Irán es un centro de pandemonio del coronavirus y muerte

Por The Epoch Times
27 de marzo de 2020 7:49 PM Actualizado: 27 de marzo de 2020 7:49 PM

Comentario

Mentira del gobierno, encubrimiento e información engañosa sobre la cantidad de casos de coronavirus es lo que los críticos afirman sobre Irán.

El líder supremo Ayatollah Khamenei dijo: «Esta no es una gran catástrofe, (…) un asunto pasajero y algo excepcional».

También dijo: «Nuestros funcionarios han estado informando al público desde el primer día con confianza, honestidad y transparencia. Pero otros países están ocultando el que la enfermedad es más severa y se ha ido extendido más».

El Dr. Richard Brennan, director de emergencias para la región del Mediterráneo Oriental de la Organización Mundial de Salud, dijo: «Los casos oficialmente reportados pueden representar solo una quinta parte de su cantidad real».

Irán afirma que el número de muertos ha superado los 2000. Los opositores del régimen, la Organización Popular Mojahedin de Irán (PMOI), reportó el 26 de marzo de 11,900 muertes en 224 ciudades. Los nombres y algunas veces las fotos de los muertos se publican diariamente.

El Presidente Hassan Rouhani afirma que no está ocultando nada al público, pero está furioso porque las cifras reales se han publicado de forma encubierta. Teherán no quiere que el mundo exterior sepa lo que está sucediendo. Monitorizando el ciberespacio, se han identificado 262 casos criminales, de los cuales 27 personas fueron arrestadas por supuestamente difundir rumores.

El jefe de la judicatura de Qom dijo, «Cualquier noticia, entrevista y reportaje que sea propaganda falsa (…) será tratada legalmente». El portavoz del Ayatolá Jamenei dijo, según el PMOI, «los que envíen informes falsos deben ser acusados de ‘corrupción en el mundo’ y sentenciados a muerte».

Se debate cómo llegó el virus a Irán. El periódico Aftab-e-Yazd hizo una publicación en enero con el titular «Misterioso virus en las puertas de Irán», advirtiendo sobre el virus del PCCh. El viaje a China continuó. Algunos sugieren que un hombre de negocios iraní que regresó de China a Qom, sede de los principales seminarios chiítas que tienen estudiantes de China, se infectó con el virus. Qom está a lo largo de la ruta del tren de alta velocidad que una empresa estatal china está construyendo.

Unas 30.000 personas al día van a los hospitales, muchas de ellas infectadas con el virus. Los hospitales no pueden responder a tantos. Los muertos han sido enterrados en Teherán, Qom y Golestan como víctimas de gripe, no del coronavirus.

El colapso del sistema de salud de Irán y la plausible muerte pendiente de millones de personas han sido reportados por Associated Press con base en la investigación de la Universidad Tecnológica Sharif en Irán. Se desplegaron drones para desinfectar las calles y se movilizaron equipos para realizar controles de coronavirus puerta a puerta.

El coronavirus ha matado a más personas en Irán que en cualquier otro lugar, tal vez salvo en China, donde también se afirma que las cifras oficiales son inexactas.

Muchos mulás de alto rango se han infectado y algunos han muerto, entre ellos el miembro del Consejo de Expediencia Mohammad Mirmohammadi, un confidente del Ayatolá Jamenei; Hadi Khosroshahi, el exembajador en el Vaticano; Ahmad Tuyserkani, el asesor del jefe del poder judicial del Irán; así como legisladores y miembros de la Asamblea de Expertos del país.

Para los muertos iraníes comunes y corrientes, las morgues están sobrecargadas. Los videos muestran filas de bolsas para cadáveres esperando días para ser enterrados. Algunos son tratados con cal.

Cientos de miles de prisioneros, muchos de los cuales eran prisioneros políticos, estaban en peligro. Es probable que el coronavirus surja en el abarrotado y destartalado sistema penitenciario iraní. Los mulás se negaron a abrir las prisiones. Los prisioneros del oeste de Irán se rebelaron recientemente, desarmaron a los guardias y escaparon. Los guardias abrieron fuego contra 250 reclusos que huían, matando a varios.

Maryam Rajavi, líder de la PMOI, le ha pedido a la comunidad internacional y al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que intervengan urgentemente para asegurar la liberación de los prisioneros; 85,000 prisioneros han sido liberados temporalmente.

El Reino de Arabia Saudita ha detenido la entrada de peregrinos religiosos al Hajj, un viaje que realizan alrededor de 2 millones de musulmanes cada año, para contrarrestar la propagación del coronavirus.

En el Irán teocrático, los santuarios permanecen abiertos, a pesar de las recomendaciones de las autoridades de salud. Mohammad Saidi, quien supervisa el santuario de Fátima Masumeh, afirmó que el cierre de los santuarios era parte de un complot del Presidente Donald Trump: «Derrotar a Qom es el sueño del traicionero Trump y sus mercenarios locales, pero este sueño no se realizará ni siquiera en su tumba».

Los iraníes están rebosantes de ira, realizando disturbios y quemando las efigies de Khamenei, mientras que los funcionarios están entrando en pánico debido a su encubrimiento e inacción. Los funcionarios del régimen hablan de que se trata de un ataque biológico de Estados Unidos de América.

Rusia, China e Irán han coordinado campañas de desinformación para desacreditar lo que Estados Unidos está haciendo con respecto al coronavirus. Algunos medios de comunicación de EE. UU. están tratando la falsa información como un hecho, propagando el miedo y la confusión.

El Secretario de Estado Mike Pompeo dijo: «El mundo entero debería saber que la ayuda humanitaria para Irán está completamente abierta. No está sancionada. No hay sanción para los medicamentos que van a Irán, no hay sanciones para la asistencia humanitaria que entre en ese país. Hay un problema terrible allí y queremos que esa asistencia médica humanitaria llegue al pueblo de Irán».

Todavía no ha habido ninguna indicación de que Teherán haya aceptado los recursos humanitarios.

El mundo continúa en gran medida desinformado, ya que el enérgico pulso gubernamental de la teocrática República Islámica de Irán sigue controlando a la población y a los medios de comunicación.

Darlene Casella es una antigua profesora de inglés, corredora de bolsa y propietaria/presidenta de una pequeña empresa. Es integrante activa de la Federación de Mujeres Republicanas, el Club Lincoln y el Partido Republicano de California.

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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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