El Vaticano anunció el lunes que las bendiciones para las uniones de personas del mismo sexo son «ilícitas» porque Dios «no puede bendecir el pecado», mientras que las bendiciones para las personas individuales con inclinaciones homosexuales son permisibles.
La Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano emitió una respuesta formal, el 15 de marzo, a una pregunta sobre si las iglesias católicas tienen el poder de dar la bendición a las uniones de personas del mismo sexo. La respuesta negó tal poder.
El Papa Francisco aprobó la respuesta.
“No es lícito impartir una bendición a las relaciones, o parejas, incluso estables, que impliquen actividad sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer abierta en sí misma a la transmisión de la vida), como es el caso de las uniones entre personas del mismo sexo”, dice el comunicado.
Lo que es bendecido debe ser “ordenado objetiva y positivamente para recibir y expresar la gracia” de acuerdo con los designios de Dios, explicó el comunicado.
La bendición de las uniones homosexuales no puede considerarse lícita porque «no hay absolutamente ningún motivo para considerar que las uniones homosexuales sean de ninguna manera similares o, incluso, remotamente análogas al plan de Dios para el matrimonio y la familia».
La declaración sugirió que no excluye las bendiciones dadas a personas individuales con inclinaciones homosexuales, «Dios mismo nunca deja de bendecir a cada uno de sus hijos peregrinos en este mundo».
“[Dios] no bendice ni puede bendecir el pecado: bendice al hombre pecador”, agregó la declaración.
El comunicado dijo que la comunidad cristiana y sus pastores están llamados a recibir a las personas homosexuales «con respeto y sensibilidad». Y la respuesta del Vaticano no es una forma de «discriminación injusta», sino más bien «un recordatorio de la verdad del rito litúrgico».
El Papa Francisco ha respaldado que se les proporcione a las parejas homosexuales protecciones legales.
“Las personas homosexuales tienen derecho a estar en una familia. Son hijos de Dios”, dijo el Papa Francisco durante una entrevista en 2019 con la cadena mexicana Televisa. «No se puede echar a alguien de una familia, ni hacer que su vida sea miserable por esto. Lo que tenemos que tener es una ley de unión civil; de esa manera, están cubiertos legalmente».
Francisco se refería a la posición que asumió cuando era arzobispo de Buenos Aires. En ese momento, los legisladores argentinos estaban considerando aprobar el matrimonio homosexual, a lo que él y la Iglesia Católica se oponían.
Los comentarios del Papa Francisco fueron eliminados por el Vaticano, pero resurgieron en un documental el año pasado.
La hermana Simone Campbell, directora ejecutiva de NETWORK Lobby for Catholic Social Justice, con sede en Estados Unidos, y defensora de una mayor inclusión LGBTQ en la iglesia, dijo que estaba aliviada de que la declaración del Vaticano no fuera peor.
Ella dijo que dijo que interpretaba la declaración como: “Puedes bendecir a las personas (en una unión del mismo sexo). Simplemente no puedes bendecir el contrato”.
«Así que es posible que se pueda hacer un ritual en el que se bendiga a los individuos para que se comprometan».
Associated Press contribuyó a este artículo.
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