Hipocresía en The New York Times

Por Dinesh D'Souza
19 de abril de 2021 3:27 PM Actualizado: 19 de abril de 2021 3:27 PM

Opinión

Hoy en día, The New York Times defiende firmemente la idea de que las elecciones de 2020 fueron las más seguras de la historia. El diario neoyorquino también afirma que las posibilidades de fraude por los votos en ausencia o por correo son simplemente una acusación «falsa» de los republicanos.

En una verificación de hechos reciente, la reportera del NY Times, Linda Qiu, escribió que “ha habido numerosos estudios independientes y revisiones gubernamentales que encuentran que el fraude electoral es extremadamente raro en todas sus formas”, incluyendo las votaciones hechas con boletas de voto ausente y boletas por correo, entre las cuales (dijo) “no hay una diferencia significativa». Ambas son «formas seguras de voto»; más aún, son el «estándar de oro» de la seguridad electoral.

Este mensaje coherente del NY Times tiene un objetivo claro, busca eliminar todo debate sobre los problemas legítimos de fraude electoral relacionados con las boletas ausentes y boletas por correo. Según el NY Times, este es un problema falso. El problema real es la malevolencia del Partido Republicano al tratar de reprimir a los pobres y a las minorías raciales para que no voten.

Sin embargo, como señala RealClearInvestigations, el propio NY Times, antes de las elecciones de 2020, hizo sonar numerosas alarmas sobre las perspectivas de fraude como consecuencia de la ampliación de las votaciones que se realizan por medio de votos ausentes y votos por correo. Ya en 2004, el reportero del NY Times, Michael Moss, expuso su preocupación después que muchos estados no hubieran adoptado «salvaguardas para el voto ausente, sobre las cuales funcionarios electorales habían advertido que eran necesitarían para evitar elecciones amañadas».

En 2006, la reportera del NY Times, Joyce Pernick, señaló que «los expertos en leyes electorales dicen que la mayoría de los fraudes electorales involucran el voto ausente». En 2011, Charlie Savage del NY Times insistió en que, en comparación con la votación en persona, había «mayor evidencia» de que las boletas por correo «se han utilizado para intentar alterar los resultados de las elecciones».

Aquí hay un artículo revelador de 2012: «Los problemas de errores y fraudes en las votaciones a medida que aumenta el voto por correo«. Escrito por Adam Liptak, este artículo del NY Times señala que el voto por correo «aumenta el potencial de fraude», por lo que plantea «preguntas sobre las promesas más elementales de la democracia». Según el NY Times, «el voto por correo es ahora lo suficientemente común y problemático como para que los expertos electorales digan que ha habido múltiples elecciones en las que nadie puede decir con seguridad qué candidato fue el merecido ganador».

El voto por correo y en ausencia, escribe Liptak, «hace mucho más fácil comprar y vender votos». Liptak da ejemplos de elecciones en Illinois e Indiana. También describe un proceso que denomina «cultivo de abuelas» en el que los trabajadores de campañas supuestamente ayudan a los votantes en las residencias de ancianos. Estos votantes son fácilmente «sometidos a una presión sutil, a una intimidación descarada o al fraude». El secreto de su voto se ve fácilmente comprometido. Y sus papeletas pueden ser interceptadas tanto cuando llegan como cuando salen».

Liptak cita a Heather Gerken, ahora decana de la Facultad de Derecho de Yale, quien dijo: «Podrías robar algunas papeletas de voto ausente o rellenar una urna o sobornar a un administrador electoral», y agrega que la facilidad de tales prácticas muestra «por qué toda la evidencia de elecciones robadas implica votaciones ausentes y cosas por el estilo». Gerken, al igual que el NY Times, parece haber olvidado convenientemente lo que dijo hace apenas unos años.

Así que veamos dónde estamos en esto. Durante años, cuando las boletas electorales ausentes y por correo eran relativamente escasas, el NY Times insistió en que presentaban serios problemas de fraude y manipulación. Esta no fue simplemente la opinión del periódico, sino que reunió una amplia gama de estudios y expertos para respaldar el asunto.

Ahora que el voto por correo se ha expandido enormemente, a causa del COVID-19, cabría esperar que la ansiedad del NY Times aumentara. Uno podría esperar que el NY Times advirtiera de amenazas mucho mayores a la integridad de las elecciones. Uno podría esperar que el NY Times exigiera la imposición de nuevas salvaguardias para garantizar la integridad de la democracia.

Pero no. En lugar de ello, el NY Times, que en su día se mostró cauto y sombrío sobre las perspectivas de fraude electoral como resultado del voto por correo y en ausencia, ha invertido ahora por completo su posición e insiste, no sólo en que hay buenos argumentos para la seguridad del voto en ausencia y por correo, sino también en que no hay un debate legítimo sobre el tema de si tales votos abren oportunidades para el fraude electoral.

Entonces, ¿Qué explica la brusca reversión del NY Times? La respuesta, por supuesto, son los resultados de las elecciones. En general, a los artículos anteriores del NY Times les preocupaba que las boletas ausentes pudieran poner a Bush en la cima durante el 2000 o el 2004. O al NY Times le preocupaba que las boletas ausentes pudieran costarle a Obama su reelección. En 2020, sin embargo, el NY Times reconoció que los demócratas habían presionado agresivamente para ampliar la votación por correo con la expectativa de que esto le diera al partido una ventaja decisiva, como parece haber sido el caso. En consecuencia, el NY Times cambió su posición porque quería un resultado político diferente.

El sórdido episodio es simplemente el último indicio de que el New York Times no se basa en principios, con respecto a las boletas por correo o con respecto a cualquier otra cosa. Sus principios están enteramente al servicio de sus resultados ideológicos preferidos. El NY Times, por supuesto, no es el único que participa en esta hipocresía y racionalización política. Podemos reconocer en esta hipocresía y en este alegato especial una reivindicación del argumento del filósofo David Hume: «La razón es, y sólo debe ser, esclava de las pasiones».

Dinesh D’Souza es autor, cineasta y presentador diario del podcast Dinesh D’Souza.


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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