Job: enfrentarse al sufrimiento con sinceridad y honestidad

Alcanzando el interior: lo que el arte tradicional ofrece al corazón

Por ERIC BESS
17 de febrero de 2020 10:58 AM Actualizado: 17 de febrero de 2020 10:58 AM

Recientemente vi el cuadro de Léon Bonnat «Job», que representa poderosamente el sufrimiento y la espiritualidad de Job. Decidí consultar la historia de Job en la Biblia, y llegué a considerar profundamente mi relación con mis propios sufrimientos.

Léon Bonnat

Léon Bonnat fue un pintor académico francés durante el siglo XIX y principios del XX. Viajó a España para estudiar arte barroco español con Federico Madrazo antes de volver a París para estudiar pintura en la École des Beaux-Arts, la escuela nacional de arte de Francia.

La instrucción en la École, sin embargo, se había vuelto estancada y abstracta. Los instructores ya no enseñaban métodos para crear arte, sino que teorizaban sobre el arte, y el trabajo de los estudiantes sufría como consecuencia.

Según la historiadora de arte Alisa Luxenberg, «Bonnat veía tres cánceres en el sistema académico: partidismo, rutina y privilegio». A menudo seleccionaban a los estudiantes para ganar competencias debido al favoritismo y persistencia en lugar de talento; se volvían perezosos y se sentían con derecho en un ambiente que fomentaba la instrucción absoluta e invariable.

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Autorretrato de Léon Bonnat, 1855, a la edad de 22 años. Museo de Orsay. (Dominio publico)

En 1863, se aplicó un decreto para reformar la instrucción en la École. Muchos de los miembros del profesorado se resistieron a estas reformas. Pero Bonnat, en ese momento un artista activo, firmó una carta a Napoleón III que apoyaba las reformas. Esta firma creó tensiones entre Bonnat y sus colegas.

Los debates sobre las reformas eran muy tensos. Los artistas sacrificaban potencialmente sus futuras carreras dependiendo de la postura que adoptaran en relación con las reformas.

Más tarde, Bonnat dijo esto sobre la firma de la carta: «Esa bendita firma está en proceso de causarme desacuerdos con todos mis amigos. Donde yo solo veía una cuestión de transformar [los estudios de la École], totalmente en su beneficio, ellos ven un acto de profunda intriga, y me asocian con gente que quiere destruir el Instituto, los premios de Roma, la propia libertad y, en consecuencia… la muerte del arte. Es muy grave y tendré problemas para salir de ella».

A pesar de las tensiones entre Bonnat y sus colegas, más tarde se convirtió en profesor y director de la École.

Curiosamente la enseñanza hizo que Bonnat cuestionara sus preocupaciones originales con la instrucción en la École. Llegó a reflexionar que quizás el hecho de ser abandonado por su profesor no era una negligencia en absoluto. Al contrario, era probablemente parte de la formación.

En referencia a su formación en el taller, declaró:

«[El instructor de arte Cogniet] sabía que uno aprende bien solo lo que aprende por sí mismo, en el intento, en la búsqueda. Pensaba que el aprendizaje mutuo es la enseñanza más eficiente, y finalmente y sobre todo, no quería imponer a sus estudiantes su forma de ver, entender e interpretar la vida».

Bonnat soportó dificultades profesionales porque permaneció fiel y sincero en sus convicciones. Sin embargo, tampoco era dogmático en sus puntos de vista, sino que estaba abierto a cuestionarlos, y llegó a creer que su mayor educación en la pintura no vino en la instrucción que se le dio, sino en la sinceridad de sus propios esfuerzos.

En 1880, Bonnat terminó de pintar a Job, después de las reformas de 1863, pero antes de convertirse en profesor de la École en 1888.

Los sufrimientos de Job

Job es un personaje bíblico del Antiguo Testamento cuya fe en Dios se pone a prueba debido al gran sufrimiento causado por Satanás. La historia de Job se parafrasea como sigue del Libro de Job:

Job es un hombre muy exitoso e intachable que evita el mal y adora a Dios. Dios pregunta si Satanás ha visto la virtud y la fe de Job. Satanás sugiere que Job es virtuoso y fiel solo porque es exitoso; quítale el éxito, y su virtud y fe se debilitarán.

Dios, creyendo que Satanás está equivocado, permite que Satanás le quite el éxito a Job. En un día, Job pierde sus ovejas, sirvientes e hijos a manos de ladrones o desastres naturales. A pesar de esto, Job alaba a Dios.

Satanás regresa a Dios y sugiere que Job aún alaba a Dios únicamente porque su cuerpo no ha sido dañado. Satanás entonces causa que Job tenga horribles forúnculos y llagas en la piel. La esposa de Job le pide que renuncie a Dios y muera. Job se niega y declara la importancia de aceptar lo bueno con lo malo.

Tres de los amigos de Job, Elifaz, Bildad y Zofar llegan para consolarle. En este punto, Job maldice el día en que nació y cree que vive solo para aumentar su sufrimiento. Cada uno de sus amigos le dice que el sufrimiento debe ser la consecuencia de un comportamiento pecaminoso, y cada uno explica la justicia de Dios según su propio entendimiento.

Job, sin embargo, seguro de su virtud, llega a cuestionar la justicia de Dios. Denuncia las acusaciones de sus amigos y exige defender su virtud ante Dios.

Dios se revela ante Job y le dice que él, con sus limitaciones, no puede entender la justicia de Dios, pero debe, sin embargo, confiar en el Señor. Job está de acuerdo. Dios también le dice a los tres amigos que estaban equivocados sobre él y que Job tenía razón. Dios estaba satisfecho con Job, porque Job es sincero con sus preguntas y preocupaciones. Dios restaura la salud de Job, le da el doble de propiedades que tenía antes, nuevos hijos y una larga vida.

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«Job», 1880, de Léon Bonnat. Óleo sobre lienzo. (Dominio publico)

La representación de Job por Bonnat

Bonnat representó a Job desnudo y solo en un fondo oscuro. Utilizó el contraste barroco de luz y oscuridad para iluminar la forma de Job frente a la oscuridad. La cabeza de Job se inclina hacia el cielo con una mirada suplicante de sufrimiento en su rostro, y sus manos están extendidas frente a él con las palmas hacia arriba como si se estuviera preparando para recibir algo.

Aunque la composición es sencilla y con una sola figura, Bonnat la dispuso en una de las formas más estables: un triángulo. La cabeza de Job es la parte superior del triángulo, sus brazos son los lados y sus piernas son la parte inferior.

¿Por qué Bonnat representó a Job en forma de triángulo? ¿Por qué Job es representado desnudo y solo? ¿Por qué tiene las manos extendidas? ¿Qué momento de la historia de Job describió Bonnat?

Una interpretación

Creo que Bonnat describió el momento en que Dios se revela ante Job. Job ha llamado a Dios para un encuentro cara a cara y Dios aparece. Job recibe el mensaje de Dios con las manos extendidas.

Job está desnudo y solo porque la sinceridad y la honestidad son necesarias para encontrarse con Dios. Así, Job se muestra en su verdad pura cuando se encuentra con Dios.

Tal vez por eso las manos de Job están extendidas con las palmas hacia arriba: solo en su sinceridad y honestidad, al desnudarse, es capaz de recibir lo que Dios debe proveer. Tal vez la exposición de sus palmas es también una aceptación de la confianza en la justicia de Dios.

Todo este evento es confuso y turbulento para Job, sin embargo Bonnat lo representó en la forma de un triángulo estable. Tal vez, a pesar de sus sufrimientos y del papel de Satanás en la historia, el alma de Job siempre estuvo siendo cuidada por Dios. En este caso, los sufrimientos pueden haber parecido injustos y por lo tanto imprevisibles. ¿Es posible que la aproximación sincera y honesta de Job a sus sufrimientos le permitiera una confianza más profunda en Dios, una fe más estable?

Soportando un gran sufrimiento

Es simplemente un hecho de la vida que la existencia humana va de la mano con el sufrimiento. Independientemente de la riqueza, clase, raza o género, todos sufrimos. La forma en que lidiamos con ese sufrimiento puede definir en quiénes nos convertimos como seres humanos.

Es tentador querer culpar de nuestros sufrimientos a otros. A menudo es demasiado conveniente decir que «todo sería diferente si esta única cosa cambiara». Otra tentación es usar nuestros sufrimientos para elevarnos: soy mejor que los demás porque sufro más. Ambas posiciones pueden alejar a uno de Dios.

¿Qué puede significar acercarse a nuestro sufrimiento de forma sincera y honesta? ¿Qué podría significar desnudarnos? Antes de pedir defenderse ante Dios, Job primero cuestiona su propia virtud y se encuentra fiel a la ley de Dios. Tal vez este acto —esta introspección— contiene dentro de sí lo que significa acercarse a nuestros sufrimientos con sinceridad y honestidad; tal vez debemos ser honestos con nosotros mismos acerca de nuestras acciones y sus consecuencias y hacerle a Dios las preguntas que están en lo profundo de nuestras mentes y corazones.

Al igual que Job, Bonnat tuvo que mantenerse fiel a lo que creía, en este caso, lo que pensaba que era bueno para las artes en Francia, a pesar de la presión de sus colegas. Bonnat se mantuvo firme como partidario de la reforma como medio para promover la instrucción real en la École, pero esto amenazó sus relaciones amistosas y su carrera en el proceso.

A pesar de esto, se le concedió finalmente una cátedra y un puesto de director en la École. Fue bendecido por sus esfuerzos sinceros pero asediados, así como Job fue bendecido después de soportar sus sufrimientos.

Para mí, Bonnat parecía más interesado en ayudar sinceramente a las artes que en mantener opiniones poco sinceras para salvar las apariencias, amistades o su futuro. Job hace lo mismo en presencia de sus amigos: se acerca a Dios con sinceridad y honestidad, y Dios se revela ante Job.

En el futuro, haré todo lo posible para evitar culpar a otros por mi sufrimiento. También evitaré elevarme por encima de los demás por lo que he sufrido. Siempre hay alguien que ha sufrido más que yo. En su lugar, compartiré mis sufrimientos con Dios de forma honesta y abierta para que tenga la suerte de experimentar sus bendiciones. Con suerte, tendré la sabiduría para cuestionar mis suposiciones y permanecer sincero en mi corazón y mente a pesar de las tentaciones que me rodean.

El arte tiene una increíble capacidad de señalar lo que no se puede ver para que nos preguntemos «¿Qué significa esto para mí y para todos los que lo ven?» «¿Cómo ha influido en el pasado y cómo podría influir en el futuro?» «¿Qué sugiere sobre la experiencia humana?». Estas son algunas de las preguntas que exploramos en nuestra serie Alcanzando el interior: lo que el arte tradicional ofrece al corazón.

Eric Bess es un artista representativo en ejercicio. Actualmente es un estudiante de doctorado en el Institute for Doctoral Studies in the Visual Arts (IDSVA).

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