Expertos temen que 15% impuesto mínimo global de Biden a grandes corporaciones dañe a pequeñas empresas

Por Katabella Roberts
01 de noviembre de 2021 11:36 AM Actualizado: 01 de noviembre de 2021 4:05 PM

A los expertos les preocupa que el nuevo impuesto mínimo global del 15 por ciento que propone el presidente Joe Biden para las grandes empresas multinacionales perjudique a las pequeñas empresas que las sustentan.

La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, confirmó el sábado que los líderes de las 20 mayores economías del mundo (G-20) respaldaron el «acuerdo histórico» sobre las nuevas normas fiscales internacionales, que incluyen un impuesto mínimo global para las empresas del 15 por ciento.

La nueva medida también dificultará que las empresas multinacionales, entre ellas los gigantes tecnológicos como Google, Amazon y Facebook, eviten pagar sus impuestos estableciendo oficinas en jurisdicciones de baja tributación.

Se estima que este acuerdo generará unos USD 150,000 millones anuales de ingresos fiscales adicionales en todo el mundo, al tiempo que estabilizará el sistema fiscal internacional y aumentará la seguridad fiscal para los contribuyentes y las administraciones tributarias, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

El nuevo impuesto mínimo global fue defendido por el presidente Biden, quien lo ha calificó de un «cambio de juego», y de la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, quien declaró a la CNBC que «proporcionará un campo de juego nivelado a nivel mundial en el que las empresas y los países podrán competir sobre la base de sus ideas innovadoras, sus fundamentos, la calidad de su mano de obra y sus entornos empresariales».

«Los países de todo el mundo decidieron que para financiar las inversiones en infraestructura pública ellos necesitan invertir en su gente y que no toda la carga del alza de impuestos recaiga en los trabajadores (…) esta es una forma de asegurarse de que todos los países, de forma justa, puedan recaudar más», dijo Yellen.

Biden también propuso un impuesto separado del 15 por ciento que se aplicaría a unas 200 empresas estadounidenses que hayan obtenido más de USD 1000 millones de beneficios al año, llamado «Impuesto mínimo sobre los beneficios de las empresas».

Combinadas, ambas tasas impositivas podrían hacer que las empresas más grandes de Estados Unidos paguen más del 30 por ciento en nuevos impuestos.

Business Roundtable, que representa a algunas de las mayores empresas de Estados Unidos, dijo que las dos propuestas fiscales impondrían USD 800,000 millones de aumento de impuestos a las empresas lo que «agravaría la fuerte desventaja competitiva a la que se enfrentan las empresas estadounidenses en relación con sus competidores extranjeros».

Pero los expertos a su vez temen que el nuevo impuesto mínimo global del 15 por ciento pueda perjudicar inadvertidamente a las pequeñas empresas de Estados Unidos que apoyan a las corporaciones multinacionales, dejándolas expuestas y dificultando la entrada de esas empresas en los mercados extranjeros debido al mayor costo de realizar negocios en el extranjero.

Las pequeñas empresas que dependen de las corporaciones multinacionales probablemente también soportarán la carga fiscal. Además las que dependen de las empresas multinacionales para los suministros podrían ver incrementados los costos en medio de una crisis de la cadena de suministro y el aumento de precios.

«Si usted es una gran empresa con sede en Estados Unidos, es probable que no lo haga todo sola. Depende de pequeñas empresas que le suministran piezas para apoyar sus operaciones generales», dijo a The Washington Times, Daniel Bunn, vicepresidente de proyectos globales de la Tax Foundation, una organización independiente de política fiscal. «Son esas pequeñas empresas las que están más expuestas cuando una gran multinacional sufre una importante alza de impuestos».

«Si uno es una empresa multinacional exitosa, tiene los recursos para navegar entre estas normas, pero es una capa extra de obligaciones que sepulta a las pequeñas empresas», continuó Bunn. «Convierte a las empresas más pequeñas en objetivos de adquisición en lugar de verdaderos competidores».

El impuesto mínimo podría costar a Estados Unidos entre 500,000 y 1 millón de puestos de trabajo y disminuir la inversión en USD 20,000 millones, informó The Washington Times, citando un informe de agosto de Ernst & Young, una red multinacional de servicios profesionales con sede en Londres.

«Esto va a tener un impacto real», dijo el representante Kevin Brady de Texas, el republicano de mayor rango en el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, al medio de prensa. «Al final del día, nuestros competidores extranjeros van a insistir en tomar un gran bocado de los ingresos fiscales de Estados Unidos. Nada de esto tiene sentido económico para Estados Unidos y menos aún para nuestra capacidad de competir y ganar en cualquier parte del mundo, incluso aquí mismo».

The Epoch Times se puso en contacto con el Departamento del Tesoro para pedirle comentarios.

El presidente Joe Biden, quien viajó a Roma para asistir a la cumbre del G-20, escribió en Twitter que los líderes «dejaron claro su apoyo a un fuerte impuesto mínimo global», calificándolo de «más que un simple acuerdo fiscal: es la diplomacia que reconfigura nuestra economía global y da resultados para nuestra gente».

El tipo impositivo mínimo se aplicará a las empresas con ingresos superiores a 750 millones de euros (unos USD 870 millones) en ventas a nivel mundial.

Los gobiernos podrán seguir fijando su propio tipo impositivo local para las empresas, pero si éstas pagan tipos más bajos en un país concreto, sus gobiernos de origen podrán «completar» sus impuestos hasta el mínimo del 15 por ciento, eliminando la ventaja de trasladar los beneficios, informó Reuters.


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