Inversores de EE.UU. deben alejarse de “China Inc” para acabar genocidio del PCCh: Exfuncionarios

Por Jan Jekielek y Frank Fang
26 de Marzo de 2021 2:38 PM Actualizado: 26 de Marzo de 2021 2:38 PM

Ahora es el momento de que todos los estadounidenses tomen medidas para detener el genocidio del régimen chino contra los musulmanes uigures, un crimen dirigido por el estado que recuerda al Holocausto, dijeron los exfuncionarios del Departamento de Estado, Keith Krach y Ellie Cohanim.

La designación de genocidio fue hecha por el entonces secretario de Estado, Mike Pompeo, en enero por la persecución del régimen chino contra los uigures en la región occidental de Xinjiang. La persecución ha incluido la esterilización forzada, el aborto forzado, la tortura, el trabajo forzado y la separación de los niños de sus familias.

Mientras tanto, más de un millón de uigures se encuentran actualmente detenidos dentro de los campos de internamiento de China—instalaciones que el régimen chino ha catalogado como “escuelas de formación profesional”.

El lunes, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y la Unión Europea revelaron sanciones coordinadas contra funcionarios chinos responsables de la política opresiva del Partido Comunista Chino (PCCh) en Xinjiang.

“Estamos muy satisfechos de que los gobiernos adopten el enfoque correcto. Pero hemos elaborado también un plan para cada estadounidense, de modo que todos los estadounidenses puedan actuar hoy”, dijo Cohanim en una entrevista conjunta con Krach en el programa “American Thought Leaders” de The Epoch Times.

Las sanciones son el enfoque correcto porque el PCCh “solo puede entender la fuerza”, según Cohanim.

Cohanim se desempeñó anteriormente como enviada especial adjunta de EE. UU. para supervisar y combatir el antisemitismo, y ahora es miembro visitante en el Foro de Mujeres Independientes sin fines de lucro de EE. UU.

Keith Krach es el exsubsecretario de estado de crecimiento económico, energía y medio ambiente.

“Este es el momento de detenerlo. Si no lo hacemos, esto continuará. Y se va a propagar”, dijo Krach.

En un reciente artículo de opinión en Newsweek, Cohanim y Krach señalaron paralelismos entre el Holocausto y la represión por parte del PCCh en Xinjiang. Una de las similitudes, escribieron, es la deshumanización de los uigures por parte del PCCh, que recuerda cómo los nazis representaban a los judíos antes de enviarlos a los campos de concentración.

“Estamos viendo exactamente las mismas tácticas practicadas por el Partido Comunista Chino, donde ellos están llamando a la religión uigur una plaga contagiosa. Ellos describen a los propios uigures como tumores malignos. Y han descrito a los uigures como similares a las malas hierbas, y que debes usar productos químicos para obtener todo de ellas”, dijo Cohanim a The Epoch Times.

Ella agregó: “Este tipo de lenguaje recuerda increíblemente al lenguaje horrible de los nazis [contra los judíos]”.

“Vaciar la caja registradora”

Los estadounidenses pueden dejar de financiar al PCCh si no invierten en empresas chinas vinculadas a Beijing o al ejército chino.

“El sonido de vaciado de la caja registradora se escuchará alto y claro en el otro lado del mundo en Xinjiang”, dijo el artículo de opinión.

Krach dijo: “Lo que es realmente triste es que el inversionista estadounidense promedio está financiando sin saberlo al Partido Comunista Chino”. Él dijo que las inversiones pasivas en fondos indexados, fondos mutualistas o los ETF que a su vez invierten en empresas chinas han contribuido a los abusos de los derechos humanos, el sistema de vigilancia o el desarrollo militar de China.

Cohanim alentó a los inversionistas estadounidenses—como las personas que tienen ahorros en un fondo de pensiones, inversiones en un fondo mutuo o aquellos que donan a una fundación o un fondo de dotación universitario—a que se comuniquen con sus administradores de fondos y compañías de corretaje para exigir transparencia sobre sus inversiones.

“Si su corredor o el representante del fondo no está dispuesto a compartir información sobre dónde usted está invirtiendo, entonces podría ser el momento de buscar en otra parte”, agregó Cohanim.

Bajo la administración Trump, muchas empresas chinas fueron sancionadas con penalizaciones de EE. UU. por su papel en permitir la represión por parte de Beijing en Xinjiang, ayudar al ejército chino al participar en la estrategia de fusión militar-civil del PCCh y militarizar el Mar del Sur de China.

En la actualidad, el Pentágono ha identificado a 44 empresas chinas como “Empresas Militares Comunistas Chinas” (CCMC, por sus siglas en inglés), incluyendo a los gigantes de las telecomunicaciones China Mobile, China Telecom y China Unicom. Una hoja de datos del Departamento de Estado muestra que estas 44 empresas tienen más de 1100 subsidiarias.

En noviembre, el entonces presidente Donald Trump emitió una orden ejecutiva prohibiendo la inversión de EE. UU. en estas 44 empresas y sus subsidiarias.

Aparte de los inversionistas estadounidenses promedio, Krach dijo que las corporaciones y organizaciones que tienen una voz poderosa tienen también una responsabilidad.

Por ejemplo, Krach pidió al Foro Económico Mundial (FEM) con sede en Suiza que incluyera la persecución llevada a cabo por el PCCh en Xinjiang en la agenda de sus reuniones.

“Ni siquiera pude ver esto en su sitio web—su lista de temas. He estado asistiendo allí durante 20 años”, dijo Krach, refiriéndose al FEM.

El FEM celebrará una reunión anual especial en Singapur durante cuatro días a partir del 25 de mayo.

Krach solicitó también a la comunidad ESG —inversionistas que enfatizan una sólida conducta ambiental, social y de gobierno corporativo en sus inversiones—a hablar sobre la persecución en Xinjiang. Los directores ejecutivos corporativos deben asegurarse de que sus cadenas de suministro estén limpias, agregó.

Para los líderes empresariales, Krach dijo que los conflictos de intereses afectan la responsabilidad corporativa. Dado que muchas empresas tienen grandes participaciones en el mercado chino, no quieren disgustar a las autoridades chinas por temor a represalias.

“Creo que nadie debería doblar la rodilla ante el Partido Comunista Chino. Claramente tenemos el terreno moral elevado aquí”, dijo Krach.

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