, pero ninguno de los tribunales locales accedió a aceptar los casos. Cuando intentaron ir a Beijing para apelar, fueron detenidos y reprendidos por las autoridades locales.

Un documento interno, emitido el 6 de enero, mostró que las autoridades están enviando a dos personas para monitorear a cada peticionario relacionado con Zhuoda, con el fin de evitar que viajen a Beijing.

En otro documento interno, obtenido por The Epoch Times y fechado el 29 de diciembre de 2020, la oficina de peticiones de Shijiazhuang también señaló que se debería castigar a una víctima de inversiones de Zuoda, de apellido Gu, por organizar una petición grupal. El documento decía que el personal encargado de vigilar a los peticionarios debería llevar a cabo una campaña de «educación ideológica» para Gu y prohibirle participar en reuniones grupales. El personal también debería poder comunicarse con Gu las 24 horas del día.

Un documento filtrado de la oficina de peticiones de Shijiazhuang muestra que una víctima de inversiones de Zhuoda, de apellido Gu, organizó una petición grupal, tras lo cual los funcionarios decidieron endurecer las medidas de seguimiento que le habían aplicado previamente. (Proporcionado a The Epoch Times)

En un documento filtrado, titulado «Análisis psicológico a los inversores de Zhuoda», las autoridades clasificaron a los inversores entre quienes estaban dispuestos a aceptar las pérdidas y quienes estaban decididos a luchar hasta el final.

Por ejemplo, el documento identificó a un inversionista llamado Zhao Jinsu como un objetivo clave para el «control de estabilidad». Zhao invirtió un millón de yuanes (155,000 dólares) en los productos de inversión de Zhuoda. Al final, su inversión se había reducido a 277,000 yuanes (42,826 dólares). Para una familia de clase media china promedio, la pérdida de Zhao es muy representativa.

Según el documento del 6 de enero, Zhao ahora sería monitoreado por cinco personas durante todo el día. Y para el Sr. Gu, quien organizó una petición grupal en diciembre, la cantidad de personal aumentaría de dos a cinco personas.

Gu Qing’er contribuyó a este artículo.


Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí


Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.