CONDADO DE FAIRFAX, Virginia – A pesar de recibir cuatro suspensiones en cinco días de clase, Bronagh McAllister, una niña de 10 años del mayor distrito escolar de Virginia, ha persistido en ir sin mascarilla a su escuela.
La directora de la niña de cuarto grado, Katie Cachine, que dirige la Escuela Primaria Waynewood en las Escuelas Públicas del Condado de Fairfax (FCPS), le impuso a Bronagh tres suspensiones de un día entre el 26 y el 28 de enero, y una suspensión de dos días el lunes por negarse a llevar mascarilla en la escuela.
La madre de Bronagh, Neeley McAllister, dijo que desde el 26 de enero, la directora se acercó a ellas todas las mañanas mientras caminaban hacia la entrada principal de la escuela y trató de persuadir a Bronagh para que usara una mascarilla.
“Buenos días, Bronagh. ¿Vas a usar una mascarilla hoy? Seguro que te echamos de menos en la escuela. Realmente te queremos allí. Tus amigos te extrañan. ¿No quieres estar en la escuela? Neeley recordó los esfuerzos de la directora para convencer a Bronagh y dijo que el enfoque de Cachine era un «acoso amistoso».
La escuela de Bronagh, en línea con otras escuelas en el condado del norte de Virginia, ha continuado con su mandato de uso de mascarillas, a pesar de una orden ejecutiva del gobernador recién electo Glenn Youngkin que hizo que el uso de mascarillas sea opcional en las escuelas públicas.
Según Neeley, la maestra de Bronagh se puso en contacto con ella el 31 de enero -la primera vez desde que comenzó la suspensión el 26 de enero- y le envió un correo electrónico en el que le decía que Schoology, la plataforma de aprendizaje virtual de FCPS, se actualizaría para facilitar el aprendizaje de su hija durante el tiempo que estuvo excluida de la escuela.
Sin embargo, hasta ese momento, Bronagh no podía ir a la escuela y no tenía una forma alternativa de aprender, contrario a la política anunciada en un foro ciudadano virtual de FCPS el 24 de enero.
En la última carta de suspensión de Bronagh con fecha del 31 de enero, la subdirectora Alicia Lawson escribe que la “presencia en la escuela del estudiante de cuarto grado sin una cubierta facial adecuada representa un riesgo continuo para la salud y la seguridad de otros estudiantes y el personal”.
“Por esta razón, Bronagh puede regresar a la escuela con un cubrebocas adecuado, pero de lo contrario no será reintegrada a la escuela mientras se espera el proceso de apelación, si se presenta una apelación”, continúa la carta.
El uso de mascarillas es parte del código de vestimenta de los estudiantes de FCPS.
La familia McAllister es una familia Estrella de Oro; el marido de Neeley murió hace cuatro años, el 24 de enero, en cumplimiento del deber mientras servía en el Ejército de Estados Unidos.
En un video que Neeley compartió con The Epoch Times, Bronagh explicó su razón para no usar mascarilla: “Porque es difícil hacer amigos. Apenas puedo hacer que mi maestra me escuche”.
“Mi hija aprende mejor sin mascarilla. Se siente segura, cómoda y sin miedo sin una máscara”, dijo Neeley, y agregó que su hija “anhela el aprendizaje interactivo y social y la autoexpresión”.
«No es una ‘talla única'», dijo. «FCPS ha sobrepasado su autoridad para dictar lo que es saludable tanto desde un punto de vista físico, psicológico y emocional para mi hija».
Neeley agregó: “La suspensión es la solución deficiente de FCPS para aquellos que no hacen fila como todos los demás”.
En un correo electrónico, Helen Lloyd, directora de comunicaciones de FCPS, le dijo a The Epoch Times que 26 estudiantes, de una población total de 180,000 en 1999 escuelas del condado, fueron a sus escuelas sin cubrebocas la semana pasada.
Confrontación
El lunes 24 de enero fue un día de fiesta de FCPS, así como el día en que entró en vigencia la orden ejecutiva de uso de mascarillas opcional del gobernador Youngkin. Younkin había firmado la orden en su primer día en el cargo, con el objetivo de revertir un mandato de uso de mascarillas en todo el estado dirigido a las escuelas públicas.
Si bien la orden ejecutiva del gobernador citó una ley de Virginia que respalda a los padres que toman decisiones por sus hijos, FCPS había decidido mantener su mandato de mascarillas citando una ley estatal diferente (Proyecto de ley del Senado 1303) que requiere que las escuelas mantengan el aprendizaje en persona en las escuelas y sigan las instrucciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El 25 de enero, Bronagh y Neeley fueron a la escuela con tres amigos de Neeley. Todos estaban desenmascarados. Una de las amigas, Rose, es el contacto de emergencia de Bronagh y la recoge de la escuela los martes en lugar de su madre. Rose es un alias que se usa para proteger la identidad de la mujer, ya que la escuela la amenazó con emprender acciones legales.
Mientras Bronagh caminaba hacia su salón de clases, la subdirectora Alicia Lawson la llevó a la oficina principal en el vestíbulo, situado entre las puertas de la escuela y el vestíbulo principal. Lo siguiente que vio Neeley fue que Bronagh salió de la oficina principal con una mascarilla y entró al vestíbulo de la escuela.
Bronagh le dijo a Neeley que no podría ir a la escuela si no usaba una mascarilla, a lo que Neeley respondió: “Si esa es la consecuencia de tu elección, lo apoyaría”. Neeley dijo a The Epoch Times que quería que Bronagh supiera que no se molestaría si esa era la preocupación de Bronagh.
En ese momento, los administradores presentes, el director Cachine, el subdirector Lawson y Grace Taylor, la superintendente adjunta interina de la región, invitaron a Neeley y Bronagh a hablar en la oficina principal, pero se negaron a permitir que los amigos de Neeley se unieran a la conversación.
Así que dos de los tres amigos, un hombre y una mujer, permanecieron en el vestíbulo todo el tiempo, mientras que Rose mantuvo la puerta del edificio escolar abierta para escuchar la conversación, pero no entró en el vestíbulo, según Rose.
Mientras el director hablaba con Bronagh y Neeley en la oficina principal, tratando de persuadir a Bronagh de que continuara estudiando usando una mascarilla, llegó un guardia de seguridad y les dijo a los tres amigos que habían llamado a la policía y que los acusarían de allanamiento.
Rose luego explicó a los administradores de la escuela que, aunque no tenía hijos que asistieran a la escuela, vivía en el vecindario y los dólares de sus impuestos apoyaban la escuela.
“Corro por esa escuela dos veces por semana”, dijo a The Epoch Times Rose, que tiene 50 años y se graduó de FCPS, junto con sus hijos. “He estado en esa propiedad escolar desde que estaba en noveno grado”.
Después de no ver ninguna posibilidad de ingresar a la escuela, los McAllister y los tres amigos abandonaron la escuela. Poco después llegaron dos coches de policía. En ese momento, el amigo se había alejado, mientras que las dos amigas y Neeley y Bronagh estaban cerca de sus autos estacionados frente a la escuela.
El guardia de seguridad de la escuela les dijo a los oficiales de policía que Neeley era la madre de un estudiante, pero que las otras dos mujeres, incluida Rose, debían ser acusadas de allanamiento de morada. Rose les explicó a los oficiales que ella y su amiga “no levantaron el brazo ni siquiera la voz” en la escuela, relató.
Rose recordó que uno de los oficiales de policía le explicó que, si el guardia de seguridad de la escuela emitía una citación por allanamiento, tendría que hacerla cumplir. Pidió la identificación de las tres mujeres. Se negaron a entregarla.
Un padre cuyo hijo asistía a Waynewood fue testigo de la escena. Confirmó la descripción del incidente de Neeley y Rose a The Epoch Times y agregó: “La niña estaba llorando y ellos [los oficiales] no hicieron nada al respecto”.
Agregó que el guardia de seguridad de la escuela estaba «ladrando órdenes» al oficial de policía que se ocupó de Neeley y compañía.
Después de que el padre abandonó la escena, llegó un tercer coche de policía con otro oficial que habló con el director, el subdirector y el guardia de seguridad. Finalmente, con la mediación del oficial de policía, el guardia de seguridad de la escuela emitió una advertencia verbal. Rose dijo que a ella y al otro amigo les dijeron que, si los volvían a atrapar en los terrenos de la escuela, serían considerados intrusos y serían arrestados.
Según Rose, fue a la escuela alrededor de las 8:45 a.m. y llegó a casa alrededor de las 10:20 a. m. después de que la policía le permitiera irse. Ella vive a unos tres minutos en coche de la escuela.
“Estaba total y absolutamente indignada, en silencio por dentro”, dijo Rose a The Epoch Times. “Simplemente no podía creer que nos hayamos reducido a padres que ya no están a cargo de la salud y la educación de sus hijos. Me siento terrible de que los burócratas afirmen estar del lado de los niños cuando en realidad no lo están”.
Añadió: “Hay otras agendas. Se trata de su poder y control sobre lo que les están enseñando a los niños y cómo mantener a los padres a raya. Es simplemente indignante para mí”.
En respuesta a una consulta de The Epoch Times sobre las suspensiones de Bronagh y la amenaza de presentar cargos de allanamiento de morada contra los amigos de Neeley, la gerente de relaciones con los medios de FCPS, Julie Moult, escribió en un correo electrónico: “FCPS requiere que todos, independientemente del estado de vacunación, usen mascarillas dentro de nuestros edificios y en nuestros autobuses escolares, excepto cuando esté solo en una habitación. Esto incluye al personal, los estudiantes y los visitantes”.
Moult también se refirió al Proyecto de Ley del Senado 1303 que requería el máximo cumplimiento de la guía de los CDC, que recomienda el uso universal de mascarillas para la educación K-12. “Necesitamos continuar protegiendo y sirviendo a todos en nuestra comunidad de FCPS”, agregó.
Durante un foro ciudadano virtual el 24 de enero, el superintendente de FCPS, Scott Brabrand, pidió a la comunidad que «mantuviera el rumbo» con respecto al mandato de mascarillas. “La pandemia ha requerido una cantidad de sacrificio colectivo por nuestra comunidad, por nuestro país, por nuestro mundo”, agregó.
En respuesta a una pregunta sobre posibles protestas contra el mandato de mascarillas de FCPS, Brabrand dijo: “Seguimos teniendo relaciones sólidas con nuestro Departamento de Policía del Condado de Fairfax. Como saben, tenemos un SRO [oficial de recursos estudiantiles] en todas nuestras escuelas intermedias y secundarias. Y tenemos relaciones entre nuestro departamento de policía y nuestras escuelas primarias en caso de que haya un incidente grave”.
The Epoch Times también se comunicó con el Departamento de Policía del Condado de Fairfax para obtener comentarios al respecto.
El desarrollo de los niños está «atrofiado»: Terapeuta del habla
Francesca J. Baker (alias), una fonoaudióloga de FCPS y madre, dijo que le han remitido una gran cantidad de pacientes desde noviembre. Habló con The Epoch Times bajo la condición de mantener el anonimato por miedo a perder su trabajo.
Baker dijo que era «muy difícil» determinar si los estudiantes tenían discapacidades de aprendizaje o si sus problemas se debieron a una instrucción inadecuada debido a que no vieron las caras completas de los maestros.
«Todos mis niños de segundo grado y menores confunden los sonidos. Su desarrollo del habla y del lenguaje, así como su desarrollo socio-emocional, se están atrofiando; lo veo frente a mis ojos”, le dijo a The Epoch Times.
Explicó que los estudiantes más jóvenes deben desarrollar habilidades de conciencia fonológica (comprender la correspondencia de sonidos y letras) antes de desarrollarse más y mientras aprenden a leer. Por ejemplo, algunos sonidos, como «th» y «f», son similares.
«Como los alumnos no han tenido acceso a las caras, sus habilidades fonológicas están significativamente atrasadas», dijo Baker.
«Estoy cien por cien segura de que la falta de acceso visual a las caras impide el desarrollo de las habilidades del habla, del lenguaje, sociales, emocionales, de la conciencia fonológica y de la alfabetización», dijo, y añadió que ella trabajaba en una escuela de un estrato social alto.
Aun así, el dinero no podría ayudar a los padres a resolver el retraso en el desarrollo de sus hijos cuando se le han quitado a Baker dos de sus principales herramientas como terapeuta: la posibilidad de que los alumnos vean sus movimientos bucales y de darles indicaciones y señales para guiar sus mandíbulas, labios y lenguas.
Baker había estado recientemente en casa con COVID, a pesar de que recibió la vacuna Johnson & Johnson en marzo y un refuerzo en diciembre. Había dado negativo dos veces y estaba lista para volver a trabajar en persona. Sin embargo, los recursos humanos del FCPS le enviaron un formulario para que lo firmara.
“De acuerdo con las pautas de los CDC, doy fe de que usaré una mascarilla que me quede bien alrededor de los demás y mantendré una distancia de al menos 6 pies de los demás durante las comidas y cuando me quite la mascarilla, hasta después del día 10 como mínimo. También doy fe de que lo haré cumplir con las pautas de FCPS con respecto a las órdenes de uso de mascarillas”, escribió el formulario.
Una segunda casilla de verificación sobre la línea de la firma decía: «Reconozco que la falsificación de información en este formulario puede resultar en una acción disciplinaria que puede incluir el despido de FCPS».
Aunque Baker había sido vacunada por completo y tenía inmunidad natural contra el COVID, tendría que usar una mascarilla y cumplir con la política de la escuela, dijo.
El 24 de enero, la junta escolar del condado de Fairfax, junto con otras seis juntas escolares del estado, presentó una demanda contra el gobernador Youngkin en el Tribunal de Circuito de Arlington, en busca de una orden judicial inmediata que prohíba la ejecución de su orden ejecutiva de mascarilla opcional.
“Sé que el gobernador dice que respetará el proceso legal y nosotros respetaremos el proceso legal. Y espero que esto se resuelva muy pronto”, dijo el superintendente Brabrand en el foro ciudadano vespertino del 24 de enero.
“Y confío en que tenemos los argumentos legales apropiados, de por qué se nos dará la razón en el tribunal de justicia”.
Youngkin, en un comunicado el 21 de enero, defendió la eliminación de las órdenes de uso de mascarillas.
“He dicho todo el tiempo que vamos a defender a los padres”, dijo. “La Orden Ejecutiva 2 no se trata de pro-máscaras versus anti-máscaras, se trata de empoderar a los padres. Confío en que la Corte Suprema de Virginia fallará a favor de los padres”.
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