Juguetes hechos en China: trabajo forzado y violaciones de leyes locales

14 de Diciembre de 2014 5:48 PM Actualizado: 24 de Diciembre de 2015 6:01 PM

WASHINGTON — A medida que la temporada de fin de año se acerca, iremos a las tiendas y compraremos juguetes. ¿De dónde vienen los juguetes? La mayoría de nosotros puede imaginar que la mayoría de los juguetes se hacen en China. Pero hay poca conciencia del trabajador chino que hace los juguetes.

El mes pasado, la ONG de los derechos laborales China Labor Watch (CLW, por su nombre en inglés), publicó un informe desfavorable sobre las condiciones de trabajo de cuatro fábricas de juguetes en la provincia de Guangdong, al sur de China, donde está la mayor concentración de fábricas de juguetes en China. Los hallazgos se basan en que entre junio y noviembre los investigadores de CLW se hicieron pasar por trabajadores, y trabajaron junto a otros trabajadores.

Las fábricas investigadas hacen juguetes para marcas conocidas, compañías como Mattel, Fisher-Price, Disney, Hasbro, y Crayola, y para los principales minoristas, como Target, Kid Galaxy, Kids II, y otros.

La investigación expuso una larga letanía de violaciones legales y éticas. La mayor parte de las mismas violaciones a los derechos laborales, fueron encontradas hace siete años en una investigación de CLW a fábricas proveedoras de juguetes. Su informe concluyó que el estado de las condiciones laborales de las fábricas de juguetes en China, fracasó en mejorar.

El 11 de diciembre, la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China (CECC) celebró una audiencia para evaluar las denuncias de CLW, y lo que la industria del juguete está haciendo para atender las denuncias de malas condiciones de trabajo. Bajo el título “Auditoría de condiciones de trabajo y de fábricas, en la Industria del Juguete chino”, la audiencia escuchó testimonios de expertos sobre la eficacia del sector privado, que fue voluntario a la auditoría social de fábricas de juguetes en China.

El Presidente de la CECC, senador Sherrod Brown (D-Ohio), proporcionó cierto contexto a la audiencia. Él dijo que Bryan, de Ohio, con orgullo hizo Etch A Sketch, recordando que jugaba con él de niño. Brown dijo que Wal-Mart le comunicó a Ohio Art Company, fabricante del juguete, que tendría que vender el producto por menos. En 2001, la mayor parte de la producción de Etch A Sketch se trasladó a Shenzhen, China; 100 personas perdieron sus empleos ante trabajadores con salarios bajos, que trabajan en condiciones donde las violaciones al derecho laboral son comunes.

“El año pasado, los estadounidenses compraron un estimado de 22 mil millones de dólares en juguetes, el 80 por ciento de los cuales eran hechos en China. El consumidor estadounidense tiene el derecho a saber cómo se hacen estos juguetes y sopesar los verdaderos costos de compra de juguetes fabricados en China”, afirma la declaración de apertura del Co-presidente de la CECC, Rep. Chris Smith (R-N.J.), que no pudo estar presente a la hora en que se produjo la audiencia.

Condiciones de trabajo

El informe de China Labor Watch encontró que las cuatro fábricas investigadas tenían empleados trabajando al menos 100 horas extras al mes, en violación flagrante de la ley máxima de 36 horas por mes establecida por la ley china. En una de las fábricas, las horas extraordinarias eran de más de 120 horas al mes. Durante la temporada alta, los trabajadores suelen trabajar seis días a la semana, con turnos diarios de 11 o 12 horas.

“Todas las fábricas investigadas fallaron en proporcionar a los trabajadores un equipo de protección suficiente, a pesar de entrar en contacto regular con productos químicos nocivos”, señala el informe CLW.

Para dormir, los trabajadores son hacinados en habitaciones calurosas, donde caben entre 8 y 18 personas en cada una, tienen cinco salas de ducha para 180 personas, donde a menudo sufren robos.

Los trabajadores carecían de representación sindical. Si existe un sindicato en la fábrica, lo más probable es que sea solo un nombre. “La representación sindical no es elegida por los trabajadores y el presidente del sindicato, es un miembro del equipo directivo de la compañía”, señala el informe.

Tres de las cuatro fábricas no permitían que un trabajador simplemente diera aviso de renuncia, todo lo que la ley china exige. Los trabajadores tenían que obtener la aprobación de la gerencia para renunciar. Si salen durante la temporada alta, pierden su indemnización por despido y la seguridad social, tales como desempleo, pensiones y salud.

¿Cómo se salen con la suya las fábricas, violando la ley de horas extras en China de un máximo de 36 horas? Li Qiang, director ejecutivo y fundador de China Labor Watch, respondió en la audiencia que funcionarios de la compañía hicieron “lobby” con los funcionarios del gobierno local para debilitar las fuerzas del orden. Dio a entender que lo mismo es cierto con las violaciones de un menor pago del seguro social.

Earl Brown, Director del Programa Consejo Legal de Trabajo y Empleo y China, Centro de Solidaridad de la AFL-CIO, dijo, “Los subcontratistas principales en la cadena de suministro, están en connivencia con el gobierno local para evitar la legislación laboral china”, por ejemplo, no pagar la requerida contribución al seguro social.

Li dijo que la fábrica explota a los trabajadores en la temporada baja. La gerencia quiere que los trabajadores renuncien, así no tendrán que pagar indemnización por despido o el seguro social. Entonces les niegan el trabajo de horas extraordinarias, lo que obliga a los trabajadores a renunciar porque sin horas extras, no tienen un salario digno.

Auditoría social 

La industria del juguete se negó a declarar en la audiencia, explicó el presidente Brown. Sin embargo, testificó un representante de la Fundación ICTI CARE. ICTI CARE (Consejo Internacional de la Industria del Juguete – ICTI, por su nombre en inglés) desarrolló un “programa global de cumplimiento social” que promueve el trato justo de trabajo y salud de los empleados y la seguridad en la industria del juguete, dijo William S. Reese, quien es miembro de la “Junta de Gobierno” que asesora la Fundación.

ICTI CARE creó un código de prácticas de negocios en 1991 para definir el trato ético de los trabajadores, y luego desarrolló estándares y protocolos para hacer auditorías. Se entrena a los auditores y certifica los resultados de las auditorías mediante la concesión o retención de la certificación del cumplimiento. La certificación es válida por un año “después de lo cual estará sujeto a otra auditoría sin previo aviso”, comentó Reese.

Reese destacó que reciben quejas de los trabajadores a través de la “Línea confidencial de ayuda a los trabajadores”.

Crítica

La participación de la industria en la auditoría social es voluntaria. En la audiencia Reese dijo que todas las grandes compañías han firmado el compromiso ICTI y solo compran a fábricas certificadas.

Li respondió que las auditorías no son de utilidad y que realmente se hacen para satisfacer a los inversionistas. El informe de CLW señala que el código ICTI para fábricas de juguetes estipula que las horas de trabajo, salarios y pago de horas extras, deben cumplir con la ley. Sin embargo, “Incluso si una fábrica cumple con la ley china o código ICTI, a menudo reciben la certificación ICTI”, señala el informe. Y las compañías investigadas por CLW habían sido auditadas, explicó Li en la audiencia.

Li también dijo que la línea directa para los trabajadores no funcionaba como un conducto para quejas. A veces, el operador responde a la persona que llama, diciéndole que presente su queja a su supervisor.

“La auditoría social es como una puesta en escena de la obra de Shakespeare, Hamlet, sin el príncipe de Dinamarca”, dijo Earl Brown. “No se puede averiguar en China… si la salud y la seguridad de la ocupación es una realidad en el taller o abajo en el subterráneo, a menos que usted hable con los trabajadores. Para hablar con los trabajadores y hacer que ellos hablen con usted, tiene que desarrollar confianza. Y esta investigación social es el elemento que falta en la auditoría social”.

Brian Campbell, del Foro Internacional de Derechos Laborales, declaró que “la auditoría social es una herramienta de protección, a saber, para proteger la reputación de la empresa y no hay valor en eso”. Sin embargo, dijo que no se acercan a lo que se necesita, que es que la industria se comprometa a un contrato legalmente vinculante para proteger los derechos de los trabajadores.

El Presidente Brown planteó la cuestión de que la certificación de una fábrica no significa que su cadena de suministro esté cumpliendo. Reese reconoció que era cierto diciendo que era una “situación compleja” y que están tratando de “eliminar la cadena de suministro con el tiempo”.

Muerte trágica

Li Qiang testificó sobre una muerte causada por las condiciones laborales de la industria del juguete. Un joven de 17 años de edad, que estaba tan exhausto que su mano y luego su cuerpo quedó atrapado en una máquina y murió. Él había trabajado en una fábrica de juguetes de Disney. Disney anunció que la fábrica era responsable por menos del 15 por ciento de los pedidos de Disney. Debido a que no cumplía con las normas de trabajo de Disney, Disney dijo que rescindían sus vínculos con la fábrica.

Li señaló que la respuesta de Disney era típica de muchas empresas de juguetes, que dividen sus pedidos de juguetes entre una multitud de fábricas con el fin de “garantizar que sus pedidos en cualquier fábrica dada, consista únicamente en un pequeño porcentaje de pedidos -por lo general de no más del 20 ciento”. Entonces, el fabricante de juguetes puede afirmar que tiene poca influencia en el comportamiento de la fábrica, y que esta última no pudo estar a la altura de su código de conducta; en consecuencia, terminan el negocio con esa planta.

Li dijo que las empresas de juguetes deben hacer mejoras en las cuatro fábricas en las que el informe de CLW encontró violaciones legales y éticas “en lugar de buscar excusas para simplemente terminar la relación con la fábrica”.

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