Cómo la gratitud puede ayudar a reducir la ansiedad en los estudiantes

La gratitud, que suele pasarse por alto, puede ser una forma poderosa de mejorar el bienestar de los estudiantes de secundaria, según un nuevo estudio.

Por EMILY J. CAMPBELL
23 de octubre de 2020 3:53 PM Actualizado: 23 de octubre de 2020 3:53 PM

Los estudiantes y educadores han comenzado un nuevo año escolar en medio de una pandemia, una crisis económica, un ajuste de cuentas con la injusticia racial y un clima político divisorio. La salud mental de todos está en riesgo, y las escuelas buscan formas de apoyar el bienestar de los jóvenes además de su aprendizaje académico.

En los últimos años, muchos educadores han hecho esto con programas de aprendizaje socio-emocional (SEL), que se centran en el desarrollo de las habilidades de los estudiantes para comprender y manejar las emociones, relacionarse positivamente con los demás y comportarse de manera personal y socialmente responsable. Ahora, un nuevo estudio sugiere que un área del SEL que a menudo se ha pasado por alto en el pasado podría ser clave para construir comunidad y resistencia en los estudiantes: la gratitud.

En un estudio publicado en The Journal of Positive Psychology, Giacomo Bono y sus colegas encontraron que cuando se enseña a los estudiantes de secundaria sobre la gratitud y se les da la oportunidad de practicarla, muestran una mejor salud mental y bienestar. Basándose en estos hallazgos, los autores sostienen que incorporar la gratitud puede ser una estrategia relativamente fácil y de bajo costo para ayudar a los estudiantes a desarrollarse.

En dos escuelas secundarias urbanas, en seis salones de clase (152 estudiantes) participaron en lecciones y actividades para aprender sobre la ciencia de la gratitud —lo que significa, cómo practicarla y los beneficios que puede traer— durante seis semanas. Además, los estudiantes tuvieron acceso a una aplicación web de gratitud llamada GiveThx que funcionaba de alguna manera como una red social privada. La aplicación permitía a los estudiantes expresar su agradecimiento a sus compañeros y profesores de una forma auténtica y sin presiones, cuando y como quisieran. Se esperaba que esta combinación fuera atractiva para los estudiantes y que hiciera que el expresar y recibir gratitud fuera una parte natural y gratificante de su experiencia escolar.

Un grupo de control de nueve salones de clase comparables (175 estudiantes) no recibió el programa de gratitud. Seis grupos más, 82 estudiantes en total, solo usaron la aplicación durante el mismo período. Al principio y al final de las seis semanas, todos los estudiantes llenaron encuestas de satisfacción.

Lo que los investigadores encontraron fue sorprendente. Después de seis semanas, en comparación con el grupo control, los estudiantes que recibieron el programa completo no solo reportaron un mayor sentido de gratitud—sino que también reportaron un aumento en emociones positivas, una disminución de la ansiedad y de emociones negativas, y una mayor satisfacción tanto con sus amistades como con sus vidas en general. En otras palabras, el aprendizaje y la práctica de la gratitud se asociaron con mejoras significativas en el bienestar social y emocional de estos estudiantes de secundaria.

Análisis posteriores mostraron que los estudiantes que recibieron ambos componentes del programa dieron gracias con más frecuencia, más intensamente y a más personas en comparación con los estudiantes que solo usaron la aplicación, lo que indica la importancia de incluir también las lecciones en el aula.

Por último, compartir la gratitud pareció ser la clave; cuanto más estudiantes decían expresar su agradecimiento a los demás, más mostraban mejoras en una serie de competencias del SEL, incluyendo la regulación de las emociones, la motivación para conseguir logros, el comportamiento amable y servicial, las relaciones con los profesores y los compañeros, y el sentido del significado de la vida.

En conjunto, este estudio proporciona pruebas convincentes de que enseñar a los estudiantes de secundaria sobre la gratitud y animarlos a practicarla y expresarla —en sus propios términos, de formas con las que se sientan cómodos (como en redes sociales)— puede ayudarles a ser más felices y a mejorar su salud mental.

Este estudio solucionó algunas de las deficiencias de estudios anteriores en este campo diseñando un programa de gratitud completamente nuevo específicamente para estudiantes de secundaria, que fue enseñado por profesores, e incorporó tecnología, dando a los adolescentes mucha libertad para expresarse. Muchos programas de gratitud anteriores no estaban adaptados a los adolescentes de esta manera, y por lo tanto puede que no hayan sido particularmente motivadores o significativos para los jóvenes. Además, aunque las investigaciones han demostrado que expresar realmente la gratitud a los demás (más allá de sentirla uno mismo) puede tener un impacto adicional, pocos programas de gratitud para jóvenes han incluido este paso – o han tratado de resolver la incomodidad que puede sentir un adolescente al expresar su gratitud.

Aunque este estudio se llevó a cabo antes de COVID-19 y no incluyó la educación a distancia, es fácil imaginar cómo, incluso (o especialmente) cuando los estudiantes no están juntos físicamente, hacer un hábito de expresar agradecimiento podría ayudar a construir la comunidad y el bienestar. Dado que la gratitud también puede ayudar a disminuir las emociones negativas, podría ser especialmente valiosa en estos tiempos de miedo e incertidumbre.

De hecho, en otro estudio reciente realizado en China se comprobó que parte de la razón por la que los adolescentes agradecidos tienden a estar menos ansiosos y deprimidos es que tienen mayor flexibilidad para afrontar la situación— es decir, una mayor capacidad para pensar y utilizar diferentes estrategias de afrontamiento que se ajusten a los problemas a los que se enfrentan. Es difícil imaginar un momento más oportuno que el actual para que los jóvenes desarrollen una capacidad de adaptación flexible y una resistencia emocional.

Cuando parece que el mundo se está derrumbando a su alrededor, dar a los jóvenes un momento para sentir, expresar y recibir gratitud puede ayudar, y eso en sí mismo es algo por lo que estar agradecido.

La doctora Emily J. Campbell completó su doctorado en desarrollo humano y educación en la UC Berkeley Graduate School of Education en diciembre de 2019. Este artículo fue publicado originalmente en la revista online Greater Good.


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