Las empresas en Estados Unidos redujeron drásticamente las contrataciones en julio, lo que sugiere que el resurgimiento de COVID-19 disminuyó los ánimos para incorporar al personal en medio de las dudas sobre la sostenibilidad de la recuperación económica.
El número de empleos aumentó en 4,3 millones en junio y 3,3 millones en mayo, alimentando las esperanzas de una recuperación sólida, pero el informe más reciente del procesador de nóminas ADP (pdf) muestra que la economía de EE.UU. agregó unos anémicos 167,000 empleos en julio.
«El informe ADP refuerza nuestra opinión de que la economía ha perdido impulso en las últimas semanas, después de un período de fuerte crecimiento», dijo Daniel Silver, economista de JPMorgan en Nueva York.
La contratación mediocre de julio significa que la economía todavía tiene 13 millones de empleos menos que en febrero, según ADP, antes de que se intensificara el brote de COVID-19, lo que provocó el cierre de negocios y puso la economía de Estados Unidos en picada.
El informe de empleo de ADP es una sorpresa, ya que los economistas encuestados por Reuters dijeron que esperaban que las nóminas privadas aumentaran en 1,5 millones en julio.
«La economía seguirá en riesgo de una nueva caída mientras una vacuna o un agente terapéutico para el virus permanezca fuera del alcance», dijo Oren Klachkin, economista principal de Oxford Economics, en Nueva York.
Según el informe de ADP, varias industrias perdieron empleos en julio, con 18,000 empleos perdidos en las actividades financieras, las cuales lideran la dolorosa cifra, seguidos por la construcción (-18,000), TI (-3,000) y recursos naturales y minería (-1,000). Los sectores con mayores ganancias fueron los servicios profesionales / comerciales (+58,000), los servicios de educación y salud (46,000), y la categoría de comercio / transporte / servicios públicos (+41,000). Una categoría que incluye restaurantes, bares y hoteles agregó 38,000 empleos en julio, después de ganar más de 3 millones en mayo y junio combinados.
Otros datos publicados el miércoles mostraron que, si bien la actividad en el sector de servicios ganó impulso en julio, la contratación disminuyó. El Instituto de Gestión de Suministros (ISM) dijo que su índice de servicios subió a una lectura de 58.1 el mes pasado, la más alta desde marzo de 2019. Una lectura superior a 50 indica crecimiento, mientras que un número inferior significa que la categoría está en contracción. Pero el índice de empleo del ISM llegó a 42.1 en julio, en comparación con 43.1 en junio, lo que sugiere que la contratación en el sector de servicios está cayendo a un ritmo más rápido.
El punto brillante en el informe de ISM fue el índice de nuevos pedidos, que llegó a 67.7, aumentando un 6.1 por ciento, en comparación con la lectura sólida de junio, de 61.6. Los servicios representan más de dos tercios de la actividad económica de EE.UU.
Los informes, junto con un aumento reciente en las solicitudes de beneficios de desempleo, sugieren que el crecimiento del empleo se redujo drásticamente en julio.
Aun así, hay destellos de esperanza para la economía de Estados Unidos, que entró en recesión en febrero. En un informe separado el miércoles, el Departamento de Comercio dijo que las exportaciones se dispararon entre mayo y junio en un récord de 9.4 por ciento a USD 158,300 millones.
«Las últimas cifras comerciales confirman que tanto las exportaciones como las importaciones comenzaron a repuntar en junio, y esperamos una recuperación continua en los próximos meses a medida que la producción se ponga al día con la recuperación del consumo», dijo Michael Pearce, economista estadounidense de Capital Economics, en declaraciones a The Associated Press.
La economía de Estados Unidos sufrió su mayor golpe desde la Gran Depresión en el segundo trimestre de este año, con el producto interno bruto cayendo a su mayor ritmo en, al menos, 73 años.
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