España llevará un registro de las personas que se niegan a vacunarse contra el COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), anunció el lunes el ministro de Sanidad del país.
El ministro de Sanidad español, Salvador Illa, dijo en una entrevista con la cadena de televisión La Sexta que el registro de las personas que se nieguen a vacunarse será compartido con otros «socios europeos», pero no se hará público ni se compartirá con los empleadores. Recibir la vacuna COVID-19 es voluntario en España.
«Lo que se va a hacer es en un registro, que además hemos de compartir con nuestro socios europeos, (…) pues aquellas personas que se les ha ofrecido y, simplemente, han rechazado», dijo y añadió «no es un documento para hacer público».
Illa señaló que los datos serán tratados «con el máximo respeto a la protección de datos».
El país inició sus vacunaciones el domingo, con una mujer de 96 años de Guadalajara, llamada Araceli Hidalgo, convirtiéndose en la primera persona del país en recibir la vacuna.
Según una encuesta publicada el mes pasado por el instituto de investigación estatal CIS, la proporción de personas en España que dudan acerca de aplicarse la vacuna COVID-19 ha caído en picada del 47 por ciento en noviembre hasta el 28 por ciento este mes.
El número de muertes por el virus del PCCh en el país superó el lunes las 50,000, según las cifras del Ministerio de Sanidad. Fernando Simón, el jefe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias de España dijo en una rueda de prensa el lunes que el número de muertes por el virus del PCCh en el país ha disminuido desde el mes pasado.
Se espera que hasta 20 millones de los 47 millones de habitantes del país reciban la vacuna COVID-19 para junio.
«La forma de derrotar al virus es vacunándonos todos, cuantos más mejor», dijo Illa.
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