Guías de los CDC para regreso a la escuela con el sonido traumático de COVID-19

Por KERRY MCDONALD
25 de mayo de 2020 2:40 PM Actualizado: 25 de mayo de 2020 2:44 PM

Cuando las escuelas reabran en EE. UU. en medio de la actual pandemia COVID-19, van a tener más restricciones de las que ya tenían. Durante mucho tiempo las escuelas han controlado los movimientos de los estudiantes e impuesto restricciones sobre a dónde pueden ir, cuándo y con quién. Con la preocupación por el virus, esos controles aumentarán en cantidad e intensidad.

Recientemente la NPR proclamó que «la interrupción de la pandemia constituye una ‘experiencia infantil adversa’ para todos los niños estadounidenses». Si bien muchos niños se sienten tristes por estar lejos de sus amigos y actividades, el hecho de estar en casa con sus familiares durante un período prolongado no constituye una «experiencia infantil adversa» para la mayoría de los niños estadounidenses. Sin embargo, el regreso a la escuela con medidas extremas para controlar el virus y el distanciamiento social podría ser muy traumático para muchos niños.

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) publicaron sus recomendaciones para la reapertura de las escuelas, entre las que incluyeron alentar la realización de controles diarios de temperatura y/o verificar síntomas, todo el personal y los niños mayores de dos años se cubran la boca, espaciar los pupitres a seis pies de distancia, escalonar los horarios, no utilizar la cafetería ni el patio de recreo, instalar tabiques y barreras físicas, no realizar excursiones, no compartir juguetes y restringir las visitas externas, incluidas las de los padres.

A medida que surgen imágenes de países en todo el mundo que ya reabrieron sus escuelas, los padres estadounidenses apenas están vislumbrando cómo podrían ser las medidas extremas de distanciamiento social, incluyendo las últimas de las escuelas chinas en las que se atan «alas» de distanciamiento social en la espalda de los niños para asegurar que se mantengan alejados unos de otros. No resulta extraño que una nueva encuesta de opinión de RealClear haya encontrado que el 40 por ciento de los padres tienen la intención de elegir la enseñanza en casa o la enseñanza virtual para sus hijos cuando terminen los cierres. Y muchos padres europeos aún se niegan a enviar a sus hijos de regreso a la escuela.

Estos estrictos esfuerzos de distanciamiento social en las escuelas surgen a medida que aumenta evidencia que sugiere que los niños están en gran medida libres de los peligros de la infección por COVID-19. Aunque recientemente ha aumentado la preocupación por una enfermedad inflamatoria similar a Kawasaki relacionada con la COVID-19, que ha afectado a algunos niños, el riesgo parece minúsculo. Según «The Wall Street Journal«:

«Un estudio publicado en la revista Lancet la semana pasada reportó 10 niños con síndrome inflamatorio en Bergamo, Italia —la ciudad con la tasa más alta de muertes e infecciones— unas 30 veces más alta que la incidencia normal. La mayoría eran mayores y sufrían síntomas cardíacos más graves que los que se suelen encontrar con Kawasaki. Pero los autores también estimaron que probablemente no más del 0.1% de los niños que habían estado expuestos al virus se vieron afectados. Todos los pacientes hospitalizados fueron dados de alta, y los autores recomiendan tratar a los pacientes con esteroides para calmar su sistema inmunológico».

El artículo del Wall Street Journal continúa diciendo:

«En estos tiempos los padres y los médicos deben estar especialmente atentos. Pero como sociedad también debemos tener en cuenta que los riesgos de los niños por el coronavirus son pequeños, especialmente en relación con otros. La Fundación para la Investigación de la Igualdad de Oportunidades proyecta que los niños menores de 15 años tienen de 6.83 a 20.07 veces más probabilidades de morir de gripe o neumonía que de coronavirus —asumiendo las 150.000 muertes por COVID-19 en EE.UU. este año— y 128 veces más probabilidades de morir de un accidente».

Deberíamos preocuparnos profundamente por la salud y la seguridad de los niños, pero como muchas otras cosas en esta pandemia, es importante asegurarse de que la respuesta no sea más dañina que el propio virus. Muchos padres y educadores con justa razón se preocupan por la salud mental de los niños durante estos cierres, pero cuando los cierres terminan y las escuelas vuelven a abrir, la salud mental de los niños podría empeorar con medidas de distanciamiento social extremas que eliminen cualquiera de las partes potencialmente agradables de la escuela, como el tiempo de juego, actividades extracurriculares y reuniones con los amigos.

Sin estos complementos que a menudo compensan las partes más opresivas de la escolarización convencional, no es sorprendente que algunos padres y alumnos opten por continuar con la escolarización en casa o el aprendizaje virtual hasta que termine la pandemia.

Kerry McDonald es becaria de educación superior de la FEE y autora de «Sin escolarizar: criar niños curiosos y bien educados fuera del aula convencional ”» (Chicago Review Press, 2019). También es becaria adjunta en el Instituto Cato y colaboradora habitual de Forbes. Es licenciada en economía por el Bowdoin College y tiene un máster en política educativa de la Universidad de Harvard. Vive en Cambridge, Massachusetts, con su marido y sus cuatro hijos. Puede suscribirse a su boletín semanal sobre paternidad y educación aquí. Este artículo fue publicado originalmente en FEE.org.


Apoye nuestro periodismo independiente donando un «café» para el equipo.


Descubra

El “distanciamiento social” podría derrotar al Partido Comunista Chino

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.