Dos historias de la Dinastía Qing sobre ser responsable por las acciones de uno

Por Minghui
30 de enero de 2021 11:07 PM Actualizado: 31 de enero de 2021 7:29 PM

Ji Xiaolan, un hombre de letras talentoso de la Dinastía Qing, registró muchas cosas inusuales en su libro: «Notas de la casa de Yuewei». A continuación se presentan dos de sus historias.

El Cielo desaprueba a la gente insincera y astuta

Feng Shunan de Hejianfu fue una persona inteligente y educada. Sin embargo, fue incapaz de llegar a ser exitoso después de vivir en la capital más de diez años. Parecía perder cada oportunidad que se presentaba. Cuando pedía ayuda a la gente, ellos aceptaban pero nunca hacían lo que prometían. Estaba frustrado y con dificultades económicas. Un día fue a un templo y rezó para que alguien lo inspirara y lo guiara.

Esa noche, un ser celestial vino a Feng Shunan en un sueño y dijo: “No culpes a nadie por las tribulaciones que has encontrado. Has construido tu propio destino y no puedes culpar a nadie. En tus vidas pasadas, hablaste hipócritamente frente a superiores honestos y amables para ganar su confianza. Cuando encontrabas cosas que sabías que no podías realizar, hacías que otras personas las efectuaran y después te adjudicabas el mérito. Cuando villanos cometían crímenes imperdonables, los defendías repetidamente para que estuvieran agradecidos contigo.

Todo lo que hiciste te hizo parecer una buena persona y recibiste todo el agradecimiento, mientras que otros obtuvieron resentimiento y amargura. ¡Fuiste demasiado astuto! No importaba si tenías éxito o fallabas, otros sufrían las consecuencias. Si había algo que te incomodaba ligeramente, lo evadías tan rápido como podías. Incluso si podías salvar la vida de alguien con un movimiento de tu mano, no lo hacías, pensando que era demasiado inconveniente. Reflexiónalo, cuando aquellos que piensas que tienes cerca están en realidad lejos de ti, cuando la gente que tú crees que se preocupa por ti, en realidad son indiferentes hacia ti, lo mereces. Lo que el Cielo quiere de una persona es que, si ha hecho un par de cosas malas, las compense haciendo cosas buenas. Pero si una persona tiene una mente malvada, el Cielo y las leyes no lo pueden tolerar. Solo cuando trabajes duro para hacer cosas buenas acumularás buena fortuna».

Después de su sueño, Feng se arrepintió mucho de lo que había hecho. Murió de una enfermedad poco después.

No hacer el trabajo de uno reduce la prosperidad

Había un intelectual en el condado de Yin que era muy talentoso. Sin embargo, a menudo se encontraba con tribulaciones en sus intentos de convertirse en funcionario de gobierno. Más tarde enfermó y entró en trance. Soñó que fue a un edificio del gobierno. Después de dirigirse hacia el edificio se dio cuenta de que estaba en el infierno. Un hombre vestido como funcionario fue hacia  él. Lo reconoció como un antiguo conocido y le preguntó si estaba muriendo a causa de su enfermedad. El funcionario le dijo: «Tu vida no está acabada todavía pero tu prosperidad sí. Puede que tengas que venir aquí pronto». El intelectual dijo: «Toda mi vida enseñé para ganarme la vida. Nunca he hecho nada malo o contra la ley. ¿Cómo es que mi prosperidad termina antes que mi vida?». El funcionario suspiró: «Es precisamente porque eres profesor pero nunca te has molestado en enseñar a los niños moralidad».

«En el infierno, se cree que si recibes un salario y no haces tu trabajo, es lo mismo que robar o tirar comida. Tu prosperidad debe ser quitada para compensar el salario que no mereces. Por eso es que tu prosperidad se acabará antes que tu vida. Ser profesor es tan honorable y noble como ser un emperador. Un profesor debe enseñar moralidad, y guiar a la gente hacia la rectitud. Tú tomas el dinero, pero pierdes a tus estudiantes. Estás supuesto a recibir el castigo más severo. Si tienes la prosperidad de un funcionario de gobierno, te será quitada. Si no tienes la prosperidad de un funcionario, la prosperidad de obtener comida te será quitada en su lugar. Debes pagar por todo lo que haces. La gente a menudo ve a una persona erudita o a un maestro de filosofía vivir en la pobreza o morir joven. Se quejan de que Dios está siendo injusto. Lo que no saben es que ellos han causado su propio destino y acabaron en la circunstancia que merecían».

Hay un antiguo dicho: «Hay un ser divino tres pies por encima de la cabeza». Si pensamos en las dos historias en relación con lo que pasa a nuestro alrededor, veremos que lo creamos o no, hay consecuencias por todo. Deberíamos enfrentarlas como es debido y ser una buena persona que sigue las reglas del Cielo. Esto es lo más importante acerca de ser un humano.

Este artículo se publicó en Minghui.org


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