El principal funcionario policial del condado de Los Ángeles y el gobernador de Nueva Jersey informaron que las tiendas de armas pueden permanecer abiertas en medio de la pandemia del virus del PCCh.
El sheriff del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva, intentó dos veces forzar el cierre de las tiendas de armas, pero dijo en un comunicado que tuvo en cuenta la nueva orientación del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que enumeraba a las tiendas de armas, fabricantes, importadores, distribuidores y campos de tiro como negocios de infraestructura crítica esencial.
La orientación es de asesoramiento, pero «es persuasiva dado su alcance nacional», dijo Villanueva en una declaración a finales del lunes.
«En base a estos aportes adicionales del gobierno federal, el Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles no ordenará ni recomendará el cierre de negocios que venden o reparan armas de fuego o municiones».
La revisión se produjo días después de que la Asociación Nacional del Rifle y otros grupos presentaron una demanda federal contra el condado, alegando que las acciones de Villanueva violaron la Segunda Enmienda.
El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, un demócrata, también revirtió el rumbo, diciendo que las tiendas de armas ahora pueden permanecer abiertas en medio de la pandemia.
«De acuerdo con la guía publicada durante el fin de semana por el Departamento federal de Seguridad Nacional, permitiremos que operen los vendedores de armas de fuego», dijo Murphy en un comunicado.
Ambos funcionarios ordenaron previamente que cerraran las tiendas de armas, etiquetándolas como no esenciales.
Varios estados y gobiernos locales han ordenado el cierre de negocios no esenciales como parte de los esfuerzos para detener la propagación del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
Villanueva ordenó a principios de este mes que las tiendas de armas en el condado cerraran, después la abogada del condado Mary Wickham emitió una opinión afirmando que las tiendas de armas podrían clasificarse como negocios esenciales bajo la orden estatal del gobernador, Gavin Newsom, que obliga a cerrar negocios no esenciales.
Newsom dijo a los periodistas más tarde que él «no estaba de acuerdo con el sheriff», lo que llevó a Villanueva a volver a emitir la orden de cierre de las tiendas de armas.
El sheriff dijo a los periodistas, en una conferencia de prensa, que forzar el cierre de las tiendas no violaba la Segunda Enmienda porque «no se trata de prohibir la venta de armas».
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, dijo la semana pasada que cualquier negocio no esencial, que aún estuviera abierto al público, sería advertido antes de que se le cierre el suministro de agua y electricidad por parte de las autoridades.
«Usted sabe qué tipo de negocio tiene. Necesita cerrarlo. Si no lo hace, lo cerraremos», dijo, llamando a los dueños de negocios que desafían la orden como «irresponsables y egoístas».
El Departamento de Seguridad Nacional emitió pautas actualizadas durante el fin de semana sobre qué trabajadores podrían considerarse críticos, ya que un número creciente de estados ordenó a los trabajadores no esenciales que se queden en sus hogares.
Las pautas de la agencia ahora establecen que «los trabajadores que apoyan la operación de fabricantes, minoristas, importadores, distribuidores y campos de tiro de armas de fuego o municiones» se consideran esenciales.
Christopher Krebs, que dirige la Agencia de Seguridad Cibernética e Infraestructura del DHS, escribió que las directrices actualizadas tienen la intención de ser una recomendación oficial y no vinculantes, lo que significa que los estados pueden implementar teóricamente diferentes restricciones.
Una opinión legal que había sido expuesta con antelación, escrita por el fiscal general de Texas, declaró que los gobiernos locales en el estado no podían prohibir la venta de armas, incluso durante una pandemia.
Jack Phillips contribuyó a este informe.
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