Hombre crea gigantesca escultura de una mano en árbol más alto de Gales que se dañó en una tormenta

Por Jenni Julander
19 de diciembre de 2020 3:30 PM Actualizado: 19 de diciembre de 2020 3:30 PM

Cuando el árbol más alto de Gales sufrió devastadores daños por una tormenta y estaban a punto cortarlo, el servicio forestal tuvo una idea diferente: le encargaron a un artista que esculpiera el árbol para convertirlo en un monumento conmemorativo.

Ahora, la escultura quedó terminada, y el escultor ha sido elogiado como un visionario por convertir el glorioso árbol en la «Mano Gigante de Vyrnwy», una asombrosa escultura de 50 pies de una mano gigante que intenta alcanzar el cielo, en un esfuerzo por reclamar su antigua grandeza.

La escultura pertenece a la comisión forestal y no está a la venta; sin embargo, según el artista, el precio de una obra de arte similar sería de unas 12,000 libras (16,237 dólares estadounidenses).

(Cortesía de Simon O’Rourke)

El artista, Simon O’Rourke, es un galardonado escultor especializado en motosierras que ha obtenido varios primeros puestos en el Concurso de Talla de Motosierras Abiertas de Inglaterra con su cinturón, y no es un carpintero común y corriente. Utiliza árboles desechados y dañados para crear impresionantes obras de arte que complementan el entorno.

O’Rourke lamentó la noticia de la muerte del árbol más alto de Gales. Así que, cuando supo que Recursos Naturales de Gales había pedido que se presentaran diseños, supo que sería un honor trabajar en el proyecto.

«Estaba muy emocionado ante la perspectiva de tallar esta mano gigante y crear un monumento para un hito tan conocido», compartió O’Rourke en su sitio web.

(Cortesía de Simon O’Rourke)

«Empecé a investigar el área y encontré que el área de bosque que contenía el árbol era conocida como los Gigantes de Vyrnwy. Esto me hizo pensar, y me decidí por una mano gigante, que simboliza los gigantes».

O’Rourke dijo a The Epoch Times que el simbolismo también debía reflejar el último intento del árbol por alcanzar el cielo.

«Realmente sentí que todo el grupo de árboles luchaba por alcanzar la luz», dijo. «Para enfatizar esa sensación, quise conectarla con algo con lo que la gente se pudiera identificar».

Aparentemente, su inspiración se hizo realidad, dado que la comisión forestal seleccionó a O’Rourke para esculpir el árbol.

«Era importante hacer algo para darle un propósito al árbol después de su triste desaparición», dijo O’Rourke a The Epoch Times.

Armado con una motosierra y una visión, se dispuso a abordar los aspectos técnicos del proyecto, estableciendo un andamiaje y planificando la escala y dimensiones exactas de la enorme mano.

(Cortesía de Simon O’Rourke)

«Trabajar a una escala gigante sin poder retroceder fácilmente fue un desafío», dijo. «Me encanta presionarme a mí mismo, así que era un desafío bien recibido, y elegí usar mi propia mano como modelo».

«Utilicé una escala de 1:10, y trabajé sin un guante en mi mano derecha para poder revisarla y medirla constantemente».

El espacio de trabajo confinado dificultaba la evaluación precisa de la escala, así que un amigo artista me ayudó, actuando como observador.

«Él se alejaba y lo veía desde varios puntos y nos llamábamos para discutirlo», dijo el escultor.

Pero esa no fue la única dificultad a la que tuvo que enfrentarse.

El árbol no era lo suficientemente ancho para toda la mano, así que tuvo que construir el pulgar por separado. O’Rourke dice que montar el pulgar era el mayor obstáculo, y en un momento dado pensó que podría ser imposible debido a su peso.

(Cortesía de Simon O’Rourke)

«Cuando lo tallé para reducir el peso y fui a encajarlo, era claro que necesitaría algunas piezas extra para llenar los huecos que quedaban», dijo. «Tuve que buscar entre las piezas cortadas y encontrar suficientes para crear la cuña correcta para encajar en el hueco».

Pero por suerte, todo funcionó. Después de ajustar el pulgar correctamente, el artista cubrió el tallado con aceite de Tung, un aceite natural de base vegetal que es seguro para usar cerca de las vías fluviales.

Seis días después, O’Rourke se detuvo para ver su más reciente obra de arte natural.

«Estaba muy contento con la pieza terminada», dijo O’Rourke. «La respuesta de todos los habitantes y de la Comisión Forestal (que la había encargado) fue fantástica».

(Cortesía de Gareth Williamson Photography a través de Simon O’Rourke)

Compartió fotos del colosal tallado en su página de Facebook a finales de octubre, y los espectadores reaccionaron con gran asombro.

«Un tributo apropiado», escribió un admirador.

En su página web, O’Rourke escribió sobre la experiencia, enfatizando lo mucho que el proyecto significaba para él.

«Me encantó trabajar en la escultura de la mano», compartió. «Me recordó que somos muy pequeños comparados con algunos organismos vivos de este planeta». Considerándolo todo, ¡fue una experiencia de humildad!».

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