Inmigrantes que hoy son empresarios en EE. UU. revelan los méritos de la inmigración legal
WASHINGTON, Estados Unidos – Los esfuerzos de la reforma migratoria colapsaron recientemente en el Congreso, dejando un camino poco claro para resolver uno de los problemas más apremiantes del país.
El persistente estancamiento de la inmigración ilegal y la seguridad fronteriza pone en riesgo el futuro del país, dicen los propios empresarios inmigrantes.
«No quiero ver que mi ciudad y mi país se conviertan en un país del Tercer Mundo», dijo Andrea Stone, CEO y fundadora de Dynamic-Pro Inc., una empresa de consultoría de gestión y tecnología en Arlington, Virginia. Stone nació en Colombia y migró a Estados Unidos cuando tenía 20 años.
Después de adquirir experiencia en consultoría de gestión en empresas como Booz Allen, fundó su propia firma en 2006 para brindar servicios de consultoría tanto al sector público como al privado.
«Llegué a Estados Unidos legalmente», dijo Stone. «Todos deberían venir aquí legalmente y pasar por el proceso legal. Yo creo que eso está muy claro para mí «.
Stone también tiene experiencia laboral en países como Holanda, Francia y Alemania.
«Creo que Estados Unidos tiene la mejor tierra fértil para las ideas», manifestó; destacando el entorno favorable a los negocios que tiene el país, el que favorece el espíritu empresarial y las nuevas ideas.
La compañía de Stone, estructurada como una entidad de transferencia, se ha beneficiado de la reforma tributaria y la desregularización impulsadas por la administración Trump.
Stone emplea a 65 personas y planea aumentar eso en un 25 por ciento año tras año; ella espera otro año robusto en términos de ingresos.
«El año pasado fue uno de nuestros mejores, y este año estamos en camino de crecer probablemente otro 20 por ciento», dijo.
Sin embargo, incluso con las perspectivas económicas y comerciales positivas, Stone está preocupada por la política de inmigración del país.
«Es un desastre en este momento y creo que Trump está tratando de arreglarlo», dijo.
‘Reforma de inmigración de sentido común’
El presidente Donald Trump quiere cambios radicales en la inmigración, incluyendo un muro fronterizo seguro y un sistema que garantice la pronta remoción de los inmigrantes ilegales del país. Trump además quiere poner fin a la migración en cadena y eliminar el sistema de «lotería de visas», para mover al país a un sistema de entrada basado en el mérito.
Los legisladores, en cambio, no parecen estar muy cerca de aprobar una reforma migratoria. En junio, un proyecto de ley de inmigración patrocinado por los republicanos fue rechazado en la Cámara, marcando el último punto muerto en el Congreso.
Según la Casa Blanca, los legisladores deben aprobar un sistema de inmigración que solucione las lagunas y sirva al interés nacional.
«El presidente Trump está buscando una reforma migratoria de sentido común», dijo Chris García, exsubdirector del Departamento de Comercio bajo la administración de Trump. «Tenemos que saber quién entra y quién sale de nuestro país, y como el Presidente declaró anteriormente, los países tienen fronteras. Tenemos que tener una frontera segura, de lo contrario, no somos un país».
Como hijo de un inmigrante legal de México, García apoya los esfuerzos del presidente para frenar la inmigración ilegal. Dijo que la seguridad fronteriza es un problema grave que debe abordarse de forma racional.
«Lo que los estadounidenses aprecian del enfoque del presidente Trump, es que está comprometido a cumplir sus deberes constitucionales, de los cuales lo principal es garantizar la seguridad del pueblo estadounidense».
Según García, el gobierno debería desalentar que las empresas estadounidenses contraten inmigrantes ilegales.
«Es doloroso para los trabajadores estadounidenses», dijo, y agregó que Trump prometió constantemente proteger a los trabajadores estadounidenses al exigir E-Verify, un sistema electrónico que permite a los empleadores verificar la autorización de trabajo de los empleados.
‘Arriesgué mi vida para venir aquí’
Tiberiu Czentye, CEO de All Pro Solutions en Rock Hill, Carolina del Sur, también apoya las políticas de inmigración de Trump.
«Soy un inmigrante legal y un ciudadano estadounidense orgulloso», dijo Czentye, inmigrante de Rumania. «Arriesgué mi vida para venir aquí».
Czentye escapó de la Rumania comunista en 1989 y se le concedió asilo político en Estados Unidos después de una espera de dos años en Holanda, durante el proceso de investigación.
Al llegar a Estados Unidos tuvo tres empleos diferentes antes de abrir su propio negocio en 1996. Su compañía fabrica sistemas de archivo para editores de discos y servicios digitales. Actualmente tiene 10 empleados y planea contratar más en el corto plazo.
Como propietario de una pequeña empresa, recientemente testificó ante el Comité de Pequeñas Empresas de la Cámara de Representantes en una audiencia titulada «Impacto de la Ley Tributaria en Main Street». En su testimonio, Czentye explicó cómo logró su sueño americano.
«Abrí mi propia empresa, compré mi propia casa y envié a mis hijos a buenas universidades en California», dijo.
«Después de 18 años allí, dejamos California y encontramos nuestro estado de ensueño: ‘Carolina del Sur’, donde disfrutamos de valores familiares, buenas oportunidades comerciales y un costo de vida más bajo».
Según Czentye, Estados Unidos debería tener una política de inmigración sólida y atraer inmigrantes mediante un sistema basado en el mérito, en lugar de permitir que los inmigrantes ilegales crucen la frontera o salten una valla. También dice que el país debería elegir inmigrantes altamente calificados para un futuro mejor.
«Apoyo la calidad. […] Necesitamos gente que nos ayude a subir y no gente que nos tire hacia abajo «, dijo.
«Y tenemos que entender que no podemos traer a todos aquí».