China representa la mayor amenaza para el liderazgo de EE. UU. en tecnologías emergentes, según experto

Por Emel Akan
18 de Octubre de 2020 10:57 PM Actualizado: 18 de Octubre de 2020 10:57 PM

WASHINGTON– La Casa Blanca lanzó el 15 de octubre una nueva estrategia para proteger el liderazgo de Estados Unidos en tecnologías emergentes las cuales son esenciales para la seguridad económica y nacional.

Estados Unidos es el líder mundial en tecnologías críticas y emergentes como la inteligencia artificial y la cuántica, pero el crecimiento excepcional de China en este campo plantea el mayor desafío para la posición de liderazgo de Estados Unidos.

El régimen chino ha dedicado grandes cantidades de recursos humanos y de capital para convertirse en un líder mundial en este ámbito, y el crecimiento de China en ciencia y tecnología genera preocupaciones sobre su impacto en la economía y fuerza laboral de Estados Unidos a largo plazo. También tiene implicaciones para la seguridad nacional de Estados Unidos.

En el informe de estrategia, la Casa Blanca identifica 20 áreas tecnológicas como esenciales para la seguridad nacional de EE. UU., incluyendo la inteligencia artificial (IA), la energía, la ciencia de la información cuántica, las tecnologías de redes y comunicaciones, los semiconductores y las tecnologías espaciales.

Si bien el informe reconoce a China y Rusia como competidores estratégicos, el mayor desafío para mantener el liderazgo estadounidense en el campo de la ciencia y la tecnología “definitivamente proviene de China”, según Rob Atkinson, presidente de Information Technology and Innovation Foundation (ITIF), un centro de estudios estadounidense.

“Eso es realmente a lo que se refiere la administración cuando habla de desafíos externos al liderazgo de innovación estadounidense”, dijo al NTD Business Show.

Desde que se unió a la Organización Mundial del Comercio en 2001, China ha puesto en marcha prácticas comerciales desleales, las cuales incluyen canalizar cientos de miles de millones de dólares en subsidios gubernamentales para apoyar a sus industrias clave. China también ha recurrido a diversas tácticas como el espionaje industrial, el robo cibernético, empresas conjuntas forzadas a cambio de acceso al mercado y la adquisición de empresas extranjeras para obtener tecnologías sensibles.

Atkinson dijo que ha habido un mayor reconocimiento en Estados Unidos de que el gobierno debe jugar un papel importante en la protección de la innovación estadounidense.

“Creo que de alguna manera este plan [de la Casa Blanca] es muy revelador, porque en el Partido Republicano, incluso cinco años atrás, no estarían hablando de competitividad”, dijo.

Con la administración Trump, señaló, ha habido “un cambio real” en el Partido Republicano, que ahora aboga por un mayor papel del gobierno en la investigación y desarrollo (I+D) y el crecimiento de la fuerza laboral calificada.

“Para mí, esto es algo así como un referente. Realmente es una señal de que los republicanos ahora se toman muy en serio la competitividad y a China”, dijo Atkinson.

La estrategia para mantener el liderazgo estadounidense en tecnologías emergentes incluye inversiones sustanciales en I+D, según el plan de la Casa Blanca.

Otras prioridades incluyen el desarrollo de una fuerza laboral capacitada, la reducción de las barreras legistalivas y la asociación con aliados de ideas afines. El plan tiene dos pilares: promover la base de innovación de seguridad nacional y proteger la ventaja tecnológica.

Los gastos en I+D son importantes ya que reflejan el compromiso de un país en aumentar sus capacidades en innovación y tecnología. Estados Unidos lideró al mundo en gastos de I+D en 2017, según el informe Science and Engineering Indicators 2020 de National Science Foundation (NSF). Sin embargo, su participación mundial desde 2000 ha ido a la baja a medida que el gasto en I+D aumentó sustancialmente en China.

China ha aumentado su gasto en I+D en más del 17 % anual entre 2000 y 2017. Durante el mismo período de tiempo, el crecimiento del gasto en I+D por parte de EE. UU. se situó en solo el 4.3 %, según el informe de la NSF.

La administración Trump también ha hecho de la reforma regulatoria una pieza central de su agenda para tecnologías críticas, según Atkinson.

Por ejemplo, el año pasado la administración dio un paso importante para agilizar el proceso de revisión regulatoria para productos de biotecnología agrícola en un intento por reducir retrasos, costos y brindar certeza a los agricultores.

“Antes de eso, era mucho más difícil colocar las nuevas tecnologías en las granjas”, dijo Atkinson.

Recientemente, la Administración Federal de Aviación también simplificó las nuevas reglas de tecnología en torno al despliegue de drones comerciales para la entrega de productos, dijo, y agregó que este tipo de acciones han facilitado que se implemente la innovación en el mercado.

La asociación con países de ideas afines, la cual es otra prioridad para la administración, es fundamental para garantizar que estas nuevas tecnologías se utilicen de manera que respalden los valores estadounidenses.

“El PCCh está tergiversando la tecnología, particularmente en torno a la inteligencia artificial —de manera tal que no refleja de ninguna forma la manera en que Estados Unidos usa estas cosas”, dijo un alto funcionario de la administración a los periodistas el 15 de octubre. “Entonces, cuando la IA se usa para encarcelar a minorías étnicas, para vigilar a las poblaciones, esta no es la visión que Estados Unidos tiene para la inteligencia artificial, y es por eso que nos hemos asociado con naciones de ideas afines”.

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