La comisión del presidente Joe Biden para examinar posibles cambios en la Corte Suprema dijo el martes que no respaldaría la suma de nuevos asientos al máximo tribunal de la nación.
La comisión de 34 miembros dijo en un borrador de informe final (pdf) que «no toma posición sobre la validez o la fuerza» de los argumentos de los opositores y los partidarios de las propuestas para ampliar el tribunal, y añadió que «hay un profundo desacuerdo entre los comisionados sobre estas cuestiones».
También se adoptaron posturas neutrales respecto a otras propuestas controvertidas, como la de imponer límites a la duración del mandato de los magistrados, que en la actualidad son nombrados con carácter vitalicio.
Por otro lado, la comisión sí expresó su opinión sobre varios aspectos del tribunal.
Por ejemplo, los miembros de la comisión sugirieron que los beneficios serían mayores que los riesgos si se siguieran permitiendo las grabaciones de audio en vivo de las audiencias de la Corte Suprema.
La comisión fue creada por Biden en abril. En ese momento dijo que quería que el comité ofreciera una historia del papel de la Corte Suprema, incluyendo un recuento de «los comentarios y debates contemporáneos» sobre ese papel, y un análisis de los principales argumentos a favor y en contra de añadir asientos.
Los comisionados tenían previsto reunirse el martes para aprobar el informe y formular una carta a Biden sobre sus conclusiones.
La Casa Blanca no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Algunos demócratas han presionado en los últimos años para ampliar el tamaño del tribunal, enojados por una serie de nominaciones republicanas.
El expresidente Donald Trump logró nominar a tres magistrados por sí solo, incluyendo la cobertura de una vacante que el expresidente Barack Obama intentó cubrir. Obama fue bloqueado por el Senado, controlado por los republicanos, que decidió dejar que el puesto fuera ocupado por quien ganara las elecciones de 2016.
Los republicanos se oponen de forma prácticamente unánime a la ampliación del tribunal.
El número de asientos se ha fijado en nueve desde 1837. Los intentos de los demócratas de ampliarlo en la década de 1900 fracasaron, al igual que un intento de fijar el tribunal en nueve escaños mediante una enmienda constitucional.
Los defensores modernos de la ampliación del tribunal consideran que se violaron las «normas» al negarse el Senado a considerar al candidato de Obama, a pesar del llamamiento del entonces senador Joe Biden a hacer lo mismo si se producía una vacante durante un año electoral, dijeron los comisionados en su informe.
«Otros defensores de la ampliación la consideran fundamental para evitar el continuo debilitamiento de nuestro sistema democrático de gobierno, que consideran exacerbado por la jurisprudencia del tribunal», escribieron.
Añadir asientos también podría aumentar la eficiencia del tribunal, ya que está llamado a decidir asuntos de gran importancia, dijeron los comisionados.
Los opositores a la ampliación de la corte dicen que la serie de nominaciones recientes reflejan los resultados electorales y señalan que los republicanos no violaron ninguna regla en su negativa a considerar a Merrick Garland.
«A los críticos de la ampliación del tribunal les preocupa que tales planes supongan un riesgo considerable para nuestro sistema constitucional, incluso al incitar a los partidos que puedan tomar el control de la Casa Blanca y el Congreso al mismo tiempo a añadir magistrados de forma rutinaria para que el tribunal esté más en línea con sus posturas ideológicas o sus objetivos políticos partidistas», añadieron.
Una cuestión clave es preservar el respeto del público hacia el tribunal. Incluso algunos opositores al tribunal están de acuerdo en que es mejor evitar la ampliación del tribunal para tratar de mantener su «legitimidad e independencia a largo plazo», dijeron los comisionados.
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