Los investigadores continúan concentrándose en el gigantesco rancho de Jeffrey Epstein en Nuevo México, que compró en 1993, luego de la desafortunada muerte del administrador financiero en la cárcel.
Las casi 3200 hectáreas conocidas como «Zorro Ranch» se encuentran al noreste de Albuquerque.
A medida que los investigadores federales encuentran evidencia en las casas de Epstein de Nueva York, Florida y las Islas Vírgenes, los funcionarios de Nuevo México están investigando la propiedad de Epstein para intentar encontrar algo.
El fiscal general de Nuevo México, Héctor Balderas, continuó investigando «todas las acusaciones de conducta criminal relacionadas con el caso Epstein en Nuevo México», dijo un portavoz al Santa Fe New Mexican. Balderas había dicho en julio, después de que Epstein fuera arrestado por cargos de tráfico sexual de niños, que estaba investigando si Epstein había cometido algún delito en Nuevo México.
FBI investigators zero in on Jeffrey Epstein’s 8,000-acre Zorro Ranch in New Mexico where the pedophile planned to ‘seed the human race’ with his DNA by impregnating women pic.twitter.com/GNGRwmMMmz
— Job Advisor (@jobadvisorlink) August 17, 2019
Stephanie García Richard, la comisionada estatal de tierras, hizo que el personal retirara todos los documentos relacionados con el terreno que Epstein estaba arrendando del estado y los entregó a Balderas, le dijo al Albuquerque Journal.
“Es absolutamente horrible descubrir que tenemos contratos de arrendamiento existentes con un individuo que ha causado un daño irreparable a tantas mujeres y niñas. Lo mejor que podemos hacer en este momento es proporcionar al Fiscal General todos y cada uno de los recursos a nuestra disposición para ayudarlos con su investigación”, dijo.
Richard le dijo a KOAT que los documentos sumaban más de 400 páginas, y agregó: «Al revisar los documentos, fue una sensación repugnante ver la firma de este hombre en la documentación de la oficina de tierras del estado».
Cuando se le preguntó si la oficina de tierras debería haber sabido que Epstein era un delincuente sexual convicto, Richard, quien asumió el cargo este año, dijo que la oficina no examina formalmente a las personas que arriendan tierras. «Esto realmente nos ha llevado a hacer una pausa y considerar con quién estamos haciendo negocios», dijo Richard.
El portavoz de Balderas dijo a la New Republic que la investigación realmente comenzó en febrero o marzo, y agregó: «Este fiscal general se ha centrado mucho en el enjuiciamiento de delitos sexuales» y que el caso «es una prioridad».
Varias chicas han dicho que ellas o alguien que conocen fueron abusadas en el rancho.
Virginia Roberts, una de las chicas que habló con los investigadores en la década de 2000 cuando Epstein fue acusado de abusar sexualmente de más de 100 niñas menores, dijo que la llevaron al rancho cuando tenía 17 años y les entregó a los agentes federales al menos dos fotos que la mostraban en el rancho. Maria Farmer, quien dijo que Epstein abusó de su hermana, dijo que Epstein llevó a la niña al rancho en 1996.
«Tenía solo 15 años en ese momento y le ordenaron que se quitara toda la ropa y se subiera a una mesa de masaje», dijo Farmer en la declaración jurada. «[Ghislaine] Maxwell y Epstein la tocaron inapropiadamente en la mesa de masaje».
Roberts, ahora conocido como Virginia Giuffre, dijo en declaraciones reveladas este mes que el exgobernador de Nuevo México, Bill Richardson, era uno de los hombres con los que se le ordenó tener relaciones sexuales. Richardson ha negado el reclamo. Epstein donó a las campañas de Richard en 2002 y 2006.
Las personas que vivían en el área dijeron que sabían cuando Epstein estaba en la ciudad porque podían verse las luces de su mansión.
«Las luces de la mansión ahogan las estrellas», dijo al Republic Gene Peach, un fotógrafo de Santa Fe. Sina Brush, que vive en el área, le dijo al New Mexican que las luces eran visibles a kilómetros de distancia y se encendían cada seis semanas o dos meses. Habían «caravanas de glamorosas mujeres» que llegaban a la entrada del rancho de la autopista local 41.
Entre sus conexiones con científicos famosos, Epstein donó más de USD 250.000 al Instituto Santa Fe (SFI), un grupo de expertos, y, según los informes, fue cercano con el cofundador Murray Gell-Man, quien le dijo a Vanity Fair en 2003 que «siempre habían mujeres bonitas» durante su cena con Epstein.
Una portavoz del instituto dijo al Republic: «Contrariamente a ciertas declaraciones en la biografía de Epstein, él no participó activamente en el SFI sino como un donante poco frecuente».
Gell-Man murió en mayo de 2018.
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