El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, promulgó el viernes una ley que impone restricciones a los procedimientos y tratamientos de transición de género para menores en el estado.
El proyecto de ley, conocido como Proyecto de ley 14 del Senado, prohíbe a los médicos realizar determinados procedimientos y tratamientos relacionados con la transición de género, la reasignación o la disforia de género a menores de 18 años. También restringe el uso de fondos públicos o ayuda pública para tales procedimientos.
El año pasado, Abbott emitió una orden en la que afirmaba que tratar a menores transexuales con procedimientos médicos podía considerarse un abuso infantil. A su vez, un juez detuvo algunas de las investigaciones relacionadas con esta orden en Texas.
La ley recién promulgada prohíbe específicamente a los médicos y proveedores de atención sanitaria realizar cirugías que incapaciten a los menores para tener hijos.
Esto incluye cirugías en varones como la castración (extirpación de los testículos), la vasectomía (corte de los conductos que transportan el esperma), la orquiectomía (extirpación de los testículos), la penectomía (extirpación del pene) y la vaginoplastia (hacer una vagina). También incluye operaciones en mujeres, como la histerectomía (extirpación del útero), la ooforectomía (extirpación de los ovarios), la metoidioplastia (remodelación del clítoris) y la faloplastia (fabricación de un pene).
Además está prohibido extirpar partes del cuerpo o tejidos sanos, tomar fármacos que incapacitan tener hijos o extirpar los pechos.
Pero hay algunas excepciones a la norma. Los médicos pueden recetar medicamentos para detener la pubertad a los niños que la inician demasiado pronto, con el permiso de sus padres o tutores. También se les permite realizar procedimientos o tratamientos médicamente necesarios en niños que tengan problemas genéticos con su desarrollo sexual o sus cromosomas.
La ley también incluye otras excepciones para los menores que ya estaban sometidos a tratamientos no quirúrgicos antes del 1 de junio y los que hayan realizado 12 o más sesiones de asesoramiento en salud mental o psicoterapia seis meses antes de empezar los tratamientos con medicamentos recetados. Estos tratamientos en menores pueden continuar, pero los pacientes deben «retirarse» de los medicamentos con la ayuda de su médico.
Estas terapias son consideradas estándar para importantes asociaciones médicas. Sin embargo, algunas personas que se arrepienten de haberse sometido a estos tratamientos han hablado en contra de sus proveedores de atención sanitaria, y algunos padres afirman que se sintieron presionados para consentir la transición de sus hijos.
Algunas de estas personas, a las que algunos denominan «detransicionistas», han hablado con los legisladores para pedir que se prohíban las cirugías y tratamientos de género en menores, alegando las repercusiones negativas que han tenido en su salud y calidad de vida. Los republicanos se han mostrado preocupados por las repercusiones a largo plazo de los tratamientos, calificándolos a menudo de irreversibles y que alteran la vida.
Los defensores de los tratamientos no quirúrgicos de la disforia de género argumentan que la terapia hormonal, que provoca cambios físicos, puede revertirse si el paciente deja de tomar la medicación. Sin embargo, la Clínica Mayo señala que otros cambios, como el desarrollo de las mamas, no pueden revertirse.
Estos tratamientos no quirúrgicos suelen utilizarse como respuesta a la disforia de género, que es el malestar psicológico que experimentan quienes no se identifican con su sexo biológico.
Según la nueva ley, no se pueden utilizar fondos públicos para financiar a médicos, hospitales o facultades de medicina que realicen estos procedimientos o tratamientos a menores. La Comisión de Salud y Servicios Humanos de Texas tampoco puede reembolsar a Medicaid estos procedimientos o tratamientos, y el programa de planes de salud infantil tampoco puede pagar a médicos o proveedores de atención sanitaria por estos servicios.
Si alguien infringe esta ley, el fiscal general del estado puede tomar medidas contra esa persona. El fiscal general puede pedir a la corte que restrinja o detenga cualquier infracción por parte de los proveedores de asistencia sanitaria.
Texas se une así a otros 16 estados con dirigentes republicanos que han prohibido las operaciones de cambio de sexo, las terapias hormonales y los bloqueadores de la pubertad en menores. Nebraska, Florida y Oklahoma también han aplicado recientemente prohibiciones similares.
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