Creciente competencia con China por la defensa planetaria

Por Rick Fisher
26 de noviembre de 2021 3:08 PM Actualizado: 26 de noviembre de 2021 3:11 PM

Comentario

La mayoría de los estadounidenses disfrutarán de su Día de Acción de Gracias este año sin saber que una nueva carrera armamentística entre China y las democracias del mundo puede estar desarrollándose en los cielos.

Defender el planeta Tierra de los asteroides rebeldes es desde hace tiempo una preocupación de Estados Unidos y de algunos de sus aliados.

La Agencia Espacial Europea (ESA) estima que el impacto de tan solo un asteroide de 150 metros de diámetro podría acercarse a la potencia de una explosión nuclear de 180 megatones, o 9000 bombas del tamaño de Hiroshima.

Desde enero de 2016, la Oficina de Coordinación de la Defensa Planetaria de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) de Estados Unidos, se encarga de rastrear los objetos espaciales lo suficientemente grandes como para amenazar a la Tierra y organizar una defensa.

El 24 de noviembre de 2021, la NASA lanzó el primer intento estadounidense para probar las tecnologías que podrían utilizarse como defensa de los asteroides amenazantes. La misión Double Asteroid Redirect Test (DART) probará un nuevo motor de propulsión eléctrica solar para ver si una colisión estimada para el 2 de octubre de 2022 puede alterar la órbita del pequeño asteroide Dimorphos, de 140 metros de diámetro, que será observado de cerca desde la Tierra.

Incluso un cambio muy pequeño en la órbita de un asteroide amenazante puede hacer que no llegue a la Tierra.

DART surgió de una colaboración anterior con la ESA llamada Asteroid Impact and Deflection Assessment (AIDA), en la cual un pequeño satélite seguiría a DART y observaría de cerca su impacto. Pero este programa se canceló en 2016.

En cambio, en 2024 se lanzará una misión de seguimiento de ESA llamada Hera para evaluar el cráter del asteroide de DART. Italia y Japón también participan en la misión DART.

China también empezó a preparar programas de defensa planetaria, pero las inversiones chinas con ese fin podrían dar lugar a poderosas capacidades militares-espaciales y existen peligros inmediatos en la cooperación con China.

Por ejemplo, el Ejército Popular de Liberación (EPL) controla todos los programas espaciales chinos, ya que busca beneficios militares de «doble uso» de todas las inversiones espaciales chinas. Por lo tanto, cualquier cooperación potencial en materia de defensa planetaria con China podría ayudar a las capacidades de guerra espacial del EPL, que podrían utilizarse contra las democracias.

China no forma parte de la misión DART y aparentemente no va a depender de las defensas planetarias de Estados Unidos y Europa, lo que indica que está trabajando por su cuenta.

Alrededor de 2025, China lanzará una misión de 10 años para aterrizar en un asteroide y devolver muestras a la Tierra, que también pondrá a prueba las tecnologías chinas para la defensa contra asteroides.

Un cohete portador Long March-2F, que transporta la nave espacial Shenzhou-13 con la segunda tripulación de tres astronautas a la nueva estación espacial de China, despega del Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, en el desierto de Gobi, en el noroeste de China, a primera hora del 16 de octubre de 2021. (STR/AFP vía Getty Images)

«Dominar la tecnología de aterrizaje significa que si un asteroide choca con la Tierra en el futuro, nuestro país puede acercarse directamente e intervenir», señaló Ye Peijian, ingeniero de la Academia China de Ciencias y comandante del Programa Lunar chino, en un informe publicado el 24 de abril en Global Times.

Recientemente, del 23 al 27 de octubre, se celebró en la ciudad de Guilin, en la región china de Guangxi, la «1ª Conferencia de Defensa Planetaria de China». Sin embargo, una fuente china indicó que esta conferencia puede haber sido la cuarta organizada bajo la «orientación y el apoyo» de la Administración Estatal de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa Nacional (SASTIND) de China. La tercera conferencia se celebró en Nanjing en agosto de 2020; la segunda en Beijing en septiembre de 2018; y la primera en Minyang en enero de 2018.

Las presentaciones de las conferencias no se han hecho públicas, aunque algunas pueden publicarse posteriormente en revistas aeroespaciales chinas. Pese a ello, una lista de las ponencias de la conferencia de Guilin sí apareció en varios sitios de Internet chinos.

Una de las ponencias que figuró en la lista se titula «Discussion on the Mechanism and Effect Evaluation of Nuclear Explosive Defense Against Asteroids” (Discusión sobre el mecanismo y la evaluación de los efectos de la defensa usando explosivos nucleares contra asteroides), de Shen Yi, de la Academia China de Ingeniería Física, Instituto de Ingeniería de Sistemas.

Otro artículo se titula «Research on Laser-driven Deflection Defense Technology for Near-Earth Asteroids» (Investigación sobre tecnología de defensa de deflexión impulsada por láser contra asteroides cercanos a la Tierra), de Zhang Pinliang, del Beijing Satellite Environmental Engineering Research Institute.

Aunque todavía no es posible determinar si alguno de los documentos de Guilin abogaba por situar las armas nucleares o láser de defensa contra asteroides en la Luna, un documento indica que la Luna podría formar parte de un sistema de defensa: «Observación de asteroides cercanos a la Tierra basada en un telescopio lunar», de Hu Zhenyu, del Instituto de Ingeniería de Sistemas Aeroespaciales de Shanghai.

Wu Weiren, académico de la Academia China de Ingeniería, que también es el diseñador jefe del programa de exploración lunar de China, fue el presidente de la conferencia de Guilin.
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La biografía de Wu en el sitio web de la Federación Astronáutica Internacional afirma que «promueve enérgicamente la cooperación internacional en la exploración espacial y la divulgación de la ciencia, y [ha] coordinado las cargas útiles científicas (de transporte) desarrolladas por Alemania, Suecia, los Países Bajos, etc., que se llevarían a bordo de la sonda Chang’e-4 y del satélite de relevo QUEQIAO».

Pero ninguno de los informes chinos que siguieron a la conferencia de Guilin incluyó ninguna mención por parte de Wu de la posibilidad de una cooperación internacional para el objetivo de la defensa contra los asteroides, y ninguno de los documentos enumerados de la conferencia de Guilin abordó directamente la cuestión de la cooperación internacional para la defensa contra los asteroides.

Lo más probable es que, como en muchas otras esferas, China siga sus propios programas para cumplir sus propios objetivos. El desarrollo de potentes armas nucleares y láser en el espacio contribuiría directamente a los ejercicios coercitivos o cinéticos necesarios para obtener el control de la Luna, o de Marte, o para ganar batallas en la Tierra.

Tales posibilidades darían un nuevo cariz a los programas estadounidenses e internacionales destinados a crear capacidades de defensa contra los asteroides rebeldes. Como mínimo, deberían perseguirse aunque solo sea para negar a China la opción de dejar pasar algún asteroide que pudiera dañar gravemente a Estados Unidos y/o a otras democracias.

El Partido Comunista Chino también entiende que para consolidar la futura hegemonía político-militar en la Tierra, también debe controlar el Sistema Tierra-Luna.

Estados Unidos debe ejercer el liderazgo para construir capacidades eficientes de defensa planetaria que no dependan de la ayuda china. Al mismo tiempo, Estados Unidos debe desarrollar estrategias político-económicas y capacidades militares para garantizar que China no pueda negar el acceso a la Luna y a Marte, o el acceso a cualquier futura «economía espacial».

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente la opinión de The Epoch Times.


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