El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo el miércoles que Washington no está de acuerdo con Alemania en lo que respecta al gasoducto Nord Stream 2, al que calificó de amenaza para la seguridad energética de Europa, añadiendo que ambos países habían acordado garantizar que Rusia no podría utilizar la energía como herramienta coercitiva contra Ucrania u otros estados.
Blinken se reunió en Berlín con su homólogo alemán, Heiko Maas, y hablaron sobre la relación entre Estados Unidos y Alemania, pero no hubo señales de progreso en las conversaciones en cuanto a superar el estancamiento del tema Nord Stream 2. Ni Blinken ni Maas pudieron ofrecer un calendario para una posible resolución.
«Nosotros no siempre estamos de acuerdo. El ministro de Asuntos Exteriores y yo hemos hablado hoy de una de esas áreas en desacuerdo, el gasoducto Nord Stream 2, que seguimos creyendo que es una amenaza para la seguridad energética de Europa», dijo Blinken en la rueda de prensa conjunta tras su reunión.
Mass dijo que Alemania es consciente de que Washington espera que Alemania impida el mal uso del oleoducto por parte de Rusia y que su país quiere contribuir a ello.
Alemania se asegurará de que haya un acuerdo de tránsito de gas alternativo a través de Ucrania y que este seguirá en pie una vez que Nord Stream 2 entre en funcionamiento, dijo el ministro de Exteriores. Las conversaciones sobre este tema entre los dos países ya comenzaron, añadió.
En el mejor de los casos, podría alcanzarse una resolución para cuando la canciller alemana saliente, Angela Merkel, visite al presidente estadounidense, Joe Biden, en Washington el mes que viene, dijo Maas, indicando que el calendario era solo provisional.
Más tarde, el miércoles, Blinken se reunió con Merkel y ninguno de los dos mencionó el oleoducto en unas breves palabras de bienvenida.
Blinken dijo que la razón para renunciar a las sanciones contra Nord Stream 2 AG, su director general y los directivos de la empresa era que el gasoducto estaba completado en más de un 90 por ciento en el momento en que Biden asumió su cargo.
Un oleoducto controvertido
Durante décadas, Estados Unidos ha tratado de garantizar que Europa tenga fuentes de energía diversificadas, dijo Richard Grenell, exdirector interino de Inteligencia Nacional y embajador de Estados Unidos en Alemania desde 2018 a 2020.
«Algo de energía rusa debía incluirse en esa mezcla de diversificación para Europa», dijo.
Por lo tanto, la construcción del gasoducto Nord Stream 1 fue apropiada, dijo Grenell al Instituto de Varsovia, con sede en Polonia, pero Nord Stream 2 va demasiado lejos al dar a Rusia demasiada influencia, agregó.
Es «alimentar demasiado a la fiera de Rusia, al permitir que se complete el gasoducto Nord Stream 2», añadió el exembajador.
Durante décadas, la política de Estados Unidos fue garantizar que la OTAN esté libre de la influencia y la manipulación de Rusia y que no haya «problemas en Europa, Europa Central, Europa del Este y en todo el mundo», dijo Grenell.
«Por eso Estados Unidos se posicionó firmemente en contra del Nord Stream 2», una postura que «protege a Europa de ser manipulada por los rusos», dijo el exembajador en Alemania, añadiendo que «todos sabemos que Rusia buscará la manera de manipular a los demás y utilizar esa influencia en su beneficio».
Para el gobierno de Estados Unidos es muy desconcertante que el gobierno alemán no vea eso, dijo Grenell, y que también es decepcionante y chocante ver que Alemania no solo ignora la ventaja que ha puesto Rusia sobre ellos a través de Nord Stream 2, sino que tampoco paga su parte justa en la OTAN.
En 2016, Alemania estaba gastando el 1.2 por ciento de su PIB en materia de defensa, cuando el expresidente Donald Trump defendió firmemente la postura de que cada miembro de la OTAN debería gastar el dos por ciento de su PIB en defensa, tal como se habían comprometido todos los aliados en 2014. La cuota de Estados Unidos en la OTAN en ese momento era del 3.51 por ciento de su PIB.
«Ahora, muchos países, incluida Alemania no llegaron a su obligación del 2 por ciento, pero aumentaron su gasto, aumentaron hacia ese objetivo», dijo Grenell, agregando que Trump hizo que la OTAN fuera más fuerte en comparación con su predecesor.
«Los alemanes no siempre están de acuerdo con el gobierno alemán en este tema (…) Algunos creen en la alianza transatlántica y quieren verla florecer».
Grenell cree que el gobierno alemán no percibe las amenazas de Rusia como las ve la Alianza Transatlántica. Del mismo modo, señaló que el gobierno alemán lidera los esfuerzos para llegar a un acuerdo de normalización con Irán porque quiere comerciar con él y no lo considera una amenaza como lo hace la Alianza.
En su opinión, los alemanes se han esforzado por seguir un modelo económico «Alemania primero» y «han ignorado a muchos en Europa, que piden un mayor reparto de la carga».
Según Grenell, al pueblo alemán le gusta trabajar duro y cree en el capitalismo «por lo que comparte mucho con los estadounidenses» y que los estadounidenses presionaron mucho en el pasado por una Alemania libre y unificada.
Con la contribución de The Associated Press
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