Funcionarios europeos incautan yates multimillonarios de empresarios rusos

Por Katabella Roberts
03 de marzo de 2022 2:21 PM Actualizado: 03 de marzo de 2022 2:21 PM

Las autoridades en Europa confiscaron dos superyates pertenecientes a empresarios rusos con, presuntamente, estrechas conexiones al presidente ruso Vladimir Putin, según múltiples informes.

Las autoridades de Francia incautaron el jueves un yate que vincularon a Igor Sechin, CEO de la empresa petrolera rusa Rosneft, en el puerto mediterráneo de La Ciotat, dijo el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire.

“Gracias a los funcionarios de aduanas franceses que están haciendo cumplir las sanciones de la Unión Europea contra las personas cercanas al gobierno ruso”, dijo Le Maire en Twitter.

Según la Agencia France-Presse, la carta señala que las autoridades francesas incautaron el yate Amore Velo en La Ciotat, el 2 de marzo, en cumplimiento de las sanciones de la Unión Europea contra Rusia.

El yate de 280 pies (85.6 metros), donde hay una piscina que se convierte en helipuerto, era propiedad de una empresa “en la que Sechin es el principal accionista”, dice la carta.

Sechin aún no ha hecho comentarios públicos sobre la incautación.

En otra incautación, llevada a cabo el jueves, las autoridades francesas tomaron otro buque de carga en el puerto de Loiret, Bretaña, que también estaba vinculado a intereses rusos, informó Reuters.

Por otra parte, el miércoles, las autoridades alemanas incautaron un superyate valorado en 600 millones de dólares. Pertenecía al multimillonario ruso, Alisher Usmanov.

Usmanov estaba entre una serie de multimillonarios sancionados por la Unión Europea tras la invasión a Ucrania. Las sanciones apuntan al sector financiero, energético y de transporte de Rusia, así como a sus controles de exportación y política de visas.

El magnate de los negocios y oligarca ruso nacido en Uzbekistán posee una participación del 49 por ciento en USM, un grupo de inversión ruso que controla Metalloinvest, uno de los mayores productores de hierro del mundo, y la empresa de telecomunicaciones, MegaFon.

Usmanov, que es el sexto ruso más rico, con una fortuna de USD 19,500 millones según el índice de riqueza de Bloomberg, también tiene participaciones en JD.com y Uber Technologies y controla Kommersant, un periódico ruso.

El martes, la Unión Europea congeló los activos del empresario. Su yate, el Dilbar, fue incautado por las autoridades de Hamburgo, donde había estado en reparación desde fines de octubre, según múltiples informes.

El yate de 512 pies (156 metros) fue construido en 2016 y es considerado como el yate a motor más grande del mundo por tonelaje bruto, informó Forbes. Por lo general, tiene una tripulación de 96 personas y ha sido diseñado para alojar cómodamente hasta 24 invitados en 12 suites. Se estima que tiene un valor de USD 594 millones, según el Índice de multimillonarios de Bloomberg.

Los funcionarios de la UE calificaron a Usmanov como un “oligarca pro-Kremlin que tiene vínculos particularmente estrechos con el presidente ruso Vladimir Putin”. Dijeron que “ha sido mencionado como uno de los oligarcas favoritos de Vladimir Putin”.

“Se le considera uno de los empresarios-funcionarios de Rusia, a quienes se les confió el servicio de los flujos financieros, pero sus posiciones dependen de la voluntad del presidente. Según los informes, el Sr. Usmanov ha representado al presidente Putin y ha resuelto sus problemas comerciales”, dijeron los funcionarios.

“Según los archivos de la FinCEN, pagó 6 millones de dólares al influyente asesor de Vladimir Putin, Valentin Yumashev. Dmitry Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente y primer ministro de Rusia, se benefició del uso personal de lujosas residencias controladas por el Sr. Usmanov”.

“Por lo tanto, apoyó activamente material o financieramente a los tomadores de decisiones rusos responsables de la anexión de Crimea y la desestabilización de Ucrania”, dijeron funcionarios de la UE.

Usmanov criticó la decisión el martes en un comunicado en el que dijo que las acciones de la UE fueron «injustas» y afirmó que se había convertido en el «objetivo de medidas restrictivas» por parte de la UE.

«Las razones empleadas para justificar las sanciones son un conjunto de acusaciones falsas y difamatorias que dañan mi honor, mi dignidad y mi reputación empresarial. Utilizaré todos los medios legales para proteger mi honor y reputación», afirmó.


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