El terrorista de izquierda Cesare Battisti ya está en Italia para cumplir cadena perpetua

14 de enero de 2019 Noticias

El italiano Cesare Battisti, condenado por 4 homicidios en su país en la década de 1970 y capturado el sábado en Bolivia tras huir de Brasil, llegó a Italia después de ser entregado por el Gobierno boliviano.

Battisti llegó a Roma antes de lo previsto. A las 06.40 (hora boliviana) aterrizó el Falcon en el aeropuerto de Ciampino donde lo esperaba el ministro del Interior Matteo Salvini. Ahora lo llevan a la cárcel de Rebibbia.

En “el aeropuerto de Ciampino, el asesino comunista Cesare Battisti finalmente regresa a las galeras”, escribió en Twitter el ministro del Interior Matteo Salvini. “Día histórico para Italia”, añadió.

Captura en Bolivia

Las autoridades bolivianas ordenaron la «salida obligatoria» de Battisti, quien era solicitado en extradición, tras confirmar que el exmilitante de izquierda había «ingresado a territorio boliviano en condición irregular».

Tras varias horas de gestiones de los gobiernos de Brasil, Italia y Bolivia, Battisti salió de territorio boliviano un día después de haber sido capturado en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, donde se encontraba prófugo de la justicia brasileña.

Mire debajo el video de la llegada del terrorista Cesare Battisti a la ciudad de Roma, Italia, escoltado por la guardia de seguridad.

Requerido por Italia, Battisti era prófugo de la justicia brasileña después de que la Corte Suprema de Brasil -país donde vivía desde 2004- ordenara en diciembre pasado su arresto «inmediato» con la finalidad de extraditarlo al país europeo.

El italiano vivía en Brasil desde 2004 tras pasar por Francia y México, pero huyó a Bolivia después de que el expresidente brasileño Michel Temer diera luz verde a su extradición a Italia el pasado mes de diciembre.

Desde la mañana de este domingo el Gobierno de Brasil, a través del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública y de la Cancillería, llevaron a cabo gestiones con los de Italia y Bolivia para entregar a Battisti a las autoridades del país europeo.

Al respecto, el nuevo presidente de Brasil Jair Bolsonaro explicó a través de su cuenta en Twitter, que el ofrecimiento de Brasil se hizo para ayudar a las autoridades italianas a enviar al detenido a su país, y enfatizó -en mayúsculas- que «Brasil no será más refugio de marginales o bandidos disfrazados de presos políticos».

La captura de Battisti en Bolivia fue aplaudida por Bolsonaro, que desde su campaña electoral había anunciado que no escatimaría esfuerzos para lograr la extradición del terrorista italiano.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, el ministro de Interior Matteo Salvini y el ministro de Justicia Alfonso Bonafede celebraron la captura y extradicción del terrorista.

Battisti, de 64 años, fue capturado el sábado en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, mientras caminaba por la calle tranquilo y con gafas de sol, según se ve en una foto y un vídeo divulgados por la Policía italiana.

El mes pasado y a petición de la fiscal general de Brasil, la Corte Suprema ordenó su detención «con fines de extradición»; decisión ratificada por el entonces presidente Michel Temer con un decreto firmado el 14 de diciembre, cuando Battisti fue declarado prófugo en Brasil.

En el momento de su detención no opuso resistencia, respondió en portugués y mostró un documento de identidad brasileño.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, confirmó la llegada a Roma de Battisti y agradeció por su colaboración a las autoridades bolivianas y al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

«Estamos satisfechos con este resultado que nuestro país espera hace muchos años», dijo en su cuenta de Facebook.

El exmilitante comunista italiano Cesare Battisti (C), buscado en Roma por cuatro asesinatos atribuidos a un grupo terrorista de izquierda en la década de 1970, es escoltado por agentes de la policía italiana desde una instalación aeroportuaria a un auto de policía con destino a la prisión de Rebbibia en Roma. (Foto de ALBERTO PIZZOLI/AFP/Getty Images)

Battisti en las décadas de los 70 y 80

Battisti nació en una localidad en los alrededores de Roma, en una familia fuertemente influida por el catolicismo y el comunismo.

En su juventud, se involucró en diversos episodios de delincuencia y detenciones por asalto.

En 1977, cuando estaba preso en una cárcel en Udine, conoció a Arrigo Cavatina, uno de los ideólogos del grupo Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), una rama del grupo armado de las Brigadas Rojas.

El PAC, al que se unió Battisti, promovía robos calificándolos como una forma de «expropiación proletaria».

En 1979, Battisti fue arrestado y sentenciado como la persona que ordenó el homicidio del joyero Pierluigi Torregiani.

Battisti fue a juicio en otras ocasiones, y, finalmente, condenado por la participación en 4 homicidios. Además del de Torregiani, el del carnicero Lino Sabadin, del mariscal de la policía penitenciaria Antonio Santoro y del policía Andrea Campagna.

Battisti siempre negó haber cometido esos crímenes.

Sus expedientes pasaron por diferentes instancias de la justicia italiana y también por la Corte Europea de Derechos Humanos. En todos los casos, sus crímenes fueron considerados comunes y no fue visto como un perseguido político.

Pero el italiano nunca cumplió la pena a la que fue sentenciado, ya que huyó de prisión en 1981.

Luego de eso vivió clandestino en Francia, y más tarde se refugió en México.

La foto de archivo tomada el 19 de marzo de 2007 muestra al terrorista comunista italiano Cesare Battisti (C) al llegar al aeropuerto de Brasilia rodeado de policías brasileños. El 14 de enero de 2009, el Ministerio de Asuntos Exteriores italiano instó al presidente brasileño Lula da Silva a reconsiderar la decisión de Brasil de concederle el estatus de refugiado político. (Foto de EVARISTO SA/AFP/Getty Images)

En 1990, Battisti regresó a Francia como refugiado político -estatus concedido por el gobierno socialista de François Mitterrand, en un amplio proceso de amnistía a exmilitantes italianos de la extrema izquierda.

Mas tarde, durante el mandato de Jacques Chirac, el acuerdo sobre el estatus de refugiado cambió y el italiano pasó a ser extraditatable, por ello, huyó a Brasil en 2004.

En marzo de 2007, Battisti fue detenido en una operación de la Interpol, con participación de la policía de Italia, Francia y la Policía Federal brasileña. Fue arrestado preventivamente en una cárcel de Brasilia.

Italia de inmediato pidió la extradicción.

En noviembre de 2008 su pedido de refugio político fue rechazado por el Comité Nacional para los Refugiados de Brasil (Conare), no obstante, contradiciendo la evaluación de ese órgano, el gobierno socialista del expresidente brasileño Lula da Silva del Partido de los Trabajadores (PT), concedió a Battisti el estatus de refugiado político a inicios de 2009.

Mas tarde, en su último día como presidente, el 31 de diciembre de 2010, Lula vetó la extradición.

Manifestantes sostienen una pancarta que dice: «Italia quiere justicia». Battisti, extradición ahora’ frente a la embajada de Brasil (I) para protestar por la negativa del presidente brasileño Lula a extraditar al exmilitante Cesare Battisti el 4 de enero de 2011 en Piazza Navona en Roma. (Foto de FILIPPO MONTEFORTE/AFP/Getty Images)

En 2017, Battisti fue arrestado cuando intentaba cruzar la frontera entre Brasil y Bolivia. La nueva presidencia de Brasil de Michel Temer, vio esa ida a Bolivia como una tentativa de fuga.

Luego Temer decidió extraditar a Battisti vía decreto, pero en ese momento el italiano huyó.

Cuando asumió el actual presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en varias ocasiones manifestó su deseo de extraditar a Battisti.

Tras la detención del italiano, Bolsonaro elogió la acción, y volvió a criticar al PT por sus decisiones sobre Battisti. «Finalmente, habrá justicia para el asesino italiano y compañero de ideales de uno de los gobiernos más corruptos que existieron en el mundo (el) (PT)».

A continuación:

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