COVID-19, los subsidios, la salud y los miedos alejan a los estadounidenses del trabajo, dice un experto

Por Petr Svab
21 de Diciembre de 2021 6:24 PM Actualizado: 22 de Diciembre de 2021 2:33 PM

Millones de estadounidenses que dejaron de trabajar, al menos en el papel, durante los últimos dos años están regresando lentamente a la fuerza laboral, a pesar de las abundantes oportunidades laborales. Múltiples factores están causando esta lenta reactivación laboral, entre ellos el miedo al COVID-19 y problemas de salud.

Sin embargo, un examen minucioso de los datos disponibles revela que el factor más destacado es que las personas están dependiendo del dinero de los contribuyentes, según concluye un informe reciente.

“El mercado laboral actual es diferente a cualquier otro en la historia”, afirma el informe del 8 de diciembre (pdf). “Nunca antes Estados Unidos había experimentado una escasez de mano de obra de la magnitud actual, y es particularmente extraordinario que la escasez de mano de obra actual existe junto con un desempleo aún elevado y paquetes de compensación mejorados que deberían impulsar a más trabajadores a laborar”.

El informe estima que a través de la pandemia de COVID-19, Estados Unidos ha perdido cerca de 5 millones de trabajadores, o alrededor del 3 por ciento de su fuerza laboral.

El informe fue escrito por Rachel Greszler, investigadora en economía, presupuesto y derechos en la Fundación Heritage. Greszler le dijo a The Epoch Times que la actual escasez de mano de obra fue creada principalmente por la expansión de los beneficios del gobierno en respuesta al COVID.

“Hay un aumento de la demanda por todo el dinero que hay y una reducción de la oferta de trabajadores dispuestos porque el gobierno ha estado pagándole a la gente para que no trabaje”, dijo.

Los tres proyectos de ley de ayuda por el COVID, aprobados en un lapso de menos de dos años, inyectaron alrededor de USD 6 billones en la economía. Una parte importante de esa suma se ha agregado a las ya robustas prestaciones sociales.

Aparte del total de USD 3200 en cheques de “estímulo”, las prestaciones de los cupones de alimentos se hicieron más accesibles y los pagos se incrementaron en un 21 por ciento. En septiembre había casi 41 millones de personas con cupones de alimentos, un 10 por ciento más desde enero de 2020. Sin embargo, el total de las prestaciones pagadas se duplicó con creces en el mismo periodo, pasando de menos de USD 4500 millones al mes a más de USD 9200 millones (pdf).

Mientras tanto, los programas de asistencia para el alquiler permitieron a las personas dejar de pagar el alquiler prácticamente durante meses, eliminando la mayor parte del costo de vida para muchos. Los programas, al menos en algunas localidades, todavía están “ampliamente disponibles”, dijo Greszler.

Los beneficios de atención médica del Obamacare también se ampliaron, eliminando para muchas personas uno de los incentivos a la hora de conseguir un trabajo: El seguro médico proporcionado por el empleador.

“Cuando lo sumas todo, hay muchas cosas disponibles”, dijo Greszler. “Te puede ir igual de bien, o a veces incluso mejor, si no trabajas que si trabajas”.

Algunos de sus colegas de la Fundación Heritage calcularon en un artículo reciente que, incluso antes del COVID, la familia promedio con dos hijos definidos por el gobierno como pobres recibía anualmente USD 20,700 en efectivo, alimentos y beneficios de vivienda, otros USD 17,000 en atención médica y USD 5000 en servicios sociales.

La Ley de Reconstruir Mejor, propuesta por el presidente Joe Biden, pero recientemente archivada por el Congreso, agregaría otros USD 11,300 en beneficios anuales, según el artículo.

Una figura promocional del proyecto de ley “Construir Mejor” en el Capitolio de EE.UU., en Washington, el 14 de diciembre de 2021. (Leigh Vogel/Getty Images)

Los proyectos de ley COVID también inyectaron cientos de miles de millones de dólares recién impresos en servicios públicos e incluso privados. Aunque muchas menos personas estaban comprando boletos de tránsito, los trabajadores de tránsito aún cobraron. Aunque muchos menos compraron billetes de avión, las aerolíneas aún pagaban a sus trabajadores. Se pagaron miles de millones menos en impuestos, pero los trabajadores del gobierno mantuvieron sus trabajos.

Estas son algunas de las razones por las que los estadounidenses ahorraron 2.2 billones de dólares más en el año pandémico en comparación con el año anterior a la pandemia.

Economía gris

Aunque muchos de los beneficios del gobierno están reservados para los pobres, en realidad no es necesario ser pobre para obtenerlos, reconoció Greszler. Uno simplemente necesita parecer pobre ante el gobierno. Por tanto, el sistema incentiva a las personas a sacar la mayor cantidad posible de sus ingresos de los libros contables.

Se sabe poco sobre el alcance de la economía gris y extracontable de Estados Unidos. Sin embargo, políticas como la de Reconstruir Mejor la exacerbarían, dice Greszler, no sólo por la ampliación de la asistencia social, sino también por la limitación del trabajo independiente, como el trabajo freelance, los trabajos por encargo, entre otros modelos de trabajo que han crecido en popularidad en los últimos años.

En cambio, la política propuesta impulsaría a las empresas a utilizar trabajadores sindicalizados.

Es cierto que los trabajos sindicalizados ofrecen una mayor protección en el lugar de trabajo que los no sindicalizados y aún más en comparación con los trabajos por encargo. Pero promover los sindicatos no tiene sentido a los ojos de Greszler, en un momento en que hay 10 millones de puestos vacantes y las empresas compiten por la mano de obra.

“Quiero decir, los empleadores están ofreciendo seguros para mascotas a los trabajadores. Por lo tanto, no necesitamos que el gobierno federal intervenga y diga que debe se deben proporcionar X, Y, Z cosas”. Greszler pronosticó que” lo que quiere la administración será contraproducente”.

El caso de Puerto Rico.

“Tienen, en los libros, protecciones del mercado laboral increíblemente fuertes. Se considera que están muy a favor de los trabajadores. Lo que ocurre es que se elevan tanto los costes de contratación que los empresarios no quieren emplear a nadie, y entonces se crea una enorme economía gris”, dijo.

Oficialmente, Puerto Rico tiene una tasa de participación en la fuerza laboral de solo alrededor del 40 por ciento. El promedio de EE.UU. es de alrededor del 60 por ciento.

El trabajo extraoficial (en gris) proporciona incluso menos protección que los trabajos por encargo, señaló Greszler.

“Mucha gente va a tener cero protecciones en el lugar de trabajo, no van a tener los salarios que de otro modo podrían tener, no van a tener el control sobre sus horarios como deberían, y el gobierno tampoco va a tener ingresos provenientes de su trabajo porque no está en los libros”, dijo.

Una vez que gran parte de la economía se vuelve gris, podría crear un círculo vicioso, dijo. El gobierno puede intentar exprimir más impuestos de la parte visible de la economía, aumentando aún más el atractivo de pasar a la clandestinidad.

Otros asuntos

Greszler reconoció que hay otros factores que impiden que los estadounidenses consigan trabajo.

Encuestas recientes muestran que el 30 por ciento de las personas que están desempleadas dicen que se debe a su salud física y el 15 por ciento dice que se debe a su salud mental, anotó. Además, alrededor de 1.2 millones de personas no están buscando trabajo por razones relacionadas con el COVID, según la encuesta mensual de la Oficina de Estadísticas Laborales. Sin embargo, teniendo en cuenta estas cifras, las ayudas del gobierno siguen siendo el factor más importante.

“Si no hubiera dinero disponible, los trabajadores tendrían que regresar”, dijo.


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