Fraude electoral de Evo Morales: “copy y paste” de Maduro y tiranías de izquierda

Por Sabrina Martín
15 de Noviembre de 2019 8:38 PM Actualizado: 15 de Noviembre de 2019 8:49 PM

Así como Venezuela, Nicaragua y Rusia han compartido el mismo modus operandi de fraudes electorales, Evo Morales decidió copiar la misma estrategia para evitar una segunda vuelta y adueñarse de las elecciones presidenciales en Bolivia.

Un reportaje del diario ABC de España reveló que Venezuela y Cuba diseñaron el fraude electoral de Bolivia a tal punto de utilizar métodos como «apagones» y un sistema informático paralelo para manipula cifras y votos.

Pareciera que los regímenes socialistas comparten la misma forma de robarse elecciones. Al igual que en Cuba, Maduro ha utilizado todos los métodos posibles para permanecer en el poder: ha utilizado la represión, la estrategia de modificación y alteración de puntos de votación y la manipulación de los resultados electrónicos.

Por su parte, Vladímir Putin en Rusia y Daniel Ortega en Nicaragua han preferido usar los métodos represivos y de anulación a opositores, mientras que Morales se inclinó por la modificación de los resultados electrónicos.

ABC explica que el fraude que intentó implementar Morales se dio casi como una reproducción exacta a lo que ha hecho el chavismo en Venezuela: utilizó tácticas de la usurpación del voto y manipulación tecnológica para adjudicarse una supuesta mayoría.

Apagón tecnológico

Durante la jornada electoral en Bolivia que se dio el pasado domingo 20 de octubre, se produjo un blackout informativo durante horas que modificó la tendencia electoral. Aunque todo indicaba que habría una segunda vuelta, un «apagón tecnológico» dejó de emitir información para luego favorecer a Morales y evitar el balotaje.

En Venezuela, por su parte, no se ofrecen los resultados en simultáneo con el conteo; por el contrario, el Consejo Nacional Electoral (CNE) en manos del chavismo tiene todo el tiempo para «hacer y deshacer» con los votos, pues los resultados solo los anuncia cuando son supuestamente irreversibles. No hay manera de que los ciudadanos puedan hacer seguimiento al conteo.

Pero esto no es todo, en 2013, cuando Maduro se disputaba la presidencia con Henrique Capriles, se produjo un «apagón» en las últimas horas de votación que causó la caída del sistema de Internet; una incidencia que le permitió al chavismo la manipulación de las cifras a su favor.

Sistema informático paralelo

El medio español también compara cómo en Bolivia y en Venezuela se llevó a cabo un «sistema informático paralelo». «En Bolivia, a pesar de ser el voto manual, esta vez se puso en marcha el llamado TREP (Transmisión de Resultados Electorales Preliminares), un sistema informático para escanear las actas de los resultados de cada centro, enviarlas a un lugar de recuento y dar a conocer provisionalmente el escrutinio conforme este se iba realizando», señala el medio.

En la investigación se afirma que «precisamente, las irregularidades más graves encontradas por los expertos de la OEA tienen que ver con ese sistema, en el que operaron servidores ocultos, sin supervisión de la empresa auditora y manejados por personas externas».

En Venezuela sucedió algo similar, pues aunque el voto no es manual, cuenta con sistema informático paralelo «puesto a punto por ingenieros cubanos y conectado con el sistema electoral oficial, que permite al oficialismo conocer la evolución del voto y saber cuántos votos falsos son necesarios y dónde para ganar las elecciones».

Todo indica que Morales pretendía aplicar el mismo método con el que Maduro se apropió de la Presidencia de Venezuela. La diferencia es que el régimen chavista impidió el ingreso de la OEA y de observadores internacionales con credibilidad que pudieran auditar las elecciones.

Alargar la votación y voto de fallecidos

El análisis de ABC incluye cómo en Bolivia se procedió a retrasar el cierre de los centros de votación bajo la excusa de un recuento del voto en zonas rurales. Esto sucede en Venezuela constantemente, donde sin existir razones, el CNE en manos del chavismo mantiene abiertas las puertas de los centros de votación y retrasa el proceso.

De hecho, no solo retrasa el cierre de las mesas de votación, sino que además el régimen de Maduro establece nuevos centros para ejercer el voto en lugares que favorecen al chavismo y donde solo hay presencia de sus adeptos. No permiten la presencia de partidos de oposición.

Asimismo, la auditoría realizada por la OEA en Bolivia comprobó que existían actas completadas por una misma persona, firmas falsificadas y votos de personas fallecidas, tal y como sucede en Venezuela, donde el régimen de Maduro utiliza la doble cedulación para que el chavismo pueda votar varias veces con diferentes nombres y a favor de la dictadura.

Rusia y Nicaragua usan el mismo modus operandi

No es coincidencia que Putin esté en el poder de Rusia desde hace 24 años, que Fidel y Raúl Castro acumulen 42 años como dictadores en Cuba, Ortega 11 años en Nicaragua y el socialismo de Hugo Chávez y Maduro más de 20 años.

En 2018 Putin se presentó a unas elecciones con una oposición completamente anulada, luego de que inhabilitara a sus potenciales contrincantes. También se dieron denuncias que afirman la manipulación de las cifras de participación para tratar de legitimar las elecciones en ese país.

La ONG Golos, especialista en vigilar comicios en Rusia, presentó en su página web un mapa de «fraudes», en donde se registran más de 2.033 irregularidades; entre ellas el rellenado de urnas, votos múltiples y obstáculos a los observadores electorales.

En Nicaragua se dio una situación similar. José Pallais, miembro del equipo de coordinación de la coalición opositora Frente Amplio Democrático (FAD), le explicó a PanAm Post en qué consiste el método del “Ratón Loco”, utilizado por Ortega para realizar un fraude electoral al mejor estilo de Rusia, Cuba y Venezuela. Este se basa en cambiar de ubicación a última hora los centros de votación para que la gente no sepa dónde votar y que “ande de un lugar a otro”.

Roberto Abdul, presidente del comité directivo de la asociación civil Súmate, ONG con experiencia tecnológica y logística en cobertura de eventos electorales, también ha explicado cómo se maneja el fraude en Venezuela: «hay una combinación de acciones que nosotros llamamos el Método Salami, porque el órgano electoral (CNE) lo que hace es rebanar votos opositores”, señala.

Así como en campaña electoral Putin ofreció pollo a los electores, en Venezuela el régimen también se ha valido del populismo; a través de chantajes a los estratos más pobres ha logrado obtener apoyos. La estrategia es comida a cambio de votos.

Por otro lado, como en Rusia, Cuba y Nicaragua, el CNE de Venezuela, de la mano con el Tribunal Supremo de Justicia, logró inhabilitar a los principales líderes opositores que consideran una amenaza y que podrían propinarle una derrota electoral al chavismo.

Otra medida fraudulenta en gobiernos como los de Ortega y Maduro se basa en que los organismos electorales optan por la eliminación, sin explicación, de miles de votantes del registro electoral. A esto se suma la reubicación a última hora de los centros de votación; la eliminación del uso de la tinta indeleble y el captahuellas; además del ventajismo constante y descarado por parte del oficialismo. Adicionalmente, el amedrentamiento que existe por parte de grupos armados en el momento de las elecciones y la doble cedulación que permite ilícitamente el doble voto.

Este artículo fue publicado originalmente en PanAm Post.

Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.

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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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