El debate presidencial demócrata del 14 de enero en Des Moines, Iowa, será la última oportunidad significativa para que los candidatos impresionen a los votantes antes de que los habitantes de Iowa adopten una posición en sus caucus.
El debate, el séptimo de este ciclo electoral, será particularmente crucial para Pete Buttigieg y la senadora Elizabeth Warren (D-Mass.) quienes se han presentado en el tercer y cuarto lugar en encuestas nacionales recientes.
También brindará la oportunidad al administrador multimillonario de fondos de cobertura y activista ambiental Tom Steyer, así como a la senadora Amy Klobuchar (D-Minn.), para presentar sus casos. Sin embargo, sus resultados en las encuestas hacen que sus ofertas sean una posibilidad remota. Ninguno de los otros candidatos eliminó los criterios de calificación más estrictos para el debate.
Buttigieg, exoficial de inteligencia naval y exalcalde de South Bend, Indiana, compite por la facción más moderada del Partido Demócrata con el exvicepresidente Joe Biden.
Warren, una exprofesora de la facultad de derecho, compite con el senador Bernie Sanders (I-Vt.) por la facción progresista más a la izquierda del partido.
Las asambleas de Iowa, programadas para el 3 de febrero, son una prueba de fuego tradicional para la viabilidad de los candidatos presidenciales. Biden, Sanders, Warren y Buttigieg han mostrado números importantes en las encuestas de Iowa en algún momento, particularmente Buttigieg, que alcanzó el 26 por ciento, liderando el grupo en una encuesta de la Universidad Estatal de Iowa (ISU) de mediados de noviembre. Recientemente, sin embargo, sus números han comenzado a deslizarse.
Warren tuvo su época dorada entre los habitantes de Iowa en octubre, llegando al 28 por ciento en una encuesta de la ISU, pero desde entonces se ha quedado atrás de los otros tres candidatos.
Encuestas Nacionales
En las encuestas nacionales, Warren y Buttigieg se han retrasado aún más, según los registros guardados por RealClearPolitics.
“Biden parece estar reafirmando su posición de líder y Sanders parece ser su principal rival”, dijo Spencer Kimball, profesora asistente y directora de Emerson College Polling, en un correo electrónico a The Epoch Times.
“Warren parece haberse deslizado con los votantes más jóvenes, lo que ha beneficiado a Sanders y también a Andrew Yang”, agregó. “Buttigieg tendrá que hacerlo muy bien en Iowa y New Hampshire para un gran rebote ya que está luchando en las encuestas nacionales y en casi todas las encuestas estatales fuera de Iowa y New Hampshire”.
Tanto Warren como Buttigieg también tienen problemas para atraer votantes minoritarios. Warren tenía un 11 por ciento entre negros e hispanos en la reciente encuesta Morning Consult (pdf). Buttigieg tenía un 4 por ciento y disminuía entre los hispanos y entre los negros; ni siquiera valía la pena mencionar sus números para el encuestador.
Biden tuvo mejor resultado entre los negros con un 42 por ciento de apoyo, mientras que Sanders hizo lo mejor entre los hispanos con un 36 por ciento.
El mecanismo de las asambleas de Iowa podría dar una ventaja a Sanders. A medida que el proceso funciona, los asistentes a la reunión electoral que eligen a un candidato con menos del 15 por ciento de apoyo en su distrito electoral deben elegir nuevamente. Warren ha oscilado alrededor del 16 por ciento en las últimas encuestas de Iowa. Si no logra despejar la barra del 15 por ciento, sus seguidores podrían cambiar a Sanders, lo que le da un gran impulso.
Dinero
En la recaudación de fondos, Sanders lideró el paquete, con casi USD 70 millones recaudados y casi USD 34 millones disponibles, según muestran los números del tercer trimestre de 2019, según Ballotpedia. La segunda en la fila fue Warren, con más de USD 60 millones recaudados y cerca de USD 26 millones disponibles. Buttigieg recaudó más de USD 52 millones y tenía más de USD 23 millones disponibles. Steyer recaudó casi USD 50 millones pero solo tenía USD 2.6 millones disponibles, mientras que Biden recaudó casi USD 34 millones y tenía USD 9 millones disponibles.
Campo estrecho
El Comité Nacional Demócrata ha establecido reglas más estrictas para el debate de Iowa, y solo seis candidatos hicieron el recorte, en comparación con siete en el debate anterior.
El senador Cory Booker (D-N.J.) renunció a la carrera presidencial el 13 de enero, citando la falta de fondos. Tampoco pudo despejar el nivel de apoyo necesario en las encuestas para calificar para el debate. El exalcalde de la ciudad de Nueva York, el activista de control de armas y el multimillonario Michael Bloomberg logró obtener puntajes lo suficientemente altos en las encuestas, pero no logró reunir los 225,000 donantes necesarios distribuidos de manera suficiente en al menos 20 estados. Bloomberg, quien se unió a la carrera en noviembre, no planea recolectar donaciones para su campaña presidencial. Los otros candidatos, incluidos el empresario y abogado Andrew Yang y la representante Tulsi Gabbard (D-Hawaii), no cumplieron con ambos criterios.
“Bloomberg y Klobuchar son las alternativas a Biden, pero necesitan que Biden se resbale para ganar”, dijo Kimball.
El campo también incluye al exrepresentante de Maryland John Delaney, el senador Michael Bennet de Colorado y el exgobernador de Massachusetts Deval Patrick. Diecisiete candidatos han abandonado la carrera hasta ahora.
Debates
El debate será moderado por Wolf Blitzer y Abby Phillip de CNN, y la reportera política principal en el Des Moines Register, Brianne Pfannenstiel.
Los demócratas planean tener 12 debates en total. El octavo está programado para el 7 de febrero en Manchester, New Hampshire, antes de las primarias estatales del 11 de febrero. El noveno es el 19 de febrero en Las Vegas antes de los comités de Nevada del 22 de febrero. La décima está programada para el 25 de febrero en Charleston, Carolina del Sur, antes de las primarias estatales del 29 de febrero. Las fechas de los otros dos debates aún no se han anunciado.
La audiencia para los debates ha estado disminuyendo; el último visto en vivo en televisión fue por menos de 6.2 millones de personas, en comparación con los más de 18 millones que sintonizaron la segunda noche del primer debate el 27 de junio, según The Hollywood Reporter.
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