Formación en teoría crítica de la raza en el trabajo podría aumentar el acoso y la ansiedad: Experto

Por Janita Kan
09 de mayo de 2021 12:19 PM Actualizado: 09 de mayo de 2021 12:19 PM

El autor y experto en recursos humanos, Jim Stroud, dice que el impacto de la formación en la teoría crítica de la raza (TRC) en los trabajos podría aumentar el acoso y la ansiedad laboral.

La teoría cuasi-marxista ha sido fuertemente promulgada a través de la academia, el sector del entretenimiento, el gobierno, las escuelas y las empresas en los últimos años y alcanzó una nueva prominencia tras el aumento de los grupos de extrema izquierda como Antifa y Black Lives Matter. Algunos lugares de trabajo han incluido conceptos de la doctrina en su formación sobre «sensibilidad racial y cultural», enseñándole esencialmente a los empleados que Estados Unidos es un país fundamentalmente racista, o que una raza es inherentemente superior a otra.

Stroud, que tiene 20 años de experiencia en recursos humanos y ha escrito sobre el impacto de la TCR en los entornos de trabajo, argumenta que dicha capacitación podría afectar negativamente las dinámicas de trabajo y les enseña a los empleados a desconfiar unos de otros.

«Así que imagina que estás trabajando en un espacio y el día antes de la capacitación, todo estaba bien», dijo Stroud al programa «The Nation Speaks» de NTD. “Trabajas con tus compañeros de trabajo, tenías buenas amistades, buenos ejercicios de trabajo en equipo, todo está bien. Después de la formación, miras a tus compañeros de trabajo de una manera diferente. Te preguntas: «Vale, pensaba que eras mi amigo, pero debido a esta formación, ahora creo que me oprimes, así que no sé si somos realmente amigos. No sé realmente si estamos trabajando juntos. No sé si la razón por la que rechazaste algún proyecto es porque mi idea no era válida o porque eres racista».

Los empleados también pueden cuestionar si fueron elegidos para trabajar en un determinado proyecto porque eran adecuados para el trabajo o debido a alguna política corporativa que apunta a frenar la discriminación derivada de la interseccionalidad, agregó. La interseccionalidad es el concepto en el que diferentes aspectos de la identidad de una persona pueden exponerla a formas superpuestas de discriminación y marginación.

«Así que también creo que provocaría mucha ansiedad en el lugar de trabajo porque si la gente no está de acuerdo con la teoría crítica de la raza, entonces se te acusará de racista, que es lo que hace la teoría crítica de la raza», dijo.

Si un empleado continúa negando esa acusación, la TCR declara que ese individuo es aún «más racista», explicó. Eventualmente, esta ansiedad en algunas personas podría conducir a entornos de trabajo hostiles.

Stroud dijo que la TCR es esencialmente un «movimiento para hacer aceptable el racismo», diciendo que enseña la idea de que «los blancos nacen opresores sin redención y que todas las minorías están oprimidas».

“Enseña que lo más importante de cualquier persona es su color de piel, no su carácter, no las cosas que hace, no la personalidad, ni siquiera el entorno en el que habita”, dijo. «Eso simplemente te dice que tu valor y todo lo que eres se mide por el color de tu piel».

El movimiento para rechazar la expansión de la TCR en las escuelas y en las empresas ha alimentado un acalorado debate sobre cómo se debe llevar a cabo la educación sobre sensibilidad cultural y racial. Los conservadores y republicanos han advertido que el movimiento de la TCR no se trata de eliminar el racismo, que simplemente está impulsando conceptos divisivos. Mientras tanto, progresistas y demócratas argumentan que el enfoque de la TCR promovería la equidad para todos.

Durante su administración, el presidente Donald Trump prohibió el entrenamiento en la TCR en los lugares de trabajo federales, pero el presidente Joe Biden anuló la medida. En cambio, Biden ha promovido políticas que adoptan la ideología, emitiendo una orden ejecutiva que establece que el gobierno federal debe perseguir «un enfoque integral para promover la equidad para todos».

Stroud dijo que la mejor manera para que las corporaciones lidien con la política partidista es intentando que los entornos de trabajo estén libres de las conversaciones políticas, pero advirtió que esto podría provocar el rechazo de algunos empleados. El experto en recursos humanos mencionó el éxodo de empleados en la firma de software Basecamp. En la compañía de tecnología se presentaron renuncias masivas después de que su CEO anunciara que sus empleados tenían prohibido compartir abiertamente sus “discusiones sociales y políticas” en el trabajo.

El director ejecutivo de Basecamp, Jason Fried, explicó en su blog que las discusiones políticas son «una gran distracción», «agotan nuestra energía» y «redirigen nuestro diálogo hacia lugares oscuros».

“No es saludable, no nos ha servido de nada. Hemos acabado con eso en nuestra empresa. La gente puede llevar las conversaciones de este tipo a Signal, Whatsapp o incluso a una cuenta personal de Basecamp, pero ya no puede suceder en los entornos de trabajo”, dijo.

Stroud dijo que espera que se cree una legislación que proteja la afiliación política de un individuo, bajo leyes de discriminación estatales o federales, con el propósito de contrarrestar la discriminación o el acoso basado en las creencias políticas de una persona.

«Espero que para las elecciones se convierta en ley. Creo que será complicado porque hablar de política es algo que necesitan ambas partes», dijo, y añadió que, dado el Congreso controlado por los demócratas, es poco probable que se apruebe una ley de este tipo.

Sigue a Janita en Twitter: @janitakan


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