Estados Unidos lanzó el jueves ataques aéreos contra un grupo terrorista respaldado por Irán, la acción se produjo después de un ataque mortal con cohetes contra una base militar estadounidense en Irak, acto que causó la muerte de dos estadounidenses y un británico.
«A principios de esta tarde, Estados Unidos realizó ataques defensivos de precisión contra las instalaciones de Kata’ib Hizbollah (KH, también Kata’ib Hezbollah) en todo Iraq», anunció el Departamento de Defensa en una declaración publicada el jueves.
«Estos ataques tuvieron como objetivo cinco instalaciones de almacenamiento de armas, esto con el objetivo de afectar significativamente su capacidad para realizar futuros ataques contra las fuerzas de coalición de la Operación Resolución Inherente (OIR). Estas instalaciones de almacenamiento de armas incluyen instalaciones que albergaban armas utilizadas para atacar a las tropas estadounidenses y de la coalición».
Associated Press informó, citando a funcionarios estadounidenses anónimos, que dos de los lugares seleccionados fueron la provincia de Karbala y Jurf al Sakhar.
El Pentágono dijo en su declaración que los ataques fueron «defensivos, proporcionales y en respuesta directa a la amenaza planteada por los grupos de milicias chiitas (SMG). respaldados por Irán, que continúan atacando bases que albergan las fuerzas de la coalición OIR», y que los SMG «deben cesar sus ataques contra las fuerzas estadounidenses y de la coalición o enfrentar las consecuencias en el momento y lugar que elijamos».
«Estados Unidos y la coalición siguen comprometidos con la derrota duradera de ISIS y la seguridad, estabilidad y soberanía a largo plazo de Irak», se lee en la declaración del Pentágono.
El general de la marina, Frank McKenzie, el principal comandante de EE.UU. para Oriente Medio, brindará más información sobre los ataques a las 8:30 a.m., hora local, en la Sala de Información del Pentágono el viernes.
Trump autorizó al ejército estadounidense para que respondiera al ataque con cohetes del miércoles, dijo el Secretario de Defensa, Mark Esper, más temprano ese mismo día.
Ataque al Campamento Taji
El ataque del 10 de marzo contó con unos 18 cohetes disparados contra Camp Taji y mató a dos tropas estadounidenses y a un soldado británico de 26 años, también quedaron heridas otras 14 personas.
El ejército de Estados Unidos dijo que los cohetes Katyusha, de 107 mm, fueron disparados desde un lanzador ubicado en un camión que fue encontrado cerca de la base y después del ataque por las fuerzas de seguridad iraquíes.
«No se puede disparar a nuestras bases, matar y herir a los estadounidenses y salirse con la suya», dijo Esper a un grupo de periodistas en el Pentágono anteriormente.
Cuando se le preguntó en el momento si algún contraataque podría incluir un ataque dentro de Irán, Esper dijo: «Estamos enfocados en el grupo, que creemos, perpetró esto en Irak».
El general del ejército Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, dijo a los reporteros del Pentágono que Estados Unidos sabe «con un alto grado de certeza» quién lanzó el ataque.
Milley dijo que no hay sistemas en la base capaces de defenderse contra ese tipo de ataque, cuando se le preguntó por qué ninguno de los cohetes fue interceptado. Milley también dijo que los 14 heridos incluyen tropas estadounidenses y aliadas, así como contratistas de la base. Serán monitoreados por posibles lesiones cerebrales traumáticas, agregó.
Ataques anteriores
Este no es el primer ataque defensivo que Estados Unidos ha llevado a cabo contra KH. Esper dijo, a fines de diciembre de 2019, que Estados Unidos lanzó ataques exitosos defensivos el 29 de diciembre contra objetivos de KH en Irak y Siria. Los ataques estadounidenses se dieron en consecuencia a un ataque contra una base militar en Kirkuk, el 27 de diciembre, que mató a un contratista estadounidense.
Como un reflejo del odio generado por el ataque aéreo estadounidense contra KH, miles de manifestantes y miembros de múltiples grupos respaldados por Irán irrumpieron en la embajada estadounidense, en Bagdad el 31 de diciembre. Los manifestantes incluyeron a miembros de KH.
El 3 de enero, un ataque aéreo estadounidense ejecutó a Qassem Soleimani, el oficial militar más poderoso de Irán, y a Abu Mahdi al-Muhandis, un líder de las milicias respaldadas por Irán en Irak, de las cuales KH es miembro.
Irán, en aparente respuesta a la muerte de Soleimani, lanzó un ataque con misiles balísticos el 8 de enero a la base aérea de al-Asad, en Irak. El ataque causó que más de 100 soldados estadounidenses sufrieran lesiones cerebrales traumáticas.
McKenzie dijo el jueves por la mañana, al Comité de Servicios Armados del Senado, que la ejecución de Soleimani y el aumento de las tropas y activos estadounidenses en la región ha dejado en claro a Irán que Estados Unidos defenderá sus intereses allí, informó The Associated Press.
«Lo que [Irán] no ha cambiado es su continuo deseo de operar a través de sus secuaces contra nosotros», dijo. «Esa es un área mucho más difícil de disuadir».
Dijo que el ataque más reciente en Camp Taji creó una «línea roja» para Estados Unidos, y agregó que no creía que Irán «tuviera una buena comprensión de dónde está nuestra línea roja».
Associated Press y Reuters contribuyeron a este informe.
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