El gobierno francés ha desplegado policías militares en las islas caribeñas de Martinica y Guadalupe tras la intensificación de las protestas contra las órdenes de vacunación y contra otras restricciones relacionadas con la pandemia.
Luego de varias semanas de disturbios y protestas violentas por las medidas pandémicas, incluida una orden de vacunación para los trabajadores de la salud, se enviaron el martes refuerzos policiales a los territorios del Caribe francés.
La vacunación obligatoria para el personal sanitario, una medida ya introducida en Francia continental, ha alimentado el resentimiento entre la población de las islas.
Sebastien Lecornu, ministro de los territorios de ultramar de Francia, dijo que 70 gendarmes habían llegado a Martinica ese mismo día, además de dos escuadrones que fueron desplegados desde la Francia metropolitana sin previo aviso para ayudar a despejar los bloqueos de carreteras.
«El diálogo social no es posible sin una base sólida y esa base sólida es el restablecimiento de las libertades… y nuestra capacidad para restablecer el orden», dijo Lecornu en una conferencia de prensa en Martinica después de reunirse con sus líderes y sindicatos.
En Guadalupe, hogar de unos 400,000 residentes, el martes se enviaron 70 refuerzos policiales junto con 10 miembros adicionales del equipo SWAT para ayudar a reforzar la seguridad, dijo Lecornu.
Existe una desconfianza histórica en el manejo del gobierno a las crisis de salud en Guadalupe. La desconfianza nació después que muchas personas estuvieron expuestas sistemáticamente a plaguicidas tóxicos utilizados en las plantaciones de banano en la década de 1970. Los manifestantes han insistido en que se les debería permitir tomar sus propias decisiones sobre el tratamiento de salud que quieran recibir.
Las protestas han continuado, aunque París dijo la semana pasada que pospondría la orden de vacunación para los trabajadores del sector público en medio de las protestas generalizadas.
La orden de vacunación y otras restricciones por el COVID-19 avivaron agravios de larga data sobre los niveles de vida y la relación entre las islas caribeñas con Francia.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que los disturbios en curso son una situación «explosiva».
Más de tres docenas de manifestantes han sido detenidos durante la última semana en Guadalupe. Además, han surgido numerosos informes de saqueos y personas levantando barricadas en las calles para reducir el tráfico.
La situación sigue siendo «muy difícil» en Guadalupe, declaró el martes el ministro del Interior, Gerald Darmanin, a la radio France Inter. «Siguen produciéndose escenas de extrema violencia con disparos de las fuerzas policiales», añadió.
La semana pasada, periodistas de la televisión francesa, agencias de noticias y fotógrafos fueron atacados, dijo el grupo de medios, Altice, en un comunicado.
En Martinica, una isla de 375,000 habitantes, algunos manifestantes dispararon contra agentes de policía y bomberos, según Agence France-Presse. Las autoridades locales dijeron que un oficial de policía resultó gravemente herido y necesitaba cirugía.
Con información de Reuters.
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